Banca de inversión encuentra aliados en las incubadoras de Costa Rica

Entidades buscan clientes cautivos

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La banca de inversión de Costa Rica ahora cuenta con un aliado en las incubadoras y aceleradoras para encontrar proyectos con potencial para invertir.

Aunque en los emprendimientos se desarrollan proyectos en etapas muy tempranas, la expectativa es que logren llegar a un nivel en el que requieran de expertos e inversionistas para crecer.

“Promovemos las incubadoras porque podemos, en un futuro, seleccionar empresas para llevar al mercado”, aseguró Óscar Chaves, director de Aldesa Finanzas Corporativas, firma que posee una aceleradora orientada a desarrollos de tecnología financiera ( fintech ).

Además de Aldesa, New Century Partners, Capital Financial y el Banco de Costa Rica (BCR) también han vuelto la mirada a este sector.

En esencia, la banca de inversión se encarga de dos cosas: la primera, de proveer de capital a empresas o proyectos y la segunda, de fungir como un asesor financiero.

Generalmente, las unidades de inversión ligadas a bancos de mayor tamaño se han dedicado a estructurar financiamiento para proyectos de infraestructura que requiere altas sumas de capital.

El Banco Nacional, por ejemplo, financió dos proyectos hidroeléctricos mediante banca de inversión por medio de bonos.

Las plantas hidroeléctricas de Peñas Blancas y Cariblanco fueron financiadas al 100% por medio de la venta de títulos valores, ya que la inversión necesaria para ambos desarrollos era muy alta ($70 millones y $170 millones, respectivamente).

“En ambas, el riesgo constructivo era bajo porque la empresa encargada de los procesos fue el ICE”, comentó Rónald Vargas, encargado de reestructuraciones financieras del Nacional.

En el desarrollo del proyectos de este tipo participaron inversionistas nacionales e internacionales e, incluso, pequeños inversionistas que deseaban diversificar su portafolio con menos riesgo.

Sin embargo, este financiamiento solo es posible cuando el negocio se hace mediante una banca de inversión regulada, es decir, subsidiarias de grupos financieros con autorización para emitir bonos.

No obstante, las incubadoras y aceleradoras ahora pueden tomar un rol dentro del menú de proyectos potenciales para estas entidades financieras.

Vargas explica que hay empresas que, por algún motivo, no tienen las características para ser “bancables” y recurren a banca de inversión para fondearse por medio de instrumentos de financiamiento, inversionistas particulares o fideicomisos.

Andrés Víquez, gerente de Banca Mayorista del (BCR), aseguró que las aceleradoras son una propuesta interesante.

En su criterio, incorporan dinamismo a la economía nacional mediante la creación de nuevos proyectos y funcionan como un instrumento complementario a la banca de inversión.

Federico Gólcher, presidente de New Century Partners –firma independiente de banca de inversión– asegura que las aceleradoras son complementarias al trabajo de este tipo de banca y que, una vez que las empresas han evolucionado y necesitan expertise y mayores recursos, empiezan a necesitar los servicios de manera más formal.

“Esto resulta un espacio fascinante para la banca, el de las startups ”, concluyó.

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Diversidad de enfoque

La segunda función de la banca de inversión es servir como un asesor financiero en procesos de reestructuraciones, adquisiciones o ventas; el contacto con inversionistas; la creación de estructuras de negocios y estructuración financiera de proyectos.

Por su estructura, estas empresas financieras sirven no solo para que los clientes encuentren músculo financiero, sino también para que inversionistas encuentren productos para diversificar su riesgo.

“Hay quienes quieren hacer proyectos y hay inversionistas con recursos para colocar en proyectos seguros con un riesgo adecuado”, afirmó Vargas.

En ese sentido, las firmas de banca de inversión se han especializado en sectores y empresas de diversos tamaños.

El Nacional, por ejemplo, se enfoca en esquemas de colocación para financiar estructuras y en gestión de recursos, especialmente en empresas de actividad inmobiliaria, sector público o dedicadas a servicios públicos y otros proyectos de alto volumen.

El BCR, por su parte, enfoca sus esfuerzos en clientes corporativos y en diseñar modelos de negocio que permitan atender a clientes de menor tamaño que ingresan al banco por medio de la banca tradicional y por el tipo de proyecto se canalizan a banca de inversión.

New Century Partners también se especializa en empresas familiares rentables que estén en transición generacional o en una situación que requiera profesionalizar sus procesos.

El Grupo Financiero Aldesa se interesa por proyectos inmobiliarios, de energía y de hotelería y en su aceleradora desarrollan proyectos de tecnología financiera en el que seleccionan empresas que en el futuro se podrían llevar al mercado.

“Nos interesan los nuevos emprendedores que buscan capital para realizar desarrollo tecnológico y hemos desarrollado iniciativas científicas interesantes”, afirmó Chaves.

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En cuanto a oportunidades, destacan nuevos proyectos sobre todo en el sector inmobiliario, hotelero y de retail .

Vargas admite que en este sector de la banca existe una opción importante sobre todo en el caso de obra pública, especialmente en proyectos de infraestructura porque el Gobierno ahora no tiene recursos suficientes.