La intención del impuesto es correcta, pero pocos impuestos son tan malos en su estructura y diseño como el Impuesto Solidario, normalmente llamado “Impuesto a las Casas de Lujo”.
El cálculo del impuesto se basa en el valor de los bienes inmuebles de uso habitacional, que sean utilizados en forma habitual, ocasional o de recreo. Para saber si es contribuyente, los propietarios o titulares de derechos deberán valorar la construcción. Si es superior a ¢¢121 millones, entonces se procede al cálculo del impuesto, el cual deberá considerar el valor fiscal total del inmueble de uso habitacional determinado por el propio contribuyente, conforme a los criterios técnicos de valoración establecidos por la Dirección General de Tributación, los cuales se basan en dos guías: (i) el Manual de Valores Base Unitario por Tipología Constructiva para el caso de las construcciones e instalaciones, y (ii) los modelos de valoración (Mapas y Matrices de Valores por Zonas Homogéneas) para determinar el valor de los terrenos.
Cada tres años los contribuyentes deben presentar dentro de los primeros quince días de enero, una declaración jurada a fin de actualizar el valor fiscal. Por ello, los contribuyentes debieron presentar declaraciones en los años 2010 y en el 2013. Para el periodo 2014, los contribuyentes que presentaron la declaración del 2013, únicamente deberán pagar el impuesto determinado en el 2013. En caso de viviendas nuevas que no fueron contribuyentes en el 2013, se deberá proceder a presentar la declaración del periodo 2014 y pagar el impuesto correspondiente antes del 15 de enero.
La página web de la Administración Tributaria ofrece una herramienta que permite calcular el impuesto. Por ello, no resulta indispensable contratar los servicios de asesores, sobre todo si usted posee los conocimientos técnicos para interpretar y aplicar dicha normativa.