Emprender: trabajaba en la casa y ahora dirige una empresa de productos amigables con el ambiente que lleva tres premios de Walmart

Zeidy Cordero estudió geología, tuvo que dedicarse al trabajo en el hogar y varios años después se hizo cargo de la empresa familiar Química Verde. “Una mujer sí puede”, dice. “Ese es el mensaje que quiero que destaque”.

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Zeidy Cordero estaba dedicada al trabajo en casa y luego asumió el negocio iniciado por su esposo, Jorge Gamboa. Química Verde creció en ventas de productos de higiene y limpieza biodegradables y contabiliza tres premios de Walmart, de la que es proveedora.

Ella, sin embargo, tuvo que ganarse la confianza de las empresas que le suplen la materia prima.

“Hasta cambiaron las condiciones”, cuenta Zeidy. “Una mujer sí puede. Ese es el mensaje que quiero que destaque”, recalca. ¿Cómo lo logró?

Zeidy es de Barva, de una familia más bien campesina. Nada le predecía a lo que se dedicaría.

Creció cruzando ríos, potreros y bosques entre San Pablo de Barva y Getsemaní de San Rafael de Heredia. De ahí heredó su fuerte vinculación con la naturaleza.

Se graduó del Liceo de Heredia e ingresó a la agronomía, pensando en especializarse en zootecnia. Cambió y se graduó en geología en la Universidad de Costa Rica (UCR), carrera de la que recuerda sus investigaciones sobre aguas subterráneas. Ahí descubrió la problemática creada por el cloro y otros desperdicios.

Empezó a trabajar pero renunció a los seis meses para dedicarse al trabajo doméstico y a cuidar a sus dos hijas, María Angélica y Juliana. Combinó sus tareas con otros estudios.

“Fue la mejor decisión que pude haber hecho”, explica.

En aquella época no había guarderías ni centros educativos con horarios de todo el día. Ella tampoco quiso que una persona extraña las cuidara. Con ellas se iban los fines de semana a la finca que compraron en Guácimo. Así mantuvieron su relación con la naturaleza, con los cultivos —arroz, frijoles, palmito— y el ganado. No tenían electricidad, pues en la zona no había servicio.

La empresa

Por los viajes de Jorge en la multinacional en que trabajaba, Zeidy se hizo cargo de la administración de la finca al tiempo que seguía a cargo del trabajo de la casa. A Jorge hasta se le presentó la oportunidad de trabajar en Estados Unidos.

Eligieron seguir en Costa Rica, pues una de las hijas ya había iniciado la universidad y la otra estaba terminando el colegio.

Jorge renunció. Él es ingeniero químico graduado en la UCR. También realizó trabajos sobre contaminación, en este caso en la industria. Y le apasiona el desarrollo de productos.

Es un científico nato”, dice Zeidy.

“Queremos que la empresa perdure con una línea bastante interesante de productos diferenciados”

— Zeidy Cordero, gerente administrativa de Química Verde.

Con el dinero recibido de la multinacional fundó la empresa a finales de los años 90. Empezó trabajando a los supermercados productos de limpieza con marca privada. Poco a poco fueron creando los propios.

En ese momento los productos amigables con el ambiente eran percibidos como caros. Pero Jorge buscó opciones y probó fórmulas. Como biodesengrasantes, que se empezaron a colocar en industrias y talleres de vehículos. Luego de cuidado de ropa y de hogar siempre con enfoque de sustentabilidad ambiental.

Luego llegó el momento en que Zeidy se incorporó a la empresa, hace 10 años. Las hijas ya estaban grandes.

“Me quité el delantal para venirme a una oficina”, dice Zeidy.

Para ella la fórmula del éxito es la pasión, la entrega y la responsabilidad. La empresa familiar era una nueva veta para hacerlo.

Se incorporó en la gerencia. La empresa, ubicada camino a El Castillo Country Club en San Rafael de Heredia, asumió de lleno su misión con productos de limpieza biodegradables, sustentables y no tóxicos.

Hay dos líneas: para empresas, hoteles e instituciones, y de consumo masivo, con los de cuidado de la ropa y del hogar.

El portafolio incluye sustitutos del cloro, quitamanchas, detergentes, jabón de manos, desengrasantes, limpiador de baños, desinfectantes y lavaplatos líquidos, entre otros, con las marcas Oximagic y Total Green.

Están certificados y son de alta eficiencia. “El biodesinfectante es 99% y con cinco nueves después de la coma”, destaca Zeidy.

La propuesta encontró espacio en las góndolas de los diferentes formatos de los supermercados de Walmart, con la razón social de Agrocomercial San Roque.

