Desconfianza del consumidor fue menor en enero del 2014

Los consumidores mostraron más optimismo, pero insuficiente para sacarlos de terreno negativo

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Las expectativas del consumidor mejoraron en el primer mes del 2014, pero no fueron tan fuertes como para que se pueda afirmar que existe confianza.

Los resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de EF, del mes pasado, mostraron una mejoría en el estado de ánimo de las familias respecto a su situación económica, tendencia de corto plazo que viene desde diciembre del 2013.

El puntaje fue de 4,5 y anteriormente de 4,2.

Sin embargo, desde que inició la medición del ICC, los meses de diciembre y enero, en especial este último, se han caracterizado por ser periodos en que la confianza de los consumidores subía por encima del promedio.

Será a partir de los siguientes meses en que se demostrará si lo sucedido recientemente corresponde a un despegue de la confianza, la cual ha estado ausente por 36 meses consecutivos.

Es decir, desde febrero del 2011, el ICC marca puntajes iguales o menores a cinco puntos, porcentaje que demuestra desconfianza en el consumidor.

El indicador es construido con una encuesta a 400 familias y su escala es de 0 a 10 puntos, donde 5 es el límite entre el optimismo y el desánimo económico. Incorpora la situación económica actual de las personas y las expectativas que tienen sobre sus ingresos y su disposición al gasto.

Mejores expectativas

Para todo el 2013, el promedio del ICC fue de 4,1 y tuvo niveles tan bajos que se acercaron a los que se presentaron en la crisis económica entre el 2008 y el 2009.

En los últimos meses, la situación mejoró. Entre las razones del incremento en enero están la estabilidad que presentaron varias de las consultas que se le hacen a los consumidores, es decir, no hubo cambios en comparación con el mes anterior.

Además, uno de los factores que se evalúa –léase las condiciones que esperan de la economía del país en los próximos cinco años– sí tuvo un repunte.

En este rubro, las personas que consideraron que Costa Rica tendrá buenas condiciones económicas y estabilidad pasaron de 23% a 28%. Más significativa fue la disminución en el porcentaje de las personas pesimistas, las que dicen que dentro de cinco años se enfrentarán al desempleo bajaron en ocho puntos porcentuales y se ubicaron en 54%.

Las expectativas de corto plazo, es decir, a un año plazo, también mejoraron. Los consumidores que piensan que tendrán una mejor situación pasaron del 40% al 46%.

La diferencia está en que en enero del 2013 este porcentaje de consumidores era más alto, un 50% decía que estaría mejor.

De los nueve años completos que tiene el ICC, en seis, cada mes de enero ha sido superior al promedio de ese año.

No obstante, del 2011 a la fecha, estos impulsos que da cada inicio de año han presentado una tendencia a ser menores. .

Las expectativas para este año en lo que concierne al consumo que realizan los hogares se espera que sean mayores. El pronóstico hecho por EF y Unimer sitúa un 3,8% de incremento, mismo porcentaje que el proyectado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su Programa Macroeconómico para el 2014-2015.

Rodrigo Bolaños, presidente del BCCR, explicó que el aumento previsto se puede explicar desde la mejoría que tendría el ingreso nacional disponible, con un aumento del 4,6%.

A su vez, este componente aumentaría porque se espera que suba la cantidad de personas empleadas y su respectivo ingreso debido a una mayor actividad en el sector de construcción de obra pública.

Bolaños añadió que también se estima una mejora en lo que se refiere a los términos de intercambio, específicamente a un aumento en el valor de las exportaciones.

Para el economista Luis Mesalles, la mejoría en la confianza es congruente con la actividad económica que se presentó en noviembre y diciembre pasados.

La obtención de una mayor confianza podría explicarse por el hecho de que el empuje en la economía ha surgido de las empresas en zonas francas.

Aunque la economía local crece, existe la percepción de que está por abajo de un nivel de bonanza, agregó Mesalles.