Los cinco mensajes clave del primer mes de Carlos Alvarado en el Gobierno

Un Presidente de pocas palabras encontró en las acciones el canal más directo para marcar su estilo. El mandatario no escatima sobre las finanzas del país, su principal tarea es aprobar la reforma fiscal y recortar el gasto público

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Ya pasó poco más de un mes desde que Luis Guillermo Solís cedió la banda presidencial a Carlos Alvarado en un modesto acto que se celebró en la Plaza de la Democracia el 8 de mayo.

Un mes es poco tiempo para calificar a un gobierno, pero Alvarado ya dejó cinco mensajes clave que definen su estilo al mando del país.

Un mandatario de pocas palabras que prefiere las acciones. Tampoco se toma mucho tiempo para justificar lo que hace y entiende que las decisiones del Ejecutivo son para hacerlas respetar en un país acostumbrado a leer normas en papel que muchas veces no se llevan a la práctica.

De esto pueden dar fe los tres directivos del Banco Popular que fueron suspendidos por desacatar la directriz presidencial que busca reducir los salarios de los altos mandos en los bancos públicos.

Pese que existen fuertes presiones sindicales, el Presidente tampoco tuvo reparo en anunciar 28 medidas para recortar y contener el gasto público con un fuerte componente de ajustes en los salarios, incentivos y anualidades otrora pluses intocables.

La situación fiscal del país es realmente preocupante. El déficit financiero crecerá del 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB) en el que se ubicó en diciembre del 2017 a un 7,1% de la producción nacional al cierre de este año.

Mientras el Banco Central de Costa Rica (BCCR) estima que la brecha entre ingresos y gastos -más intereses- del Gobierno alcanzará el 7,9% de la riqueza nacional, las calificadoras de riesgo esperan acciones contundentes del Ejecutivo y del Congreso para reducir el déficit fiscal, de lo contrario, degradarán la nota de la deuda soberana del país.

1- Recorte al gasto público

El Presidente fue enfático en señalar que para resolver el problema fiscal se deben tomar medidas en dos frentes primordiales que son el recorte al gasto público y el aumento en los ingresos tributarios por medio de una reforma fiscal.

Los diputados pidieron señales contundentes en recorte al gasto y Alvarado los complació.

Rocío Aguilar, la ministra de Hacienda, durante dos maratónicas comparecencias ante el plenario legislativo, el miércoles 30 y jueves 31 de mayo, explicó una a una las 28 medidas del Gobierno para recortar el gasto público.

El paquete de directrices, decretos y proyectos de ley pretende generar ahorro con la implementación de cambios en salarios, incentivos, pluses y anualidades para los empleados públicos. Además, limita el uso de plazas vacantes en el Gobierno Central y genera modificaciones presupuestarias.

Las 28 medidas ahorrarán ¢48.962 millones durante el primer año, según la proyección del Ejecutivo. Las acciones en salarios y plazas se traducirán en una reducción de ¢44.864 millones, mientras que las modificaciones presupuestarias tendrán un impacto de ¢4.142 millones.

En otra acción más simbólica, el mandatario ordenó suspender y no renovar los contratos de televisión por cable o satelital en los ministerio e instituciones del Gobierno Central como una señal de ahorro en tiempos de déficit fiscal.

2- Tijera al empleo público

Luego de que el país se sumiera en un letargo de cuatro años en este tema, Alvarado decidió asumir el reto de generar un nuevo proyecto de ley de empleo público para cambiar las evaluaciones de los trabajadores del Estado y modificar los esquemas de salarios y pluses.

Luis Guillermo Solís defendió que su gobierno no se enfocaría en este tema bajo el argumento de que un cambio en el sistema de salarios de los empleados públicos traería resultados hasta dentro de dos décadas.

En un giro completo de posición entre un gobierno y otro, Rocío Aguilar anunció a los diputados que trabajará en un nuevo proyecto de ley de empleo público para enviarlo a la Asamblea Legislativa a más tardar en junio del 2019.

Esta iniciativa pretende que los nuevos funcionarios del Estado sean calificados mediante un mecanismo diferente al actual con el fin de hacer más eficiente el servicio público y pagar los pluses con base en el rendimiento de cada persona.

3- Cercanía con diputados

El nuevo Gobierno es más cercano a los diputados y tiene una filosofía de puertas abiertas que busca facilitar el diálogo entre Casa Presidencial y Cuesta de Moras.

El mensaje es claro, Alvarado reconoce que necesita de los diputados para que la reforma fiscal se apruebe y con eso empezar un duro camino para reducir el déficit fiscal del país.

