Legales: Permisos migratorios para matrimonios del mismo sexo

Costa Rica está entre países que no conceden estatus a parejas homosexuales

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Es el cambio, el cambio continuo, el factor dominante de la sociedad actual. El concepto de matrimonio es un ejemplo de esta realidad, pues cada día son más los países que reconocen las uniones entre personas del mismo sexo.

Teniendo en cuenta esta situación, durante el 2016 Deloitte realizó una investigación global enfocada en el matrimonio igualitario, con el objetivo de documentar el impacto que tiene la movilidad laboral para los expatriados y para su familia.

La premisa bajo la cual se realizó el estudio era que la pareja había contraído nupcias y que dicha unión era legalmente reconocida como tal en el país donde actualmente residían. No se limitó a los cónyuges, se incluyó dentro del análisis a los hijos biológicos o adoptivos del matrimonio y cualquier otra situación que pudiera impactar a las familias.

De todos los países sujetos al estudio, solo el 20% reconocen la unión y otorgaban permisos migratorios con el mismo trámite que se requeriría para un matrimonio entre personas de distinto sexo. Dinamarca, Canadá, Holanda, Suiza y España forman parte de este grupo, lo cual no sorprende dado que todos reconocen este tipo de uniones en su normativa local.

Rusia, Vietnam, Italia, Australia, Chile y Grecia no reconocen a lo interno las uniones entre personas del mismo sexo, pero sí otorgaban permisos sin trámites adicionales siempre y cuando el matrimonio estuviera inscrito en otro país.

El 50% de los países que formaban parte del estudio, no reconocen la unión ni otorgan ningún permiso a la pareja del expatriado, a menos que este lo solicite individualmente y cumpla por aparte con todos los requisitos. Dentro de este grupo se encuentran países como Barbados, Etiopía, Ghana, Costa Rica, Yemen, Nigeria y Uganda. En este último se presenta un escenario todavía más oscuro, dado que las relaciones entre personas del mismo sexo son consideradas un delito penado con cárcel.

Durante el 2016, el Departamento Migratorio de Deloitte Costa Rica realizó varios intentos para tramitar permisos migratorios a matrimonios de parejas del mismo sexo y solamente fue posible obtener una residencia temporal, procediendo individualmente para la pareja de la persona expatriada.

Otros países tenían limitaciones de naturaleza distinta de la legal. Por ejemplo, algunas escuelas en Chile e Irlanda solo aceptan como alumnos a hijos de parejas heterosexuales. Algo similar sucede en Indonesia, edonde el Ministerio de Asuntos Religiosos se ha manifestado públicamente en contra de estas uniones y ha buscado limitar el acceso a servicios básicos.

En el caso de hijos adoptivos la situación es todavía más complicada pues no solo verán limitado su derecho a la educación, sino que además, un gran porcentaje de países solamente permiten que uno de los cónyugues sea reconocido como padre o madre ante la autoridad migratoria.

Los conceptos evolucionan y la normativa migratoria no debe quedarse atrás. La economía de nuestro país depende de gran parte de inversionistas extranjeros y la importación de talento de otras naciones con distintas cosmovisiones; y nuestro sistema migratorio debe respetar esta diversidad. Una vez más, el cambio es el factor dominante de la sociedad actual.