Ruta para dar luz verde a jornadas excepcionales luce despejada en el Congreso

La fracción legislativa del Frente Amplio se opone a la iniciativa de ley, y cámaras empresariales celebran la inclusión del proyecto al periodo de sesiones extraordinarias

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La iniciativa de ley que pretende reformar el Código de Trabajo y así permitir a trabajadores y patronos acordar jornadas laborales con más horas diarias, pero con menos días laborales por semana, parece tener el camino despejado para su aprobación final en la Asamblea Legislativa.

El Gobierno y la mayoría de fracciones de oposición apoyan el expediente Para Actualizar las Jornadas de Trabajo Excepcionales y Resguardar los Derechos de las Personas Trabajadoras (21.182), convocado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, para este periodo de sesiones extraordinarias.

El proyecto que incluiría la modalidad de jornada de 12 horas y la anualizada, y nuevas obligaciones para las empresas, también ha recibido “celebraciones y aplausos” por parte de las cámaras empresariales, quienes argumentan una “dirección correcta” hacia la modernización de la legislación actual, más empleo y seguridad jurídica para los involucrados en el consenso.

Por otra parte, se han achacado ciertos aspectos, como que pretende nadar contracorriente de la tónica mundial sobre este tema, donde se discute laborar menos horas por día y no más; así como, la afectación que supondría para las mujeres, ya que les implicaría jornadas muy largas, a las que se suman sus jornadas de trabajo no remuneradas en sus hogares.

El texto fue propuesto originalmente por Ana Lucía Delgado, exdiputada del Partido Liberación Nacional (PLN), y superó por mayoría su trámite en la Comisión de Asuntos Hacendarios en la pasada legislatura. Actualmente se tramita su fase final de mociones en el Plenario para someterlo a primer debate.

La discusión

Para los defensores del proyecto este se centra en la libertad de elección en el horario laboral de las personas, según sus necesidades y preferencias, ya que según expresó Pilar Cisneros, jefa de la fracción oficialista del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), esta flexibilización es voluntaria.

Es decir, el proyecto no obliga al trabajador a aceptarla, sino que debe existir un acuerdo entre ambas partes. Incluso, si el colaborador accede, tendrá tres meses para probar si puede llevar el ritmo, caso contrario puede solicitar regresar a la jornada ordinaria.

El esquema laboral actual es un límite diario de ocho horas por día y 48 horas por semana para jornada diurna, o seis horas por día y 36 horas por semana para jornada nocturna.

La reforma permitiría la modalidad denominada jornada excepcional o las jornadas 4x3, donde el trabajador labora 12 horas por cuatro días, para tener tres días de descanso continuo, en vez de tener solo uno. Bajo este esquema, los trabajadores no podrán hacer horas extra durante la semana.

Asimismo, el proyecto consigna que estas jornadas se aplicarán en casos muy calificados y en labores que tengan procesos continuos de 24 horas. Además, quedan por fuera las labores riesgosas y las que exijan un esfuerzo físico importante.

El proyecto de ley también introduce la jornada excepcional anualizada, en la que los patronos podrían contratar personal de manera que se distribuye una cantidad total de horas al año, según la estacionalidad de la actividad productiva.

Esta modalidad es para los negocios que tienen temporada alta y temporada baja y se puede tener jornadas de seis horas en temporada baja y de 10 horas en temporada alta.

También, se contempla la jornada acumulativa, la cual permitiría a los patronos distribuir las 48 horas laborales máximas en cinco días, dejando así la posibilidad de que se trabajen más de ocho horas diarias por día.

Para las jornadas excepcionales, el patrono deberá darle a los empleados 90 minutos para comidas y descanso, los cuales estarían incluidos en la misma jornada diaria.

Y se establece la obligación de facilitar a los trabajadores alimentación o transporte, según el horario laboral o las condiciones de peligrosidad de la hora en que se inicie o finalice el trabajo.

A favor y en contra

De las fracciones consultadas por EF las que se mostraron favorables al texto fueron: Partido Liberal Progresista (PLP), el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), y el oficialista PPSD. Estas bancadas representan 25 votos. En contra está el Frente Amplio. Los representantes del PLN no respondieron las consultas de este medio antes del cierre de edición.

Eliécer Feinzaig, jefe de fracción del PLP, manifestó que urge la modernización del Código Laboral de Costa Rica, en temas de flexibilidad laboral. Añadió, que someterán a revisión algunos puntos, para afinar la propuesta a las personas que poseen responsabilidad de cuido, por ejemplo.

Por su parte, Daniela Rojas, jefa de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), resaltó como un beneficio directo del proyecto de ley, la seguridad jurídica que brindaría a las partes involucradas.

“Este fue uno de los proyectos que solicitó la fracción del PUSC al Poder Ejecutivo y que viene a ayudar al sector productivo. Si bien es cierto que hay aspectos por corregir, es necesario avanzar con su tramitación”, dijo Rojas.

El Frente Amplió precisó no estar a favor de la iniciativa por tener “graves” carencias que hasta han sido señaladas por diversas instituciones como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), en varias ocasiones.

Por ejemplo, partir del supuesto de que en una relación laboral hay igualdad entre las partes, “un enfoque totalmente equivocado”, expresó Jonathan Acuña, jefe de fracción del Partido Frente Amplio (FA), porque no podría asegurarse que existe llibre voluntad del trabajador en definir si quiere o no asumir este tipo de jornadas.

También, apuntó a la contrariedad a la tendencia global a reducir las horas en las jornadas laborales —con el objetivo de aumentar la productividad y salvaguardar la salud tanto física como mental—, a la afectación de las mujeres responsabilidades de cuido, y el no pago de horas extras por más tiempo laborado.

“El IMAS claramente señaló que el país no tiene las condiciones actuales para ampliar el servicio a las redes de cuido para atender a los niños y niñas de esas madres que les podrían alargar las jornadas”, dijo el jefe de fracción del FA.

Petición añeja

La flexibilización de las jornadas laborales es un clamor del sector productivo desde hace décadas, y la posibilidad de que se concrete ha sido recibida con júbilo.

La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), la Cámara Costarricense - Norteamericana de Comercio (AmCham) y la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) expresaron que la iniciativa viene a actualizar las necesidades de un mercado cambiante y competitivo.

Para Juan Ignacio Pérez, presidente de Cacia, la ausencia de sincronización entre la normativa laboral y los tiempos actuales, arroja un mercado de trabajo aferrado a la legislación “antigua y obsoleta, que desincentiva las posibilidades de contratación”.

AmCham considera que se reduciría el absentismo laboral, se daría un aumento de la productividad de las empresas, y una mejora en el clima laboral y satisfacción de los colaboradores.

“Esta legislación está vigente en muchos países y de aplicarse en Costa Rica se podrá competir y atraer inversiones”, dijo José Álvaro Jenkins, presidente de Uccaep.