Gasto de los consumidores será menor este año que el estimado en enero

Pronóstico de EF-Unimer de crecimiento en el consumo de los hogares es del 3,4% para este año

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Era de esperarse. Una economía con un crecimiento débil, sin generación de empleo y un consumidor desconfiado darán como resultado un menor crecimiento en el consumo privado costarricense en el 2013.

El pronóstico de EF, a junio de este año para el consumo privado, es decir, el que hacen los hogares, es de un incremente del 3,4%, porcentaje que es menor a la proyección que se hizo en enero y a la que hizo el Banco Central de Costa Rica (BCCR) también a principio de año que fue de un 3,8%, en ambos casos.

Una de las razones de ese menor aumento en el gasto responde a un estancamiento en el desempleo, variable que ha impedido generar más confianza y que, a su vez, estimule el gasto de las personas.

El consumo privado representa el 65% en el cálculo de gasto del Producto Interno Bruto (PIB), por lo tanto, la demanda de bienes y servicios por parte de las familias es lo que más mueve la economía local, según la metodología del BCCR.

Sin embargo, el gasto que puedan hacer las personas está asociado a los ingresos mediante empleo y a si la entrada económica tiene un aumento real.

La proyección de EF, elaborada por la firma Unimer, también utiliza en el cálculo el Índice de Confianza del Consumidor (ICC). Este indicador presenta, desde inicio del 2011, una tendencia decreciente y sigue indicando un estado de desconfianza por parte de las personas sobre su situación económica presente y también respecto a sus expectativas y corto y largo plazo.

En general, el ICC no ha subido de 5 puntos desde hace 29 meses, valor que marca la diferencia entre confianza y desconfianza. Incluso, los primeros seis meses de este año ha sido uno de los periodos en lo que el promedio ha estado más bajo, solo superado por el pesimismo que se registró en el 2009.

En el cálculo del pronóstico, Unimer registra que al considerar trimestres y compararlos por año, en el 2011 se registraron variaciones negativas del ICC hasta de 15%, que se suman a las del 2012 con descensos del 5%.

Por el lado de los principales indicadores económicos, el 2013 se vislumbraba como un año tibio al compararlo con los anteriores.

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Sin embargo, las expectativas se deterioraron aún más conforme pasó el tiempo, al punto que recientemente el presidente del BCCR, Rodrigo Bolaños, reconoció que el aumento de la producción será menor a un 4%.

El nuevo cálculo de la entidad emisora deberá ser anunciado a más tardar el 31 de julio próximo en la revisión del Programa macroeconómico 2013-2014.

Las primeras señales de una desaceleración se vieron con el débil comportamiento del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), pues a mayo pasado su crecimiento interanual fue del 1,68% y en los primeros cinco meses del año muestra una ligera contracción del 0,2%.

Un asunto de empleo

Dentro de la fórmula para hacer la estimación de consumo, los cambios en la cantidad de personas empleadas tienen más peso relativo. Por un 1% que cambie el empleo, la proyección de consumo se afecta en un 0,64%.

Economistas consultados consideran esperable este comportamiento al argumentar que el lastre que limita el gasto es el poco crecimiento en nuevas contrataciones, y que precisamente lo anterior es el reflejo de las condiciones económicas, pues las empresas carecen de confianza para hacer inversiones.

Según el economista y subgerente financiero del Instituto Nacional de Seguros (INS), Andrés Víquez, las condiciones que se han visto recientemente explican el motivo del estancamiento del desempleo, pues ha habido poca inversión pública y sectores como el de la construcción reporta una caída en sus actividades.

Precisamente, en el primer semestre este ramo reportó un descenso del 7,6% por la medición de metros cuadrados tramitados en comparación con el mismo lapso del 2012, incluidos sector público y privado.

Además, agregó Víquez, otros sectores como industria manufacturera y agricultura también reflejan decrecimientos en los primeros meses del año.

Uno de los casos por evaluar es el sector comercial, que según el IMAE creció de manera interanual 3,87%, pero Víquez advirtió que se debe esperar para ver si ese aumento es por un buen momento del último semestre del 2012 o que también viene impulsado por actividad en el 2013.

De esa manera, se ve influenciado el comportamiento del empleo. En el campo privado predomina la fuerza del mercado, es decir, si los empresarios ven que la demanda de sus productos está ante una inminente caída, entonces limitarán sus contrataciones y aplicarán cautela extrema en sus planes.

Por otro lado, está el sector público, que puede dinamizar las contrataciones, pero tampoco se vislumbra un repunte, en especial, porque se carece de más actividad en las obras públicas.

Lo anterior puede tener varias explicaciones, dijo Víquez. La primera es que la contratación pública suele ser lenta y la segunda que las finanzas públicas tampoco lo permiten, en especial, si se considera que el déficit fiscal es alto y que se carece de recursos para llevar a cabo grandes obras.

El economista Gabriel Alpízar también considera que el nivel de crecimiento económico que tiene el país en este momento es insuficiente para impulsar la creación de empleo y, por ende, el gasto de las familias.

Explicó que, aunque parte de quienes tienen empleo pueden registar aumentos en sus ingresos, aunque mínimos, la cantidad de personas que reciben un salario no crece y lo mismo pasa con el consumo.

Alpízar respaldó sus argumentaciones con el comportamiento del Ingreso Nacional Disponible (IND) por persona, cuyos movimientos se asemejan al consumo.

