El fuerte aumento del dólar complicó la economía en el 2014

La volatilidad en el tipo de cambio sacudió el escenario económico; inflación y la tasas subieron levemente

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El 2 de enero del 2014, el tipo de cambio promedio en el mercado mayorista de Costa Rica era ¢0,06 más barato en comparación con el mismo día del 2013. Tenía una diferencia del 0,01%, es decir, no había devaluación o apreciación.

En cuestión de dos meses, el 28 de febrero, el valor del dólar ya tenía una diferencia hacia arriba de ¢50. Es decir, había ocurrido una devaluación del 10% con respecto al 2013.

La convulsión en el mercado cambiario continuó y se prolongó hasta la mitad del año hasta que las nuevas autoridades del Banco Central emitieron directrices para tratar de evitar cambios violentos.

Empero, como resultado de esa volatilidad, el precio del dólar se alejó del piso de la banda cambiaria (¢500) y complicó los resultados de las principales variables económicas del 2014 .

Un tipo de cambio más alto trajo consigo aumentos en bienes importados y, en especial, los regulados como los combustibles, cuya fórmula de cálculo toma en cuenta el nivel del dólar.

La consecuencia fue considerable: el nivel de la inflación interanual se salió del rango meta establecido por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en enero pasado (entre 3% y 5%).

Sin embargo, el presidente del BCCR, Olivier Castro, considera que lo más importante en el 2014 fue precisamente generar estabilidad al valor del dólar, pues esa condición evita “sustos” grandes para las empresas y las personas.

La volatilidad de la moneda extranjera durante el primer semestre también tuvo como consecuencia mayores montos negociados en el mercado Monex y un ajuste en la demanda de crédito, pues el financiamiento en colones fue el más demandado en este año.

Paralelamente, los participantes en la economía aumentaron la demanda por crédito en colones y decidieron subir el monto de sus inversiones en dólares, dijo el gerente general interino del Banco Bansol, Olger Porras.

Las cifras más recientes divulgadas por el Central indican que el crédito al sector privado en moneda nacional aumentaría al cierre de diciembre en un 18%, mientras que en dólares el porcentaje de incremento sería de un 8%.

Castro –quien está a la cabeza del Central desde el pasado 8 de mayo– ha insistido en darle estabilidad al dólar e incluso manifestó que en Costa Rica la gente prefiere y gusta de un dólar estable.

José Rafael Brenes, gerente general de la Bolsa Nacional de Valores y exgerente del BCCR, afirmó que claramente la política cambiaria privilegió la estabilidad y, por lo tanto, restó impulso al proceso de metas de inflación.

Condiciones adversas

Las elecciones presidenciales con dos rondas de votación, el cambio de Gobierno y también la reducción en la calificación de riesgo para Costa Rica por parte de la agencia Moody’s fueron algunos de los hechos que influyeron en el desempeño de la economía, según los especialistas consultados en las últimas semanas del 2014.

Además, el camino de la economía costarricense se hizo más empinado cuando la empresa Intel anunció el cierre de su departamento de manufactura ubicado en Costa Rica a inicios de abril. Las exportaciones de esta compañía constituían motores que impulsaban la producción y aliviaban los pesos en las cuentas nacionales.

Otras firmas también anunciaron el cierre de operaciones, como Bank of America y, por ende, la salida de cientos de empleados. Además, se reconoce que el crecimiento porcentual de la producción medido por el Índice Mensual de Actividad Económica ha sido insatisfactorio de acuerdo con las capacidad de los recursos que tiene el país.

El reflejo de una actividad débil o que está por abajo de los niveles posibles es el porcentaje de desempleo en el país, donde la más reciente medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indica que es de un 10% para el tercer trimestre.

Aunque el crecimiento aún se mantiene en cifras positivas y en porcentajes alejados del cero, la velocidad a la que marcha la economía del país es lenta o débil para los ascensos que debe enfrentar, como por ejemplo fluctuaciones en el tipo de cambio.

Según Mauricio Hernández, gerente general del Portfolio Advisory Group (PAG) de Scotiabank, la economía local no logró niveles óptimos en lo que se refiere a la generación de confianza para el consumidor y el empresario. “Pesan sobre el crecimiento económico los costos de producción cada vez más altos en materia de energía y otros servicios regulados. (...) El atraso en infraestructura cada año resta más puntos de apoyo al crecimiento económico potencial”, agregó.

Gabriel Alpízar, gerente de riesgo financiero del Banco de Costa Rica (BCR), toma consideración otros hechos ocurridos en el año y que pudieron tener alguna influencia en el impulso productivo, como por ejemplo, el proceso de elecciones presidenciales y la expectativa creada sobre el nuevo el plan de gobierno.

Alpízar también mencionó el efecto que pudo tener Intel, aunque recordó que ese impacto se ve reducido proporcionalmente porque también descienden las importaciones.

“El comportamiento del IMAE ha sido bajo, no se ha logrado un crecimiento ambicioso que logre sacar a Costa Rica de los niveles de pobreza (21%) y no permite combatir, con un mayor aumento de impuestos, el déficit fiscal”, agregó.

Junto con estos indicadores existen otros que señalan condiciones económicas débiles. Uno de estos es el Índice de Confianza del Consumidor de EF, que a lo largo del 2014 muestra una tendencia a la baja y se acumulan los meses en los que las personas dicen estar desconfiadas sobre la situación económica de su entorno familiar y del país.

La más reciente medición fue de 4 puntos, de un máximo de 10, y en todo el año no ha sobrepasado el nivel de 5 puntos, que es el mínimo para que se determine confianza.

Entre los empresarios tampoco hay optimismo. En el estudio Barómetro de Empresas de la firma Deloitte un 56% de altos ejecutivos encuestados dijo que el clima para invertir en el país peor que hace un año.

Incertidumbre sobre el nuevo gobierno y la falta de claridad en el rumbo de la economía son las razones que dicen tener los ejecutivos para su pesimismo.

Incremento en tasas

El 2014 también terminó con un aumento en las tasas de interés. Aunque fue paulatino, la Tasa Básica Pasiva cierra el 2014 en 7,20%, 0,7 puntos porcentuales más alta de como inició en enero.

La mayor demanda por créditos en colones originó ese aumento que se presentó desde marzo pasado.

Según Norman García, analista financiero del grupo Acobo, el incremento fue menor al esperado, en parte a que el Gobierno solventó parte de sus necesidades de financiamiento con la emisión de los bonos de deuda externa.

No obstante, la amenaza de un creciente déficit fiscal y el anuncio de un presupuesto con un incremento del 19% crean nerviosismo en el mercado y surge la expectativa de que el Gobierno presionaría las tasas al alza en los próximos meses a pesar de que aún cuenta con la posibilidad de hacer otra emisión por $1.000 millones.

Así, con un tipo de cambio controlado por interferencia del BCCR, los inconvenientes para el próximo año se presentarían en variables como las tasas de interés o el nivel de la inflación.