(Video) Ministro de Hacienda defiende que renta global no tiene elementos del sistema mundial y acepta que impuesto a casas de lujo se puede ajustar

Elian Villegas explicó que incorporarán un aumento ¢38.000 millones en el gasto social para este año como parte de los compromisos con el FMI

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

---

Tras el acuerdo entre el Gobierno de Costa Rica y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aplicar un programa de ajuste fiscal ligado a un crédito por $1.750 millones a tres años; ahora un conjunto de seis proyectos de ley deben superar el tamiz legislativo para poner en marcha las medidas.

El panorama se enturbia por varios factores: la campaña electoral ya calienta y las necesidades de financiamiento del país apremian.

Elian Villegas, ministro de Hacienda, defiende las tres iniciativas de ley que presentaron el viernes 22 de enero y que completan el paquete negociado con el Fondo.

Asegura que la renta global dual no tiene elementos del sistema mundial como ya cuestionaron algunos diputados; también acepta que hay espacio para hacer correcciones al nuevo tributo sobre las casas de lujo que gravaría por igual una vivienda pequeña y antigua en un barrio josefino y un lujoso condominio en Los Sueños.

Esta es parte de la entrevista que EF hizo a Villegas la tarde del lunes 25 de enero en Grupo Nación. (Puede ver la conversación completa en el video).

Renta global dual

¿Cuál es el principal cambio al pasar de un impuesto de renta cedular a uno global dual?

Lo que propone es unir distintas rentas en una sola, bajo una misma tasa. Buscamos unir las ganancias de alguien que brinda servicios y también es asalariado, entonces tiene una parte de facturación, esa persona va a poder llevar adelante un pago de impuestos mucho más favorable que lo que tiene en la actualidad.

En el proceso estamos disminuyendo la tasa corporativa que pasa del 30% al 27,5%, como se acordó en las mesas multisectoriales de diálogo.

El artículo 2 inciso 3 establece que una serie de rentas no territoriales que estarían gravadas con el impuesto, esto es una característica de renta mundial. ¿Aplicar tributos a capitales traídos del exterior puede perjudicar la inversión extranjera?

En realidad, lo que señalan los técnicos –y no solamente los nuestros, también he visto en el caso del Fondo y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)– hablan de renta territorial reforzada, no es renta mundial, es un mecanismo para la renta global y lo que permite es evitar la elusión.

Se le está cobrando a alguien que, por ejemplo, invierte su dinero fuera del país: no. Puede tener su dinero fuera del país todo lo que quiera, no se le cobra sobre esos rendimientos, se le aplicaría al retorno de esos recursos, cuando vuelve a traer ese dinero al país dentro de 10 o 15 años, en un caso de renta mundial esa persona tendría que pagar impuesto todos los años, ahí hay una enorme diferencia entre una cosa y otra.

Actualmente tenemos convenios para evitar la doble imposición con Alemania, España, México y Emiratos Árabes Unidos, ¿esto implicaría suscribir más convenios con otros países, sobre todo Estados Unidos?

Eso sería muy necesario si estuviéramos hablando de renta mundial, pero en este caso no se hace tan necesario trabajar este tipo de acuerdos.

¿Utilizaron como base para este proyecto los borradores elaborados en los gobiernos de Abel Pacheco y Laura Chinchilla?

Sí se utilizó ese de base incluyéndole algunos aspectos novedosos que se han ido incorporando en la doctrina tributaria en los últimos años. Se revisó con expertos nacionales e internacionales y luego se presentó ante la Asamblea Legislativa.

El texto va a llevar su proceso de análisis y pueden surgir necesidades de hacer reformas, incluso pueden haber temas que los legisladores consideren que no son convenientes para el país, que no es el momento para implementarlos, etcétera. Desde ese punto de vista tenemos total apertura para revisar, lo que nos interesa al final es que el rendimiento sea el monto que convenimos con el FMI.

¿Este proyecto fue revisado por técnicos del FMI y del Banco Mundial (BM)?

La letra menuda fue revisada por técnicos del BID y, en la parte de rendimientos, por los del Fondo Monetario Internacional.

¿Cómo se declarará y se cobrará este impuesto en caso de ser aprobado?

