El Ministerio de Hacienda tendrá que pagar, por deuda interna, un total equivalente de $1.710 millones entre mayo y diciembre del 2014, de los cuales unos $420 millones provendrán de los recursos captados por los eurobonos.
Del monto total de deuda, la mayoría se concentra en tres meses: junio, setiembre y noviembre, con más de $300 millones cada uno. Para estos periodos, existe una concentración de vencimientos de bonos emitidos por el Gobierno.
Los primeros pagos son precisamente en junio, pues el Gobierno debe destinar $278 millones a pagar bonos de corto plazo (TP0) en colones. El 24 de setiembre se debe hacer el segundo gran pago por $268 millones, debido a un título en moneda local que fue emitido en el 2007.
El 19 de noviembre es el último de los mayores pagos, en esa fecha vence un título denominado en dólares, vigente desde el 19 de mayo del 2013, por $250 millones. Los saldos solo incluyen el monto principal y a estos deben añadirse los intereses correspondientes a los vencimientos.
Todas estas deudas deben pagarse mediante la emisión de nuevos bonos o con los ingresos corrientes del Estado.
Una tercera opción son los dólares que tiene Hacienda provenientes de la colocación internacional realizada el pasado 1 de abril. En total, la suma es de $1.000 millones y según el director de crédito público de esa cartera, Juan Carlos Quirós, esa cantidad se mantiene íntegra en las arcas estatales.
El funcionario adelantó que en lo que resta del 2014 se espera utilizar un aproximado de $420 millones de estos eurobonos para cancelar deudas en dólares.
“Se estima que el remanente se podría utilizar para cancelar deuda denominada en colones o bien se podría utilizar durante el próximo año”, agregó Quirós.
Deuda interna
Hacienda también puede emplear de nuevo la emisión de bonos locales, cuya programación se hace semestral. Para los primeros seis meses de este año, el Gobierno había calculado que requeriría de ¢950.000 millones.
La cifra anterior no incluyó la utilización del dinero de los eurobonos y fue un 46% más alta en comparación con la captación del primer semestre del 2013.
En el segundo semestre del año pasado, la colocación de instrumentos de deuda fue de ¢644.539 millones. Para este periodo, ya habían sido emitidos los eurobonos del 2013 y en ese año el Gobierno pudo disponer plenamente de esos recursos provenientes del exterior.
La primera emisión de bonos internacionales se hizo en noviembre del 2012 y la captación al año siguiente se redujo para los semestres siguientes.
Por lo tanto, es una posibilidad que Hacienda baje la demanda de recursos para el segundo semestre de este año, en especial porque tendrá, al menos, dólares para cubrir las deuda en esa moneda.
Monto manejable
Para Adriana Rodríguez, economista y jefe de estrategia de Aldesa, el monto total de vencimientos en lo que resta del año es manajable debido a que el perfil de la deuda se ha alargado en lo que respecta a plazos y también por el dinero disponible de los bonos de deuda externa.
Agregó que la búsqueda de recursos que hará Hacienda para satisfacer esos pagos pendientes de corto plazo no deberían presionar al alza las tasas de interés locales.
Un criterio similar tiene Vanessa Olivares, gerente general de BCR Valores, para quien los vencimientos de Hacienda son similares a los observados en los últimos años.
Además, la autoridad fiscal se dedicó a recaudar montos que calificó de importantes en los primeros meses del 2014 y que son acordes con los vencimientos.
De acuerdo con Olivares, las colocaciones del Gobierno en el mercado de valores se han realizado con un incremento agresivo en los rendimientos de los títulos.
“El Ministerio de Hacienda, a su vez, ha realizado subastas inversas y canjes que le han permiten diluir los vencimientos proyectados para este año”, agregó Olivares.
Sin embargo, la analista advirtió un escenario que se puede presentar en el transcurso de la segunda mitad del año. Para ella, la competencia por los recursos entre Hacienda y los bancos comerciales puede presentarse, pero la presión sobre las tasas dependerá de la liquidez de la economía, es decir, del dinero que tengan disponible las entidades financieras para efectuar préstamos.
La utilización de los dólares provenientes de los eurobonos para cancelar deuda interna en esa moneda evitaría que el propio Gobierno aumente la oferta de la divisa en el mercado cambiario y, por lo tanto, alejaría cualquier efecto sobre el tipo de cambio.
No obstante, si los inversionistas que tienen esos bonos deciden cambiar ese dinero a colones, entonces habrá una presión sobre la cantidad de dólares disponibles en algún momento del segundo semestre y es de esperar un descenso en el valor del dólar.