Hairo Rodríguez, economista y subgerente del Banco Cathay, coincidió en que la falta de crecimiento en el empleo es la principal amenaza del consumo.

Explicó que, por lo menos, en los últimos dos años, el consumo privado se ha mantenido poco influenciado por las débiles condiciones generales de la economía, que más bien es este factor el que ha mantenido a flote los niveles de producción.

Sin embargo, en los meses recientes se empezó a ver el debilitamiento general y, según Rodríguez, el comportamiento del consumo apenas da para que alcance niveles entre un 3% y un 3,5% e incluso menos, precisamente por la debilidad de la economía.

La mayor preocupación ahora es que no se vislumbran dinamizadores o motores que levanten el ritmo productivo y, además, estamos en un año preelectoral, en el que, con mucha probabilidad, las decisiones se postergarán hasta pasadas las elecciones del 2014.

No todos ven una caída sin cambio. Hernán Varela, oficial de riesgo de Aldesa, considera que el consumo puede repuntar en el segundo semestre debido a menores presiones inflacionarias y aumento del crédito.

Pesimismo

La medición del ICC de junio dio como resultado un puntaje de 4,2, de un máximo de 10 y representó una caída de dos décimas con respecto a mayo pasado, algo que indica que las familias siguen pesimistas.

El motivo de esa desconfianza radica en que el 50% dijo que su situación económica es peor que hace un año.

No obstante, el pesimismo también está presente en la parte empresarial. El Índice de Expectativas Empresariales (IEE), elaborado mediante encuesta del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), marcó su nivel más bajo de toda la serie para el tercer trimestre del 2013.

Según el estudio, que mide condiciones de empleo, ventas, producción, utilidades y posición competitiva de la empresa, las peores proyecciones provienen de los sectores agropecuario, construcción y, en menor medida, manufactura.

Otra medición, el Índice de Confianza del Sector Comercial de la Cámara de Comercio de Costa Rica, también mostró una caída en el optimismo y se ubicó precisamente en niveles históricamente bajos.

El factor que más influyó fueron las opiniones adversas de los empresarios acerca de su situación actual. Al descomponer por variables estudiadas, la del empleo es la que tiene los puntajes más bajos con respecto a las otras que se estudian como ventas, economía y condición de la empresa.

Para ese periodo, el IEE llegó a un puntaje de 51,9, muy cerca del valor 50, el cual indica una opinión neutral sobre optimismo y pesimismo.

Ambos estudios reflejaron que la tendencia que predomina es la de mantener la misma cantidad de empleados en las empresas. El crecimiento de esa estabilidad se reflejó en menores porcentajes de quienes dijeron que pretenden hacer más contrataciones en comparación con el primer trimestre del 2013.

Expectativas conservadoras

Por el lado de las empresas que atienden a los consumidores, las expectativas tienden a ser conservadoras.

Javier Kopper, gerente de operaciones de Inversiones Kopper Muñoz (CitiCinemas de Grecia), afirmó que el crecimiento esperado para el negocio no es bueno porque la economía está deprimida y el consumidor receloso para gastar más.

Para Kopper, los motivos por los que las personas gastan menos son varios, y van desde que el Gobierno tiene su presupuesto comprometido con salarios y está limitado para hacer obras, hasta la existencia de la restricción al crecimiento del crédito.

En otro sector, el de ventas de vehículos, el panorama es moderado. Juan Ignacio Sansó, gerente de producto de Hyundai de Grupo Q, calificó el primer trimestre del 2013 como excelente, pero dijo que se nota un comportamiento cauteloso en el consumidor aunque no detalló cuál es el fundamento o cómo se ve reflejada esa cautela.

Sobre la posibilidad de una caída en el consumo, el representante de la distribuidora de carros dijo que podría estar asociada a lo que sucedió con la pasada Expomóvil que se enfrentó a cierres por las autoridades municipales. También mencionó las limitaciones al crecimiento del crédito y la propia confianza del consumidor, la cual no ha repuntado.

Según Sansó, esperan que el sector de comercialización automotriz no caiga más de un 4% con respecto al año pasado.

Este par de compañías alistan estrategias para tratar de evitar que un descenso en las compras los afecte severamente.

Sansó, de Grupo Q, dijo que, en el caso de Hyundai, mantienen las metas de ventas con las que iniciaron el año y que reajustan las estrategias de mercadeo y precios de algunos modelos para lograr los objetivos.

En Citicinemas aplican paquetes de descuentos promocionales y actividades que logren atraer a las personas. Kopper informó que trabajan en alianzas estratégicas para capitalizar la empresa y de esa manera sustituir las herramientas bancarias.

También han dado paso a las alianzas comerciales, por ejemplo con la marca Coca-Cola, para explorar cómo utilizan recursos para inversiones publicitarias conjuntas, dijo el empresario.

Las proyecciones de consumo

Escenario bajo

3,1%

Escenario recomendado

3,4%

Escenario optimista

3,6%

La proyección de consumo se elabora con diferentes escenarios para el Índice de Confianza del Consumidor, el nivel de ocupación y el salario real. Por medio de una ecuación ajustada y validada, se desarrolla con estas variables un coeficiente de correlación, que a su vez comprueba o demuestra que existe un error mínimo entre los componentes y el consumo.