Recientemente en Costa Rica se ha visto un auge en la creación de diseños de joyas, artesanías, moda, zapatos y accesorios para todo tipo de artículos.
Muchos diseñadores se han enfocado en la protección de las marcas de estos diseños, pero han olvidado en algunos casos o bien desconocen que la ley contempla una figura denominada modelos industriales, mediante la cual se pueden proteger estas nuevas creaciones.
De acuerdo con nuestra normativa, los modelos industriales son todas aquellas formas plásticas, asociados o no a líneas o colores, siempre que esa forma o reunión dé una apariencia especial a un productos industrial o de artesanía y pueda servir de tipo para su fabricación.
Un aspecto importante por tomar en cuenta es que la protección reside en esa forma especial y no en el carácter funcional que ese diseño puede darle al objeto, pues de lo contrario estaríamos hablando de un modelo de utilidad o de una patente de invención.
El modelo industrial lo que pretende es hacer que un producto conocido resulte atractivo y llamativo a la vista del consumidor, siendo su requisito esencial la originalidad y novedad.
Desde la óptica de la propiedad intelectual, esta figura jurídica busca incrementar y potenciar el valor de todos aquellas creaciones a las que se les dedicó tiempo y recursos, al estimular la creatividad y buscar la expansión de la actividad comercial.
La protección concedida a un modelo industrial es de diez años, contados a partir del momento de su inscripción, con la salvedad de que el periodo no es renovable. Los requisitos para solicitar el registro del modelo industrial son sencillos y no requieren de mayores contenidos técnicos que dificulten el proceso.
Debido a reformas acontecidas a la luz del Cafta, se eliminaron las sanciones penales por una reproducción no autorizada del diseño; sin embargo, sí existe la posibilidad de indemnizaciones económicas en la vía civil.
Ahora bien, para ejercitar y hacer valer su protección es indispensable que exista un registro otorgado, por lo que aquellos modelos industriales a los que no se le haya solicitado un registro pueden en términos generales ser reproducidos sin que el creador o diseñador logre objetar dicha reproducción. Por ello, es muy aconsejable que se soliciten los diseños antes de los lanzamientos comerciales por parte de sus titulares.
En vista que muchos de los diseños están trascendiendo nuestras fronteras, es importante tomar en cuenta que los modelos industriales tienen una protección territorial, es decir, son protegidos únicamente en aquellos países en donde se solicitó su registro, sin que exista un tratado que permita un registro global. En ese mismo sentido, es necesario considerar que en algunos países la protección de un modelo industrial podría coexistir con la de un derecho de autor, mientras que en otros es excluyente, pues al elegir una forma de protección se excluye automáticamente la otra.
Por lo anterior, se hace necesario diseñar una estrategia de protección adecuada al momento de acudir a otros mercados, pues se requiere de una protección mancomunada entre marca, modelo industrial y en algunos casos derechos de autor.
La propiedad intelectual busca dar valor y rédito a las creaciones que realizamos los seres humanos, por lo que es vital entender las posibilidades que la normativa nos otorga para capitalizar de todas las maneras posibles nuestras creaciones. Los modelos industriales son una forma más de potenciar esta creatividad, por lo que es importante comprender la protección y alcances que esta figura legal nos brindan.