El próximo gobierno de Costa Rica deberá hacerle frente a una serie de desafíos y tareas pendientes en materia de energía, un campo en el que el país le ha apostado a las fuentes limpias y la descarbonización.
Continuar con el Plan Nacional de Descarbonización, así como fortalecer y ampliar las posibilidades de producción de energía a través de fuentes renovables son algunos de esos retos.
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Una piedra en el zapato es aún el sector transporte, el cual depende en su mayoría de hidrocarburos y es el mayor contaminante del país.
Por eso, Costa Rica se ha propuesto metas ambiciosas, entre ellas que para el 2050 el 100% de los buses y taxis deberían ser cero emisiones.
En este contexto, existen instituciones den sector como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) que están en el ojo de la campaña electoral, pues algunas candidaturas proponen fortalecerlas, mientras otras hablan de intervenirlas o cerrarlas.
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Para analizar estos temas, EF conversó con Diego González, químico e investigador del Centro de Investigación en Electroquímica y Energía Química de la Universidad de Costa Rica.