Datos vitales
Nombre de la empresa: Química Verde.
Razón social: Agrocomercial San Roque.
Categoría: manufactura.
Portafolio: productos de limpieza biodegradables, sustentables y no tóxicos para empresas, hoteles e instituciones y de consumo masivo, con los de cuidado de la ropa y del hogar.
Marcas: Oximagic y Total Green.
Planilla: siete personas.
Ubicación: San Rafael de Heredia.
Momento más difícil: la pandemia.
Recomendaciones a personas emprendedoras: orden con los recursos, ahorro y saber reconocer las debilidades para solicitar apoyo.

Y llegaron los premios

El desafío no solo es ingresar a los supermercados. También es quedarse. Para lograrlo hay que cumplir con los requerimientos de la cadena y mantener la actitud de aprender.

Ingresaron al programa Una Mano para Crecer, con el que Walmart capacita a las pequeñas empresas (pymes) de manufactura que son proveedoras. En la iniciativa participan 183 pymes que venden en 317 tiendas de Walmart. De esas pymes, un tercio son dirigidas por mujeres. Y, además, hay premios.

Química Verde logró tres reconocimientos de parte de Walmart, el último fue en febrero pasado.

La primera vez fue una sorpresa. La última fue inesperada.

El primer premio fue de Excelencia en 2016 y Zeidy lo recuerda muy bien. El día del evento ella decidió ir a la empresa. Uno de los colaboradores se enfermó.

Cuando en Walmart notaron su ausencia, la llamaron.

—¿Dónde está? Tiene que venir.

—Pero ando en camiseta y jeans.

Se cambió la camiseta con una blusa y cuando llegó le dijeron que adelante había un sitio reservado para ella. Cuando llegó la entrega de los reconocimientos de Walmart a sus proveedores pasaron un video de la Química Verde que habían producido días antes sin decir para qué. Luego la llamaron. Era la pyme ganadora.

No se dio cuenta. Alguien tuvo que decirle.

—¡Es usted! ¡Es usted! ¡Suba!

Ella no lo creía.

“Ni siquiera sabía que Walmart tenía premios”, dice. “Nunca hemos trabajado por un premio”.

En 2017 obtuvo otro reconocimiento por crecimiento y desarrollo.

Y el más reciente fue otra vez en Excelencia, otra vez.

Química Verde iba nominada entre otras dos empresas guatemaltecas.

Zeidy pensó que ganaría una de las pymes chapinas y, cuando anunciaron a su empresa como la ganadora, ella recuerda el escándalo del auditorio. No lo podía creer.

“Las empresas que reconocemos destacaron por sus excelentes resultados, su compromiso y sus valores”, dijo Francisco Pérez-Brena, Chief Marketing Officer de Walmart Centroamérica, en esa ocasión. Walmart eligió, entre 5.000 proveedores, a 14 empresas.

El crecimiento de Química Verde no se detiene. Actualmente está ampliando las instalaciones. La demanda de productos biodegradables y no tóxicos sigue aumentando.

Retos y obstáculos

El mercado ya venía cambiando hacia productos amigables con el ambiente. La pandemia lo consolidó.

El 2020 fue de contrastes. Por el confinamiento y por prioridad a su salud, la familia de Zeidy se fue a la finca, que sirvió de refugio.

En lo empresarial la incertidumbre y el trabajo de apoyo entre empresas fue la tónica.

La importación de la materia prima sufrió inconvenientes por el cierre de fronteras. Pero se encontró una salida.

Walmart implementó un programa de pronto pago a los proveedores. En especial a las pymes.

La liquidez permitió a Química Verde negociar con sus suplidores. A esa altura, estos ya tenían confianza total en Zeidy.

Cuando Zeidy se hizo cargo de la gerencia administrativa de Química Verde, algunos suplidores se mostraron suspicaces. Ella fue demostrando su capacidad. Los suplidores entendieron también por qué Jorge se dedicó a la innovación.

“La gente hace suposiciones”, dice Zeidy. “Nunca dijeron nada. Algunas cambiaron las condiciones, como el crédito que nos daban. Tenían el susto de que la empresa la asumiera una mujer”.

Le hicieron frente. Sus hijas también siguieron un camino propio.

María Angélica es microbióloga y trabaja en la Caja Costarricense del Seguro Social.

Juliana, quien es veterinaria, tiene su propia empresa, Green Solvent, también con enfoque ambiental.

Ahora Química Verde es un cliente categoría A para los proveedores.

Una mujer sí puede”, repite Zeidy.