Colocación de nuevos eurobonos será insuficiente para cubrir deudas del Gobierno

Deudas del Gobierno a corto plazo superan en un 55% el monto que puede captar con estos títulos

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Los recursos de una nueva colocación de bonos de deuda externa (eurobonos) alcanzarían para pagar solo un 45% de la deuda del Gobierno Central que tiene vencimiento entre mayo del 2014 y el mismo mes del 2015.

Por la emisión de los eurobonos, Costa Rica puede recibir un máximo de $1.000 millones, pero la cifra se queda corta con respecto a las obligaciones que debe atender en lo que resta de este año y los primeros cinco meses del siguiente.

El proceso para emitir los bonos empezó el 18 de febrero pasado, pues el Ministerio de Hacienda publicó las bases para contratar la firma de asesores legales.

En la colocación en el 2013, las gestiones duraron nueve semanas.

Al tomar esa experiencia como referencia, los nuevos instrumentos soberanos de Costa Rica podrían ver la luz del mercado a finales de abril o en mayo próximo.

Deuda millonaria

De acuerdo con las cifras publicadas por Hacienda al 31 de enero pasado, los vencimientos entre mayo del 2014 y mayo del 2015, entre deuda interna y externa, suman un total de $2.177 millones, de los cuales el 97% corresponde a compromisos dentro de Costa Rica y sin incluir los intereses respectivos. .

De acuerdo con la programación de Hacienda, en setiembre y en noviembre se tienen que hacer los desembolsos más importantes, con $428 millones y $437 millones, respectivamente, debido al vencimiento de bonos.

Para cuando el dinero de los eurobonos llegue, ya se habrá cancelado otra deuda importante, poco más de $250 millones de una emisión internacional anterior y cuyo vencimiento es el 20 de marzo próximo.

Incluso, si se afina más el lápiz, el dinero no alcanza para cubrir las obligaciones solo del 2014. Entre mayo y diciembre, las deudas totales están calculadas en $1.440 millones, por lo tanto, haría falta cubrir un 31% con endeudamiento local.

Si el total de pagos a realizar se tuviera que hacer con dinero de los eurobonos, los fondos serían insuficientes en noviembre próximo. Pero, paralelamente, el Gobierno recurre al mercado local para financiarse.

Cabe aclarar que los datos utilizados son los disponibles al 31 de enero, pero estos serán diferentes todos los meses, pues la deuda crece constantemente y, por lo tanto, a futuro los montos serán diferentes.

El crecimiento de la deuda se refleja en el déficit fiscal. La proyección de Hacienda es que este año cierre en 6% del Producto Interno Bruto (PIB).

Las necesidad del Gobierno de más recursos también fue visible en el aumento del plan de captaciones para el primer semestre de este año. El fisco pretende emitir un 46% más de valores con respecto al mismo lapso del 2013.

Se trata de una colocación bruta por ¢950.000 millones, la cual excluyó la posibilidad de contar con los eurobonos.

Conforme sube el endeudamiento gubernamental, también lo hacen los intereses que se pagan por esas deudas, estrechando aún más la disponibilidad de recursos, en especial de los ingresos por impuestos, que son los que teóricamente deberían pagar el costo financiero.

No obstante, si los nuevos bonos soberanos salen al mercado internacional, la necesidad de dinero por parte del Gobierno disminuiría y, aunque no cubren la totalidad de las deudas, sí bajaría la presión sobre el mercado local.

Consecuentemente también bajarían las tensiones sobre las tasas de interés, pues el principal emisor de valores del país tendría una demanda relativamente menor por dinero.

Entre enero y febrero, se han registro leves variaciones al alza en los rendimientos para el largo y, por el momento, no llegan al mercado de corto plazo del cual se nutre el principal indicador que es la Tasa Básica Pasiva (TBP).

Norman García, analista financiero del Grupo Acobo, considera que el plan para la subasta del segundo semestre tendrá pocos ajustes. Si bien los bonos permiten recursos frescos, tampoco se espera la desaparición completa de Hacienda en el mercado local porque el déficit fiscal presiona por recursos cada año.

Para Adriana Rodríguez, jefa de estrategia del puesto de bolsa Aldesa, el máximo a colocar en eurobonos ($1.000 millones) es apenas una tercera parte de lo que se necesita para cubrir el déficit fiscal con el cumplimiento de ciertas condiciones.

Según Rodríguez, el efecto más importante en el mercado local consistirá en que Hacienda ejercerá más control sobre las exigencias de los inversionistas en tasas de interés, de lo contrario le costaría negociar tasas más favorables en las subastas.

Estructura de la deuda

En el caso de la deuda interna, la mayor cantidad de saldo es en instrumentos en colones, según los datos de las emisiones de la Superintendencia General de Valores.

En la moneda nacional, tienen vencimiento ¢607.534 millones entre mayo del 2014 y del 2015. La cifra es el equivalente a $1.176 millones al tipo de cambio del 31 de enero pasado.

Para títulos en dólares, los vencimientos suman $370 millones y la mayor parte corresponde a un instrumento por $250 millones que caduca el próximo 19 de noviembre.

Lo anterior implica que la mayoría de los fondos se emplearán para cancelar deudas en moneda local.

Así lo confirmó el viceministro de inversión y crédito público, Jordi Prat, quien explicó que el dinero se destinará a la amortización de deuda pública, tal y como indica la Ley 9070, que regula este endeudamiento externo.

Todo dependerá del momento y del monto de la colocación, pero estima que en general las deudas en dólares son por un total cercano a los $300 millones. “El remanente de lo colocado se utilizará para hacer frente a vencimientos en colones, particularmente en la fecha focal de setiembre 2014”, agregó Prat.

Para ese mes, se esperan vencimientos equivalentes a $428 millones y eso implica que eventualmente los dólares percibidos en el extranjero tendrán que convertirse a colones.

José Rafael Brenes, gerente general de la Bolsa Nacional de Valores, considera que Hacienda carece de incentivos para pagar deudas en colones con dólares y que, más bien, debe usar la divisa en obligaciones de la misma naturaleza.

Con la actual tendencia de incremento en el valor del dólar, la entrada de un capital adicional y su conversión a moneda local aumentaría la oferta de la divisa en el país y, como consecuencia, bajaría el tipo de cambio.