“Costa Rica podría enfrentar grandes desafíos de sostenibilidad de deuda, incluso con el FMI” dice Fitch Ratings

Los intereses, el amplio déficit fiscal primario y la inestabilidad política son los principales detractores del país

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El amplio déficit fiscal de Costa Rica, los altos costos de endeudamiento y los desafíos de recuperación económica posterior a la pandemia podrían aumentar la presión sobre la sostenibilidad de la deuda incluso si el país logra un acuerdo con el FMI, afirmó Fitch Ratings este 14 de diciembre.

El pasado 3 de diciembre Costa Rica confirmó que retomaría su plan para negociar un Servicio Ampliado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por hasta $1.750 millones. Sin embargo, de acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la calificadora Fitch Ratings, el país, inclusive con este financiamiento, tiene altos problemas de endeudamiento debido al elevado costo del pago de intereses.

”Prevemos que los pagos de intereses alcanzarán el 38% de los ingresos del Gobierno Central en 2020, o el 21,4% de los ingresos del gobierno general. Con un 5,4% del PIB, este sería el tercer índice más alto en América Latina por debajo de Jamaica (‘B +’) con 6,7% y Surinam (‘C’) 6,5%, y el octavo más alto de todos los soberanos calificados por Fitch”, agregó en el comunicado de prensa.

Asimismo la calificadora confirmó que es ‘preocupante’ la dependencia del mercado interno para el financiamiento en términos de presupuesto a costo de endeudamiento y un aumento continuo en la factura de intereses de Costa Rica.

Presiones

La creciente factura de intereses, los amplios déficits fiscales primarios y los vencimientos próximos que corresponden a un valor promedio del 7% del PIB por año.

Adicional a los intereses generados por la deuda interna y los cercanos vencimientos y la remuneración del sector público son otros gastos importantes.

En Costa Rica casi un tercio del gasto se destina a salarios, incluidas las contribuciones sociales, que absorben aproximadamente la mitad de los ingresos del Gobierno Central, el doble del promedio de la OCDE del 25%.

Todos estos factores aumentan las presiones de liquidez sobre el gobierno para los próximos cinco años.

Retos

De acuerdo con la calificadora Costa Rica necesita un ajuste fiscal significativo para estabilizar la relación deuda/PIB.

“Estimamos que lograr un superávit primario de 2,5% para el 2025 estabilizaría la razón de endeudamiento, debido a la brecha entre las tasas de interés reales (alrededor de 5,5% en colones) y tasas de crecimiento de mediano plazo de alrededor de 3,0%”, agregaron los especialistas.

Este ajuste representaría una mejora de 6,5 puntos porcentuales en relación con el déficit primario proyectado para este 2020.

Fitch explicó que sin una reestructuración significativa la dinámica de la deuda seguirá siendo el principal detractor de la economía costarricense lo que pone en riesgo la sostenibilidad del país.

Adicionalmente de acuerdo a la calificadora el ‘estancamiento político’ sigue siendo un riesgo para la consolidación fiscal del gobierno y los planes de financiamiento externo.

Por ejemplo, la Asamblea Legislativa, rechazó un préstamo de $245 millones del Banco Interamericano de Desarrollo en noviembre, lo que de acuerdo a Fitch indica una tensa relación con el ejecutivo.

Fondo Monetario Internacional

De acuerdo a las nuevas las posibles rutas para obtener el financiamiento, el acuerdo con el FMI aliviaría el 3% del PIB y equivaldría al 7% de las necesidades brutas de financiamiento estimadas en 2021-2023, según Fitch.

Si se realiza el acuerdo con el Fondo esto podría servir para generar confianza en los mercados, para apoyar la consolidación fiscal y liberar financiamiento multilateral lo que permitiría tener costos de endeudamiento más bajos.

En diciembre se tiene prevista una segunda propuesta para discutir con el FMI. Tiene como objetivo la consolidación fiscal por un valor del 3% del PIB, del cual el 0,8% provendría de nuevos impuestos, el 1,5% de recortes de gastos y el 0,5% de la eliminación de exenciones fiscales y la redistribución de excedentes de las agencias gubernamentales.

“Esto podría resultar insuficiente para estabilizar la deuda del Gobierno Central sin medidas adicionales y, por lo tanto, puede no aliviar la presión sobre la calificación soberana ‘B’ Negativa de Costa Rica, incluso si se implementa como parte de un acuerdo con el FMI”, aseveró Fitch