Los grupos financieros mantienen el optimismo y aguardan a que, en el 2015, la actividad financiera aumente y con ella sus ingresos y ganancias.
Durante los primeros tres meses del año, han visto con cautela el crecimiento del sector, debido principalmente a que los saldos de las carteras de crédito bajaron la velocidad de crecimiento en comparación con el 2014.
Aunque la colocación total de nuevos préstamos mantiene dinamismo, el impulso es menor que hace un año. El crecimiento del saldo el año pasado era de 16%, mientras que a marzo del 2015 fue de 8% en términos reales.
Los banqueros mantienen expectativas positivas para los meses que restan del año. Esas esperanzas se basan en un aumento en la demanda de préstamos y en un mayor dinamismo de toda la economía, la cual lleva una tendencia de desaceleración en los últimos meses, según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE).
Sin embargo, reconocen que para este año, no todo son factores externos o que no pueden controlar. Algunas entidades aceptan que deben aplicar esfuerzos en mejorar su gestión interna, es decir, aumentar sus niveles de eficiencia.
Lo anterior implica que refuercen algunas labores como la contención o el recorte de los gastos de todo tipo y otras acciones como la búsqueda de un fondeo eficiente y barato con el objetivo de sostener o aumentar las utilidades en el mejor de los casos.
De esa manera, las buenas proyecciones que se desprenden desde los grupos financieros tienen en el 2015 pilares que podrían derrumbarlas, pero al mismo tiempo hay otros que, hasta el momento, las han sostenido.
A favor de las expectativas positivas están otros indicadores económicos que se han mantenido relativamente estables. Ese es el caso de las tasas de interés y el tipo de cambio, además de que la inflación ha llegado a niveles bajos y se mantiene dentro del rango meta establecido por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Adicionalmente, la entidad emisora ha bajado en tres ocasiones su indicador de referencia que es la Tasa de Política Monetaria para un descenso total de 1,25 puntos porcentuales. Se espera que este ajuste llegue a afectar al resto de tasas de interés en el mercado financiero y a su vez los intereses que las entidades cobran por los créditos.
Incluso, el BCCR proyectó en su Programa Macroeconómico de enero pasado un crecimiento del crédito al sector privado de 12,8% , similar al comportamiento obtenido en el 2014.
Las cifras del año pasado demuestran que fue un periodo de recuperación, pues las utilidades totales de los grupos aumentaron en un 10% en términos reales (incluida la inflación). Las ganancias generales en el 2013 más bien fueron negativas con un decrecimiento del 9,7%.
En general, el 2014 no fue un año malo para los conglomerados, pero los del sector privado fueron los que tuvieron mejores resultados, mientras que el resto (públicos y otras entidades) prácticamente careció de crecimiento en las utilidades.
A los privados también les fue mejor en el aumento de créditos con respecto a los públicos. Los primeros lograron en total un incremento de 12,6%, mientras que los segundos, un 8%.
Eso sí, el año pasado logró borrar algunos malos resultados del 2013, pero sin crecimientos abultados.
Para este año, las administraciones de las entidades se enfocarán en mantener crecimientos a pesar de las amenazas externas.
Ajustes en camino
El Banco Nacional (BNCR) es uno de los que está percibiendo cambios en el mercado desde ya. Aunque tuvieron un crecimiento en el crédito en el primer trimestre de este año, registraron meses con desaceleración.
La entidad tiene una meta de aumento en el saldo de préstamos de 11%, pero según los análisis internos más recientes sugieren que el aumento más bien estará entre 7,5% y 8%.
Juan Carlos Corrales. gerente interino del BNCR, dijo que para el 2015 reforzarán las operaciones relacionadas con banca de desarrollo porque consideran que existen posibilidades de crecimiento en operaciones con pequeñas y medianas empresas.
En Banco Cathay, este año se centrarán en generar un aumento de la rentabilidad del 100% debido a un replanteamiento de su estrategia, pues pretenden enfocarse en los segmentos de negocio con mejores resultados y hacer una revisión cuidadosa en la estructura de gastos, explicó su gerente general interino, Hairo Rodríguez.
La entidad vendió recientemente parte de su cartera de créditos prendarios como parte de su depuración de actividades.
Rodríguez confía en que las condiciones económicas no afecten las metas de crecimiento basado en el servicio que puedan dar a sus clientes existentes y a los nuevos que puedan conseguir.
Davivienda es uno de los grupos que mantiene sus metas. Federico Chaves, director de finanzas, dijo que esperan lograr aumentos en crédito y utilidades por encima del 12% y que, según las cifras del primer trimestre, es factible lograrlo.
Chaves reconoció que el comportamiento macroeconómico es una variable fundamental en la elaboración de las proyecciones, pero que la desaceleración que puede ocurrir está dentro de los rangos de probabilidad que incluyeron desde el inicio.
Grupo Mutual es otro de los que pretende mantener tasas de crecimiento de sus préstamos entre un 11% y 12%, dijo su subgerente financiero, Sider Salas.
En esta firma, confían en que mantendrán niveles de ganancias similares a los del 2014, en tanto las tasas de interés sigan relativamente estables y permitan mantener el margen financiero y se contenga el gasto financiero, aseguró Salas.
Dentro del Banco Popular estiman que harán ajustes para que en el 2015 aumenten las utilidades en el orden del 4%. En el 2014, sus resultados reales no arrojaron crecimiento.
Gerardo Abarca, director financiero del Popular, afirmó que para mejorar sus indicadores de eficiencia quieren llevar a cabo una estrategia para mejorar su estructura de fondeo que a su vez disminuya el costo financiero. Añadió que también seguirán con procesos de automatización para disminuir los gastos.