Washington. Los demócratas denunciaron este martes una escándalo ético en torno a Scott Pruitt, director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), acusado de beneficios privilegiados de un lobby y de haber viajado demasiado a expensas del contribuyente estadounidense.
Desde hace varios meses, Pruitt es acusado de uso desmedido de aviones de la flota del gobierno o boletos de primera clase en aerolíneas regulares.
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Un viaje a Italia de Pruitt, asesores y sus guardaespaldas, para una reunión de ministros del grupo G7 y una visita privada al Vaticano costaron $120.000 a mediados del año pasado, según la cadena CBS.
La EPA insiste en que todos los gastos cumplieron con las reglas de validación interna.
Pero estas revelaciones se suman a otras que involucran a otros ministros del gobierno de Trump, por lo que los demócratas de una comisión de control del Congreso denunciaron los “gastos extravagantes de transporte aéreo” de la administración Trump, exigiendo la realización de audiencias.
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La comisión de la Cámara controlada por los republicanos abrió una investigación en septiembre pasado sobre todas las prácticas de viaje de la administración.
Scott Pruitt también está en la mira de los demócratas y algunas asociaciones después de divulgarse información de que estaba pagando apenas $50 por noche para alquilar un apartamento de tres habitaciones cerca del Capitolio, propiedad parcial de una cabildera de Washington.
Además, el esposo de la dueña parcial del apartamento también es el presidente de un importante grupo de presión, uno de cuyos clientes obtuvo el año pasado la aprobación de la EPA para el proyecto de un oleoducto.