Compras superiores a ¢30.000 requerirán PIN de la tarjeta a partir del 1º. de mayo, ¿está el comercio listo para el cambio?

Los pagos mayores a ¢30.000 representan el 10% de la totalidad de las transacciones hechas con tarjeta.

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A escasos días para que entre en vigencia la directriz del Banco Central de Costa Rica que obligaría a los consumidores a digitar el PIN de su tarjeta de débito y crédito en compras superiores a los ¢30.000, aparecen dudas sobre qué tan preparados están los comercios y los consumidores para aplicar este cambio a partir del próximo 1º. de mayo.

Aunque establecimientos masivos como Walmart, Maxi Palí, y Pricesmart, por mencionar algunos, tienen una infraestructura adecuada para brindarle al cliente privacidad a la hora de digitar el PIN —incluso los primeros dos cuentan con autoservicio—, visitas realizadas por EF a negocios muestran que la realidad de otros comercios no es la misma.

En un supermercado independiente de Curridabat, hubo que entregar la tarjeta al cajero para realizar el pago, lo mismo sucedió en una cafetería coronadeña que no tenía los datáfonos cerca de su dispositivo de facturación. Un restaurante cartaginés sí contaba con datáfono inalámbrico, sin embargo, por la manera en la que la cajera sostenía el aparato, no habría privacidad para digitar el PIN, además una cámara de seguridad cercana podría generar desconfianza una vez se aplique la medida.

“Sentimos que los comercios no están tan bien preparados para brindarle la privacidad al usuario”, comenta Erick Ulate, presidente de Consumidores de Costa Rica.

Ulate explica que apoya la directriz del Banco Central, empero, teme que los negocios y los usuarios no estén listos para su entrada en vigencia. “Sentimos que no ha habido la suficiente información para preparar al costarricense, la inmensa mayoría no sabe que esta medida se aplicará a partir de este domingo (primero de mayo). Para nosotros esto debió haber sido un proceso en el cual el gobierno debió haberse involucrado de manera más fuerte”, comenta.

Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica, también considera que no se le ha proporcionado suficiente información al usuario, no obstante, sí ve al comercio listo para la transición.

“Los que no estamos preparados somos los consumidores. Yo me sé el PIN de la tarjeta de débito porque a veces voy al cajero, pero no tengo idea cuál es el de la de crédito. Imagine lo que va a pasar en la fila de un supermercado dentro de un mes cuando la gente pague con su tarjeta y no se sepa el PIN, van a tener que dejar las compras ahí tiradas”, explica Elizondo.

Una medida polémica

El 21 de enero de 2022, la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) emitió un comunicado de prensa en el cual le pedía al Banco Central reconsiderar esta medida, la cual calificó como un retroceso en la ruta que han encabezado los bancos por invertir en tecnología de menor contacto. Además, según comentó la asociación, este cambio no garantiza la prevención de fraudes y más bien podría generar mayor inseguridad.

“Los bancos han hecho un gran esfuerzo e inversión para implementar productos y plataformas que garanticen el menor contacto para los usuarios, lo que significa un retroceso en esta tendencia”, indicó para esa fecha Ronulfo Jiménez, asesor económico de la ABC.

Jiménez también mencionó que esta medida desincentivaría el uso de tarjetas y provocaría que los usuarios se inclinen por formas de pago menos seguras.

Por otra parte, Elizondo cree que la directriz se debería aplicar únicamente cuando sea el cliente quien le solicite al banco la obligatoriedad del PIN después de una compra mayor a los ¢30.000. “La Cámara de Comercio ha apoyado la medida, pero queremos que sea una decisión del consumidor, no una imposición”, cuenta.

En enero de 2022, el Banco Central mencionó que la transición hacia el uso del PIN se había acordado con entidades financieras desde hacía más de tres años. También comentó que la decisión se funda en “las mejores prácticas internacionales” y puso de ejemplo a la Unión Europea, la cual aplica esta medida desde el 2017.

Los pagos mayores a ¢30.000 representan el 10% de la totalidad de las transacciones con tarjeta hechas en el país.