La idea es que en 2023, que es cuando entraría en vigencia este impuesto, esperaríamos tener Hacienda Digital, eso nos puede ayudar mucho con todo el tema de prellenado de declaraciones y hacerle la vida más fácil al contribuyente de forma que la persona al final va a constatar la existencia de los ingresos y gastos que se le atribuyen, y a partir de ahí pagaría.

En el artículo 19 se explica que se les cobrará el impuesto a los dividendos de cooperativas y asociaciones (como ocurre actualmente), y en el artículo 65 se mantienen exoneradas esta entidades constituidas según la ley 6756. ¿Por qué no las incorporaron?

Es un tema, una decisión política en razón de que se consideró que era uno de los elementos que podría perturbar o retrasar el proceso de aprobación y, a partir de ahí, la valoración que se hizo fue que era mejor sacar el tema del análisis legislativo.

Uno de los proyectos complementarios a la reforma fiscal fue justamente el impuesto a las cooperativas que al final se cayó en el Congreso...

Hasta donde recuerdo fue un compromiso de algunos diputados, la aprobación de ese proyecto, y posteriormente no se presentó. En este momento no es un tema que estamos conversando con ningún grupo, porque está excluido del proyecto.

Impuesto a ¿casas de lujo?

Ustedes barajaban varias opciones de impuestos para lograr el 0,20% del PIB que hacía falta en ingresos. ¿Por qué optaron por el de cajas de lujo?

Porque es un proyecto progresivo donde se busca que las personas de más alto ingreso que tienen una casa de lujo puedan hacer un aporte anual y que no se afecte a quienes están en clase media y baja.

El anterior impuesto consideraba únicamente el valor de la vivienda, si esta superaba los ¢133 millones (actual base) se le sumaba el valor del terreno y se aplicaba el impuesto sobre el total. El nuevo pretende tomar los valores del terreno y de la casa en conjunto para llegar a la base de ¢150 millones. ¿Por qué hacerlo así?

Inicialmente en el proyecto está considerado de esa forma, en el impuesto a las casas de lujo hay que considerar que sí se le incorpora el valor de la tierra una vez que se determina que el precio del inmueble supera los ¢133 millones, lo que hemos hecho es subir el precio, ahora son ¢150 millones.

Es un tema que, tal y como usted lo plantea, está en el proyecto y nos lo han hecho ver algunos diputados.

¿Si hubiese un cambio en esta línea podría bajar el rendimiento esperado?

Podría bajar el rendimiento y podría revisarse si es necesario hacer algún cambio, algo distinto, pero creo que hay que revisar un poco para hacer cualquier ajuste.

El impuesto actual recaudó cerca de ¢4.200 millones por año, apenas el 43% de lo proyectado ¿Por qué apostar por este tributo si ya se demostró que es difícil de cobrar?

Porque se está cambiando el esquema de cobro, hay que abandonar el concepto de la valoración, si seguimos por ahí vamos a llegar a una línea como la actual donde sólo las personas bien intencionadas son quienes lo pagan. Nosotros pensamos que tenemos que ir a un sistema donde podamos extraer esos valores de distintas bases de datos y hacer el cobro.

Si una persona tiene una casa pequeña, pero ubicada, por ejemplo, en Barrio Otoya donde su plusvalía es mayor, tendrá que pagar el tributo aunque no se trata de una “casa de lujo”…

Habrá que ver cómo hacemos para que muchos barrios de San José, algunas torres donde prácticamente todos deberían estar pagando el impuesto y hoy no lo hacen (...), hay que hacer este esfuerzo y llevarlo adelante, consideramos que este tributo todavía tiene mucho que dar en el tanto le saquemos ese elemento que existe ahora casi de voluntariedad.

Pero si una una señora que tiene una casa en un barrio de San José, donde solamente por la ubicación ya tendría que pagar el impuesto aunque su casa no es de lujo comparada con un departamento en una torre, se tendría a dos personas en extremos muy diferentes que deberían tributar por igual. ¿Cuánto margen hay para hacer esas correcciones?

Es parte del proceso legislativo, creo que esas elementos son valiosos de analizar, de revisar y de corregir, para no ir a generar ninguna injusticia con una ley de este tipo.

¿Cuántos contribuyentes pagan actualmente este tributo y con el cambio cuántos se sumarían?

En este momento hay un poco más de 4.000 casas que pagan este impuesto, la idea es que tiene que ir un poco por arriba de las 10.000 casas o apartamentos, porque la consideración actual es que está sumamente subvalorado.