Fantasma del default ronda nuevamente en Venezuela

Los temores de un impago se fundan en los dramáticos índices y las escasas probabilidades de un repunte significativo del crudo, fuente de 96% de las divisas en este país dependiente de las importaciones

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Caracas.- ¿Caerá Venezuela en default? El fantasma de una suspensión de pagos vuelve a rondar al correr los plazos para que el país cancele $3.767 millones de deuda en lo que resta de 2017.

La petrolera estatal PDVSA debe pagar el viernes $985,1 millones de amortización parcial de su bono 2020; y el próximo jueves, $1.169,1 millones de un papel que se extingue ese día.

El capital de ambos instrumentos no tiene período de gracia -a diferencia de los intereses (30 días)-, por lo que PDVSA está obligada a pagar un mínimo de $842 millones el viernes, y $1.121,5 millones el 2 de noviembre.

De no hacerlo, el país incurriría automáticamente en incumplimiento, añadiendo más problemas a su colapsada economía.

La probabilidad de que PDVSA caiga en default en 2018 subió a 79%, y a 99% para los próximos cinco años, según Bloomberg.

LEA: Deudas, sanciones y deterioro: el petróleo de Venezuela agoniza

Ya la calificadora de riesgos SP Global Ratings colocó los bonos de PDVSA bajo vigilancia negativa, un temor alimentado por las sanciones que Estados Unidos impuso a Venezuela en agosto.

Esas medidas prohíben a los estadounidenses negociar nueva deuda pública venezolana y, según expertos, ya impactan los medios de pago del gobierno.

En total, entre deuda soberana y de PDVSA, el país petrolero debe pagar 41.634 millones en octubre; $1.890,6 millones en noviembre, y 4242,5 millones en diciembre, según la firma Aristimuño Herrera & Asociados.

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Entre el 12 y 21 de octubre tenía que cancelar intereses por varios papeles con período de gracia, de los cuales -según consultoras privadas- solo ha saldado $41,21 millones del PDVSA 2037.

Las reservas venezolanas se ubican en $10.088 millones, el nivel más bajo en dos décadas.

Los temores de default se fundan en los dramáticos índices y las escasas probabilidades de un repunte significativo del crudo, fuente de 96% de las divisas en este país dependiente de las importaciones.

El PIB se contrajo 36% en los últimos cuatro años, según la firma Econoanalítica, que calcula en $12.000 millones el déficit externo para 2018, cuando, asegura, Venezuela entrará en hiperinflación. El FMI proyecta que será de 2.349,3% en 2018.

Sin embargo, el gobierno socialista de Nicolás Maduro intentará evitar a toda costa una cesación de pagos, como ha sido su política basada en una agresiva reducción de importaciones, opinan analistas consultados por la AFP.

"Tratará de pagar bajo cualquier circunstancia. El gobierno es consciente de que el costo de no hacerlo es muchísimo más alto que el costo de hacerlo", dijo César Aristimuño.

Pero cumplir con los acreedores -que según Maduro están en un 70% en Estados Unidos- avizora que la escasez de alimentos y medicinas -de los cuales el Estado es el mayor importador- seguirá siendo aguda.

Las importaciones cerrarán este año en $12.500 millones, frente a unos $70.000 millones de 2012, de acuerdo con Ecoanalítica.

Según esta consultora, para hacer caja Maduro congeló en septiembre la asignación de divisas al sector privado. El gobierno monopoliza esos recursos mediante un control de cambios.

De honrar sus compromisos, habrá pagado este año $9.914,5 millones, detalla Aristimuño. Las obligaciones de 2018 suman $8.018 millones, de una deuda externa estimada en $100.000 millones.

Maduro se jacta de haber pagado $60.000 millones en compromisos internacionales desde 2015, a pesar de lo que denuncia como una "guerra económica" de Estados Unidos y la derecha local.