¿Qué sigue tras la firma del acuerdo de paz entre Colombia y las FARC?

La paz en Colombia no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), también alzado en armas desde 1964

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el jefe máximo de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño (Timochenko), firmaron este lunes en la caribeña ciudad de Cartagena, un histórico acuerdo de paz para acabar con 52 años de confrontación armada.

En una ceremonia solemne, frente a 15 jefes de estado y otros 2.500 invitados, el mandatario colombiano y el líder rebelde rubricaron con un "balígrafo" (una bala reconvertida en bolígrafo) el pacto de paz, que para entrar en vigor deberá ser ratificado por los colombianos en las urnas el próximo domingo.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, firma el acuerdo de paz con las FARC en Cartagena. (Fotografía: AFP).
El pacto fue ratificado el viernes pasado por las FARC, nacidas de una sublevación campesina en 1964 y actualmente con unos 7.000 combatientes, al cabo de una inédita conferencia guerrillera con aval del gobierno y abierta a la prensa en El Diamante, un remoto paraje del sur del país.

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"Se acabó la guerra, vamos todos a construir la paz", escribió Timochenko en Twitter, citando las conclusiones del encuentro. "Renacemos para echar a andar una nueva era de reconciliación y de construcción de la paz", dijo el líder rebelde.

Para entrar en vigor, el acuerdo debe ser aprobado en un plebiscito convocado para el domingo 2 de octubre, que según las últimas encuestas será favorable al 'Sí'.

"íHoy puedo decirles que vivimos LaFeliSÍdad de un nuevo amanecer para Colombia, una nueva etapa de nuestra historia, la de UN PAÍS EN PAZ!", tuiteó el mandatario Juan Manuel Santos horas antes del acto previsto a las 17:00 p.m. hora local.

Hoy puedo decirles que vivimos #LaFeliSÍdad de un nuevo amanecer para Colombia, una nueva etapa de nuestra historia, la de UN PAÍS EN PAZ. pic.twitter.com/pC0h0quXh9

— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 26 de septiembre de 2016

Unas 2.500 personas de blanco según el protocolo, entre ellas 250 víctimas, escucharon a quienes, enemigos por décadas, lograron lo que parecía imposible: acabar con la violencia entre guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, que ha dejado ocho millones de víctimas, entre ellas 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

Entre los dignatarios asistentes están el cubano Raúl Castro, anfitrión de las conversaciones auspiciadas también por Noruega, Venezuela y Chile; el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el rey emérito de España, Juan Carlos, y numerosos representantes de organismos internacionales.

La ciudad amurallada, resplandeciente bajo un sol inclemente, se vistió de gala para la ocasión, adornada con palomas de la paz con una cinta amarilla, azul y roja, colores de la bandera colombiana.

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"Abogamos porque este acuerdo sea la oportunidad para una paz definitiva y con justicia social", dijo la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), instando a "la construcción de la equidad" en Colombia.

La Unión Europea decidió este lunes suspender a la guerrilla FARC de su lista de grupos terroristas, una medida que estará en vigor durante seis meses desde la firma del acuerdo y se revisará terminado ese plazo.

Aunque la decisión de la UE no implica la retirada definitiva de la organización armada colombiana de esta lista, en la práctica se traduce en la suspensión de las sanciones impuestas a los guerrilleros como la congelación de activos o la prohibición de poner fondos a su disposición.

El pacto, un texto de 297 páginas que esencialmente busca cambiar "balas por votos", promoviendo el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal, se firmará con un "balígrafo", un bolígrafo elaborado con balas, una réplica del cual será obsequiado a los visitantes.

La jornada inició con un homenaje a la fuerza pública, a quienes Santos agradeció "su sacrificio y su valor".

Paso transcendental en aras de sentar bases sólidas para construir, entre colombianos y colombianas, la #Paz de #Colombia #VamosPorLaPaz https://t.co/95Yk7L6ysK

— Timoleón Jiménez (@Timochenko_FARC) 25 de septiembre de 2016

"Entre todos logramos silenciar los fusiles de la guerra y entre todos construiremos el camino de la paz", dijo el general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía.

En la Iglesia de San Pedro Claver, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y enviado del papa Francisco al acto, encabezó "una oración por la reconciliación de los colombianos", que se replicó en todos los lugares de culto del país.

En Bogotá, cientos de personas asisitieron desde las 14:00 p. m. a un "concierto por la paz" en la céntrica plaza de Bolívar, desde donde podrán seguir la firma en pantalla gigante.

Es un "acuerdo muy completo" e implementar lo negociado en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, inclusión de los exguerrilleros en procesos políticos, y aplicación de la justicia transicional, requerirá "mucho liderazgo", estimó el canciller noruego, Borge Brende.

Lo negociado con las FARC es fuertemente criticado por la oposición liderada por el expresidente Álvaro Uribe, quien este lunes acompañaba en Cartagena una cadena humana de rechazo a la firma.

Las FARC se iniciaron como una guerrilla de autodefensa que reivindicaba la lucha radical agraria. (Fotografía: Archivo GN).
La paz en Colombia no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), también alzado en armas desde 1964.

Esta guerrilla guevarista y el gobierno anunciaron en marzo su intención de instalar una mesa formal de diálogos similar a la de las FARC , que aún no se ha concretado ante la reticencia del grupo armado a abandonar el secuestro, una condición impuesta por Santos.

El ELN anunció una tregua unilateral, vigente del 30 de septiembre al 5 de octubre, para "facilitar la participación" ciudadana en el plebiscito. "Un gesto positivo" según el gobierno.

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