Argentina no tienen alternativas con el acuerdo del FMI

Georgieva se negó a especular sobre lo que sucedería si el Congreso argentino lo rechazara

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La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó este jueves que no hay una “alternativa” a un acuerdo para sacar a Argentina de su espiral de inflación y pobreza.

"Nuestro enfoque principal es sacar a Argentina de este camino muy peligroso de alta inflación", afirmó a la prensa.

"Sabemos que la inflación es un impuesto a los pobres" y en este momento roza el 50%, afirmó la directora del FMI, quien insistió en que el tipo de cambio en el mercado negro respecto al oficial "está en el lugar equivocado".

La semana pasada, Argentina y el FMI anunciaron que habían llegado a un acuerdo de principios para renegociar una deuda de $44.500 millones a cambio de una reducción del déficit de las cuentas públicas, pero todavía tienen que seguir negociando.

"Concentrémonos en alcanzar un acuerdo y después en apegarnos a él", afirmó Georgieva. Porque "¿cuál es la alternativa? La alternativa es nada" y sin él, señaló, la situación seguiría deteriorándose, "aumentando continuamente la pobreza, incluida la pobreza infantil".

"Nuestro equipo está muy enfocado en obtener lo mejor para el país, con el país", apuntó.

El acuerdo de principios alcanzado por el gobierno del presidente Alberto Fernández Fernández con el FMI supone la reducción progresiva del déficit fiscal, el control de la inflación, la revisión de la política cambiaria y monetaria, entre otros puntos, y será revisado trimestralmente por el Fondo.

Georgieva afirmó que se trata de un "programa pragmático" y que si es necesario se ajustará sobre la marcha. "En otras palabras, si podemos hacer más, haremos más, lo que ayude a Argentina a enfrentar los problemas estructurales más importantes".

El FMI, dijo, se enfoca en dos áreas estructurales: los impuestos y el gasto público.

"Queremos ver más ingresos de una manera que sea sostenible en el tiempo" y "queremos una alta calidad de gasto, más transparencia", afirmó Georgieva, haciendo hincapié en que se está trabajando con el Banco Mundial en una evaluación de la gestión de la inversión pública y que se tomarían en consideración las recomendaciones.

El acuerdo de principios reemplazará al stand-by tomado en 2018 por ese mismo monto y la principal diferencia entre ambos son los plazos de pago, pues mientras el anterior centraba los vencimientos entre 2022 y 2024, el nuevo los amplía al periodo de 2026 hasta 2032.

Argentina se compromete a reducir su déficit fiscal a 0,9% del Producto Interno Bruto en 2024, con metas de 1,9% en 2023 y de 2,5% en 2022, según el gobierno. Prevé además un crecimiento en 2022 de 5.000 millones de dólares de las reservas internacionales, que actualmente ascienden a poco más de 38.000 millones.

Una vez que se termine de perfilar el acuerdo, debe ser ratificado por el Congreso argentino y aprobado por el directorio ejecutivo del FMI.

Georgieva se negó a especular sobre lo que sucedería si el Congreso argentino lo rechazara.

El influyente diputado argentino Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández, renunció al liderazgo del bloque oficialista de la cámara baja en rechazo al acuerdo anunciado por el gobierno.

“No está nada claro que este programa del FMI, el 22 de Argentina, vaya a tener éxito”, declaró a la AFP Benjamin Gedan, subdirector del Programa Latinoamericano del Wilson Center el día en el que se alcanzó el acuerdo de principios. Pero “aún así, dado el estado frágil de Argentina, cualquier acuerdo es mejor que ningún acuerdo”.