Costa Rica registra mayor nivel de homicidios en su historia

48% de las muertes violentas fueron por ajustes de cuentas y venganzas entre grupos delictivos

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Costa Rica registró en 2017 el nivel más alto de homicidios en su historia, con 603 muertes violentas, atribuidas principalmente a ajustes de cuentas entre bandas delictivas y el narcotráfico, informó este martes la policía judicial.

La cifra equivale a 12,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, la tasa más alta registrada por el país centroamericano.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera “epidemia” cuando hay más de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes.

"Cerramos el 2017 con 603 homicidios, pero es un dato preliminar", indicó Michael Soto, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en una rueda de prensa este martes. "Son 12,1 por cada 100.000 habitantes, el (número) más alto de la historia del país", agregó.

La cifra supera los 578 homicidios de 2016, hasta ahora la cifra más alta que había registrado el país.

Un 48% de las muertes violentas fueron por ajustes de cuentas y venganzas entre grupos delictivos, y 25% estuvieron vinculados al narcotráfico, precisó Soto.

Otras causas fueron violencia doméstica y riñas.

“La mayoría de estos homicidios son pugnas por narcomenudeo en ciertas zonas del país, como Limon y algunos distritos de la capital”, agregó.

Con la tendencia ascendente, se perfila un "panorama gris" para 2018, anticipó el jefe policial. “Desde 2012 venimos en un ascenso y es probable que esa curva siga ascendiendo, salvo que ocurra algo extraordinario”.

Para revertir la tendencia, llamó a buscar soluciones que no sean solo policiales o judiciales, sino que involucren a la sociedad civil y las autoridades, con estrategias deportivas, culturales y educativas.

Soto insistió en que la situación de Costa Rica no puede compararse con la de otros países centroamericanos como Guatemala, El Salvador y Honduras, que tienen miles de homicidios por año y se presentan entre los índices más elevados del mundo para naciones sin guerra.

“No es que estemos perdiendo el control o que estamos al nivel de otras sociedades, pero es un buen momento para hacer un alto y estudiar salidas”, concluyó.