¿Qué cambiará a partir del 1º de mayo?

A partir del 1° de mayo del 2022 se iniciará un proceso paulatino de introducción del uso del PIN para transacciones con tarjetas de débito o crédito por montos mayores a ¢30.000. La digitación de los 4 dígitos en el datáfono reemplazará la práctica de intercambiar el documento de identidad y la tarjeta bancaria con el dependiente en el comercio para identificar al cliente, así como el intercambio y firma del comprobante de pago (voucher).

El Banco Central considera que esta medida brindará una mayor seguridad a los clientes para evitar los fraudes que se presentan ante la pérdida o robo de tarjetas. Por ello, para la implementación del PIN en pagos con tarjetas será necesario que todos los comercios pongan sus datáfonos al alcance de la mano del cliente, tal como lo establece la regulación del Banco Central. Además, ningún tarjetahabiente deberá entregar su tarjeta ni su PIN al momento de realizar un pago.

No obstante, el cambio solo afectará a las personas que ya tengan tarjetas con la funcionalidad de procesar el PIN. Las tarjetas que al día de hoy no posean esa opción irán siendo reemplazadas por las entidades financieras en forma paulatina, según llegue su vencimiento o en el caso de que el cliente solicite su reemplazo, hasta que la totalidad de plásticos circulantes cuenten con el sistema del PIN.

Con la nueva medida los bancos también deberán actualizar la totalidad de los datáfonos para que el cliente pueda digitar su PIN cuando realice una compra. Según el Reglamento del Sistema de Tarjetas del Banco Central, esta obligación debe cumplirse entre el 1° de mayo del 2022 y el 1° de febrero del 2023.

¿Qué pasa si olvidó el PIN?

En los casos que el usuario olvide el PIN de sus tarjetas de crédito o débito, los emisores deberán brindar a sus clientes las facilidades necesarias para recibir o modificar el PIN sin costo alguno, siempre y cuando la solicitud se realice por los canales de Internet banking, banca móvil o cajeros automáticos propios. Sin embargo, si el trámite se realiza presencialmente en la plataforma de servicios o a través de un cajero de terceros, el emisor podrá cobrar por el servicio brindado. Así lo estipula el Reglamento del Sistema de Tarjetas del Banco Central.

El Banco de Costa Rica (BCR) y Scotiabank ya iniciaron campañas de comunicación para informarles a sus clientes cómo pueden obtener su PIN de manera sencilla e inmediata por medio de los canales digitales de cada entidad.

“Este servicio, que ya suma un año a disposición de los clientes, es parte de los esfuerzos del BCR por disponer de cada vez más trámites autogestionables, sin necesidad de presentarse a una oficina comercial”, mencionó Jose Ledezma Fallas, Gerente de Banca Digital, por medio de un comunicado de prensa.

Recomendaciones sobre el uso del PIN
Memorice su PIN. Podrá parecer una recomendación lógica, pero memorizar su PIN le evitará riesgos por robo de información. Anotar el PIN en el computador, celular o libreta, lo convierte en un blanco más vulnerable.
Tenga cuidado al digitar su PIN. Cuando deba digitar su PIN en un datáfono, asegúrese de obstaculizar con sus manos la visibilidad a las personas que se encuentran a su alrededor, de esta manera, evitará que terceros puedan conocer su información bancaria sensible.
Elija claves difíciles de predecir. Evite utilizar contraseñas comunes, como fechas de nacimiento o de aniversario o, incluso, series consecutivas o repetitivas, como 1111 o 1234.
Nunca comparta su PIN. El PIN de seguridadpara sus tarjetas debe ser un dato confidencial. Nunca comparta su clave con terceros. Recuerde que ninguna entidad bancaria le solicitará esta información.
Actualice periódicamente su PIN. Para evitar confusión u olvido de la clave secreta, este cambio no debe ser muy frecuente. Los expertosrecomiendan modificar el PIN anualmente con el fin de prevenir brechas de seguridad.
Fuente: Efraín Tejada, director regional de tarjetas de Scotiabank.