¿Qué piensan los costarricenses sobre las “jornadas 4x3″ que se discuten el Congreso? Esto encontró un estudio

El proyecto de ley tiene el respaldo del Gobierno de la República y de varias fracciones de oposición; sin embargo, su trámite se ha visto interrumpido por la discusión de más de 400 mociones

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Un 52,9% de los costarricenses afirma apoyar el proyecto de ley popularmente conocido como de “jornadas 4x3″ o “jornadas flexibles”. Esta iniciativa busca actualizar las jornadas de trabajo en Costa Rica, de modo que las empresas puedan contratar a trabajadores por hasta 12 horas diarias continuas, sin el pago de horas extra, por períodos de cuatro días consecutivos (en lugar de los cinco actuales por semana).

Esta es una de las principales conclusiones del estudio de Actualidades de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), cuya publicación se realiza en diciembre de cada año, con el trabajo de estudiantes y profesores de la institución.

Otro 38,8% de las personas encuestadas para este trabajo afirmó rechazar el proyecto; mientras que un 8,4% dijo no tener un criterio definido sobre el mismo.

El proyecto de ley cuenta con el respaldo del Gobierno de la República y de varias fracciones de oposición; sin embargo, su trámite en la Asamblea Legislativa actual se ha visto interrumpido por la discusión de más de 400 mociones con propuestas de cambio que le presentaron diputados de este y el cuatrienio pasado, principalmente del Frente Amplio (FA).

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Interés en trabajar

El estudio estadístico también cuestionó si, en un caso hipotético, las personas cambiarían su tipo de jornada laboral actual para desarrollarse en el esquema de 4x3 como el que propone el proyecto.

Un 49,6% de los encuestados dijo que cambiaría su jornada actual por una de esas “jornadas flexibles”; mientras que un 44% dijo que no lo haría y un 6,5% que no estaba seguro.

Los porcentajes responden a un total de 1.873 entrevistas a personas mayores de 18 años realizadas en octubre pasado. El error de muestreo, según el informe de resultados de la encuesta, es de apenas 2,3 puntos porcentuales.

La anuencia a realizar el cambio de jornada es alta en términos generales. Sin embargo, es más baja entre personas a las que actualmente no les alcanza su ingreso familiar; así como entre personas mayores de 50 años y mujeres.

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Las principales razones expresadas por las personas para cambiarse a una jornada 4x3 fueron tener más tiempo de descanso (47,56%) y poder realizar otras actividades (15,96%); mientras que las más mencionadas para evitar un traslado a ese sistema de horarios de hasta 12 horas fueron el cansancio que podría propiciar ese modelo (35,74%) y la costumbre a las jornadas actuales de ocho horas (15,79%).

A pesar de la anuencia a trabajar en jornadas excepcionales que manifiesta casi una mitad de los costarricenses, según la encuesta, se detectó que las personas perciben que el proyecto de reforma al Código de Trabajo busca favorecer únicamente los intereses de las empresas y no los de sus colaboradores.

Un 49,5% de las personas encuestadas dijo que el plan busca una solución para las personas empresarias, mientras que solo un 21,3% habló del tema como un beneficio para los trabajadores y un 20,7% para ambas partes.

El proyecto

El proyecto de reforma al Código de Trabajo cuenta con el respaldo del Gobierno y de una buena parte de los diputados de la Asamblea Legislativa. De hecho, lo presentaron legisladores del Partido Liberación Nacional (PLN) en el cuatrienio pasado. Los liberacionistas eran y siguen siendo la principal bancadas del Congreso en Cuesta de Moras.

No obstante, el proyecto no ha logrado convertirse en ley de la República y todavía no supera su primer fase de modificaciones en la comisión legislativa de Asuntos Hacendarios, donde se estudia el texto.

Los diputados del Frente Amplio (FA) han dejado patente su intención de defender cientos de mociones que buscan modificar el proyecto, pues argumentan que este tiene problemas de fondo importantes, que precarizaría el mercado laboral y actuaría en detrimento de sectores vulnerables. Según dicen, es importante contemplar la realidad de sectores de la población que no podrían competir en un mercado laboral que permita jornadas de 12 horas continuas, por cuestiones como impedimentos físicos u otras responsabilidades de cuido y de trabajo en el hogar.

El Reglamento de la Asamblea Legislativa le permite a los diputados usar hasta 15 minutos para hablar a favor o en contra de cada moción, lo cual retrasa cualquier proceso de aprobación de iniciativas sobre las que existen tantas propuestas de cambio como esta (más de 400). En contraste con esos tiempos de uso de la palabra que tienen los diputados, las sesiones completas de las comisiones duran alrededor de 90 minutos, cada una, y se suele realizar solo una por semana.

Las jornadas excepcionales se limitarían a actividades de manufactura tecnificada, de industria de implementos médicos en ciencias de la vida humana y animal, de servicios corporativos y de servicios de apoyo para todos los anteriores. Para ello, deberían demostrar que, por su naturaleza, requieren de “procesos continuos e ininterrumpidos de 24 horas a fin de garantizar su operación en las diferentes zonas horarias geográficas”.

También se establecen contrataciones anualizadas, con este tipo de horarios, para las empresas “de turismo, comercio, construcción, agricultura y agroindustria, que resulten ser excepcionales y muy calificadas por implicar, necesariamente, trabajos estacionales y de temporada”.

Los tipos específicos de empresas que cumplan esos parámetros se definirían vía reglamento, según criterios de la Dirección Nacional de Inspección del Trabajo del Ministerio de Trabajo.

El horario laboral máximo sería de 12 horas en cuatro días consecutivos para tareas de trabajo diurno, y se reduciría 12 horas en tres días continuos para tareas nocturnas; siempre con hasta 90 minutos de descanso y alimentación. No se podrían aplicar estas jornadas excepcionales cuando sea para labores peligrosas o que puedan dañar la salud de las personas empleadas.

El último texto aprobado de la reforma prohibiría a las personas trabajadoras laborar jornadas extraordinarias después de la hora número 12 de trabajo continuo. Asimismo, las empresas solo podrían permitir a los trabajadores que laboren en alguno de sus días libres, por hasta 12 horas adicionales, “siempre y cuando sea de manera voluntaria” y “ocasional”.