Estanflación amenaza a las economías, pero aún es poco probable para Costa Rica

En Costa Rica, la inflación va alza pero también se prevé un 3,9% de crecimiento económico

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La pandemia trajo consigo diversos problemas que complicaron el panorama económico de todo el mundo: se generó una crisis de empleo en muchos países y los precios de las materias primas comenzaron una tendencia al alza y las cadenas de suministro enfrentan dificultades para abastecer la demanda en algunas regiones.

Ante la combinación de esa serie de factores, resurge el concepto de estanflación (stagflation en inglés) que, en palabras sencillas, se da cuando un país enfrenta estancamiento económico, un importante nivel de desempleo y una tendencia al alza de los precios.

El término se acuñó en Europa, en Reino Unido, durante uno de sus periodos de alta inflación y desempleo durante el siglo pasado. Con las condiciones económicas adversas que continúan, el riesgo de un fenómeno como el descrito acecha a varias naciones, incluyendo la costarricense. El resurgimiento del tema se acentúa frente al aumento de la inflación en países como Estados Unidos y la Eurozona.

El medio de comunicación especializado Bloomberg publicó a inicios del mes de setiembre un artículo sobre el riesgo del Reino Unido a una estanflación, a medida que la economía se enfría y los precios suben. El medio Quartz, por su parte, también citaba los riesgos del fenómeno y la tendencia al aumento de las búsquedas en Google del término, en medio de una crisis energética que ya afecta las inflaciones en Europa, por ejemplo.

En Costa Rica la inflación ha estado al alza en los últimos dos meses y el desempleo aún se encuentra en niveles históricos. Ante esta coyuntura, ¿hay riesgo de estanflación en el país?

Coyuntura nacional

Con la llegada de la pandemia al país la economía cayó en -4,1% el 2020, cuando los comercios se cerraron y se generó una ola de desempleo y recortes de jornadas.

Pese a las afectaciones sufridas el año anterior, existen señales de recuperación en los últimos meses e incluso la economía llegó al nivel de actividad económica que se mantenía antes de la pandemia.

Aunado a esto, las expectativas de crecimiento económico para este 2021 se modificaron al alza en agosto anterior y el Banco Central espera que la producción crezca un 3,9%. Este número es superado por las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el país, pues aseguró que el PIB podría crecer hasta un 4,7% al cierre del año.

Sin embargo, la tasa de desempleo continúa alta. Este indicador sobrepasó el 24% ―nivel histórico— tras la llegada de la pandemia y poco a poco muestra una dismininución. Para el trimestre móvil de junio, julio y agosto la tasa alcanzó un 16,4%, la más baja desde marzo del 2020.

Pese a que el desempleo ha bajado conforme avanza el 2021, aún no llega a los niveles de los trimestres móviles de diciembre 2020-febrero 2021 o enero-marzo 2021, meses con nula o muy poca afectación por las medidas contra la COVID-19.

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Aunado a dichas variables, para el economista Vidal Villalobos, algunas señales hacen pensar que una potencial estanflación en Costa Rica no es posible actualmente; una de estas es que la inflación que ha venido en aumento en los últimos dos meses aún está en niveles bajos.

La variación Interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para setiembre fue de 2,09% y más de un 60% de los productos que conforman al indicador aumentaron de precio. La cifra sobrepasó el mínimo del rango meta del Banco Central de Costa Rica (BCCR).

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“La estanflación es un proceso sostenido en el tiempo, no es un golpe. Hay que seguir observando las métricas de meses de manera sostenida”, agregó el economista.

Otra de las señales descritas por Villalobos es que la economía se mantiene en crecimiento, lo que se denota en las cifras fiscales y la recaudación de impuestos.

Según el reporte mensual del Ministerio de Hacienda, a setiembre se registraron ingresos totales por ¢4,5 billones (11,93% del PIB), para un crecimiento de 35,22% con respecto al mismo periodo del 2020. Dicho incremento se explica por la recaudación de los impuestos al valor agregado (IVA), renta y contribuciones sociales.

Por su parte, el gestor de portafolios de Acobo, Jorge Corrales, señaló que aunque hay riesgo creciente debido al incremento en la inflación, no sería el escenario base hacia futuro. Esto, porque Costa Rica aún está a la puerta de la aceleración en el crecimiento económico, ligada a la eliminación de restricciones implementadas por la pandemia.

“La reapertura en la actividad económica podría pesar más en el corto plazo que el daño que generaría la inflación a nivel local sobre la demanda. Además, si bien existen presiones externas, a nivel local aún tenemos una debilidad en el mercado de trabajo”, explicó Corrales.

Comportamiento de la inflación

La expectativa generalizada entre economistas, inversionistas y el mismo Banco Central de Costa Rica (BCCR) es que la inflación continúe en ese camino al alza en lo que resta del 2021.

Durante la presentación de la revisión del Programa Macroeconómico el pasado 30 de julio, el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, reconoció que habían presiones al alza sobre la inflación, como el aumento en los precios de las materias primas.

No obstante, dichas presiones aún se prevén transitorias, por lo que el Central aún mantiene su meta de inflación en el 3% para este año y el próximo, así como su política monetaria expansiva y contraciclíca.