La promesa del Presidente es reducir el déficit financiero del 6,2% al 3% del PIB para el 2022, por esa razón y a diferencia de su antecesor, Alvarado decidió que su primera acción en Zapote fuera un ciclo de reuniones con las siete bancadas legislativas.

Con un discurso de confianza en los jefes de las fracciones del Congreso y con ánimos de convencer a las fuerzas políticas del país, el nuevo mandatario entiende el precio que pagará al promover una reforma tributaria que implica aumentos en los impuestos.

El mensaje no cambia. El Presidente lo dijo en campaña y lo repite desde el día que recibió el poder, entiende que es necesario aprobar el plan fiscal -que aunque insuficiente- es un primer paso para empezar un proceso de saneamiento de las finanzas públicas.

Mientras Luis Guillermo Solís tuvo una fraccionada e intermitente relación con los diputados durante su gobierno, Alvarado prefiere hablar directamente con ellos y recibirlos en Casa Presidencial. Les da el protagonismo político que reclaman desde sus curules y descargó sobre el plenario la responsabilidad solucionar el problema fiscal del país.

4- Suspensión de directivos

Sin contemplaciones, Carlos Alvarado suspendió el pasado 6 de junio a los tres directores que representan al Gobierno en la Junta Directiva del Banco Popular, luego de que los funcionarios desacataran la directriz presidencial que recorta los salarios de los gerentes bancarios de entidades estatales.

El 30 de mayo, como antesala de las medidas anunciadas por Rocío Aguilar para recortar el gasto, Alvarado firmó una orden presidencial para los sueldos de los gerentes de los bancos públicos se reduzcan a ¢9,5 millones con la intención de equipararlos con el salario del jerarca del BCCR.

Seis días después de que el gobernante emitiera la directriz, la Junta Directiva del Banco Popular aprobó el nombramiento de Juan Francisco Rodríguez en el puesto de subgerente de la entidad financiera con un salario de ¢12,9 millones que incumplía el mandato del Ejecutivo.

Los tres directores suspendidos fueron Lorena Altamirano, Paola Chavarría y Juan Carlos Zúñiga, quienes se defendieron con el argumento de que recibieron la notificación de la directriz presidencial días después de haber aprobado el nombramiento del subgerente.

En una misiva enviada al Consejo de Gobierno, el 6 de mayo, los directivos suspendidos aseguraron que "se encuentran de acuerdo" con la aplicación de la directriz, pero el Presidente mantuvo la sanción sobre los tres.

El salario aprobado para el subgerente del Banco Popular es el más alto de todo el sistema bancario nacional -en ese cargo- y ahora le corresponderá a la Junta Directiva de la entidad, revisar y aprobar una modificación a este sueldo.

5- Nuevo norte diplomático

En materia de posiciones diplomáticas Costa Rica también dio un leve giro. El Gobierno ha sido firme en desconocer el proceso electoral en Venezuela y en alzar la voz para resolver el conflicto político-social en Nicaragua.

Este martes Alvarado dio un mensaje directo ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, Estados Unidos, en su primer viaje oficial como mandatario de Costa Rica.

El gobernante recalcó que el país desconoce el proceso electoral venezolano en el cual Nicolás Maduro fue reelecto por seis años más.

Epsy Campbell, canciller de Costa Rica, considerada un punto alto entre los mensajes que envió Alvarado en su primer mes de Gobierno, abogó para que se retome el dialogo en Nicaragua por el conflicto que registra 145 fallecidos en menos de dos meses de protestas. Las manifestaciones pretenden que Daniel Ortega dimita como presidente de esa nación.

Costa Rica clamó ante la OEA par que se utilicen las herramientas multilaterales disponibles que ayuden a reactivar el diálogo en Nicaragua cuanto antes.

Un mes en el poder es poco tiempo para hacer grandes cambios que se sostengan en el tiempo. Alvarado definió su norte con claridad desde el principio y por eso se enfocó en atender lo urgente: la aprobación de la reforma fiscal.

En su discurso siempre destaca que es momento de recortar el gasto y aprobar el plan tributario para superar el déficit fiscal y así poder empezar a gobernar con el objetivo de generar crecimiento económico, empleo y mejores condiciones sociales.

En el primer mes sentado en la silla presidencial Alvarado se alejó de las promesas rimbombantes, de los sellos mesiánicos, de las palabras que luego no podrá cumplir. Sale poco en medios de comunicación, delegó esa tarea a Rodolfo Piza, su ministro de la Presidencia.

En sus primeros 30 días al mando del país, el Presidente más joven desde la fundación de la segunda República, deja un mensaje bastante claro, el de trabajar más y hablar menos.