Empresas son mejores deudores respecto de las personas

Personas tienen una proporción mayor entre los créditos con calificaciones de riesgo más altas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Las personas son las tienen los mayores saldos de créditos abiertos en entidades financieras en comparación con las empresas pero, además, son las que también poseen la mayor proporción de montos con la peor calificación de riesgo por parte de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

Las empresas han logrado ser mejores pagadoras de sus obligaciones financieras.

Del monto total de préstamos activos de personas en el sistema financiero, el 4,6% se encuentra en el denominado nivel 3 (de mayor riesgo), mientras que entre las compañías solo el 1% está en esa clasificación.

La normativa local establece cuatro niveles para clasificar a los deudores. El 1 es aquel que se aplica a quienes, a pesar de las variaciones en tasas de interés o tipo de cambio, tienen la fortaleza suficiente para enfrentar sus obligaciones.

El nivel 3 aplica para quienes en condiciones económicas normales enfrentan debilidades en su capacidad de pago. El 4 es para los que definitivamente carecen de alguna posibilidad para pagar.

A octubre del 2014, las operaciones personales sumaban un total de ¢10,5 billones, de los cuales casi ¢500.000 millones se encuentran en el grado más riesgoso.

En el sector corporativo, las deudas sumaban para esa misma fecha ¢6,76 billones, de los cuales cerca de ¢70.000 millones están ubicados en el nivel 3.

Otra de las particularidades encontradas en las cifras remitidas por Sugef, es que el monto con más riesgo entre las personas ha aumentado e, incluso, se ha mantenido en los últimos tres años.

Entre diciembre del 2013 y octubre pasado, la cantidad de dinero adeudado en esa clasificación tuvo un incremento de 15%.

Sin embargo, las compañías más bien han bajado el ritmo de crecimiento de deudas con más riesgo de impago.

Entre el 2012 y el 2013, el nivel 3 de saldos para las corporaciones subió 10,4%, pero a octubre pasado el porcentaje de aumento solo era del 6,3%.

Estos montos están repartidos entre un total de 1,3 millones de deudores en diferentes entidades del sistema financiero, cifra que incluye los que pueden tener más de una operación vigente.

Para Vidal Villalobos, gerente de estudios económicos del Portfolio Advisory Group de Scotiabank, usualmente los bancos aplican más filtros a los créditos empresariales en comparación con los personales.

“Para las empresas, no solo se analiza el comportamiento de pago histórico y su capacidad actual, sino que también se valoran sus estados financieros”, explicó.

Otra de las razones de la mejor posición que tienen las compañías ante los bancos, es que en estos casos el servicio de atención suele ser más directo y esto facilita acuerdos entre las partes si existen problemas en los pagos por razones coyunturales. Por lo tanto, al existir estos convenios, se evitan descensos en las calificaciones.

Carteras sanas

Al analizar los saldos de las carteras crediticias por tipo de entidad, los bancos privados son los que tienen en mayor proporción los créditos mejor calificados.

Estas firmas poseen el 2% de sus préstamos en el nivel 3, mientras que los bancos públicos tienen un 4%, pero son las mutuales las que tienen la mayor cantidad de operaciones en riesgo (5%).

Eugenia Meza, gerente general de la Mutual Cartago de Ahorro y Crédito (Mucap), explicó que la calificaciones en el registro de la Sugef incluyen la atención de las obligaciones de cada deudor en todo el sistema financiero y no solo en una entidad.

Por ejemplo, una persona podría estar al día en Mucap con su crédito hipotecario, pero existe la posibilidad de que tenga pendientes saldos de tarjetas de crédito en otras instituciones.

Si esas deudas son calificadas como pérdidas por los bancos, entonces ese deudor se ubicará en el nivel 3 en cualquier intermediario financiero.

“Eso es lo que denominamos contagio pues la calificación de nuestros deudores se ve deteriorada por causas ajenas a la atención de la deuda que esos clientes mantienen con Mucap”, añadió Meza.

Por ese motivo, solo el 25% de los deudores en el nivel 3 registran problemas de pago directamente en transacciones que hayan efectuado con Mucap.

Para el caso de los bancos privados, Villalobos detalló que su cartera relativamente más sana puede obedecer a que los privados suelen ser más ágiles en atender y reestructurar las operaciones que presenten atrasos y de esa manera evitar caer en el nivel 3.

Además, dijo Villalobos, la banca pública tiene más presencia en el financiamiento de sectores que son más cíclicos o vulnerables al entorno económico, así como operaciones en zonas rurales, debido a la cantidad de años de operación y por el objetivo social que deben cumplir.

Según Villalobos, también deben considerarse variables como la estabilidad en el tipo de cambio y en las tasas de interés, específicamente en la Tasa Básica Pasiva, pues el comportamiento de estas influirá en si algunos deudores ven afectada su capacidad de pago en los préstamos.