Hacienda evalúa hacer una emisión de eurobonos en el primer semestre del 2022

Jerarcas del Ministerio afirman que esperan las aprobaciones legislativas relacionadas con el ajuste fiscal para luego enviar el proyecto que autorice estos nuevos bonos

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Elian Villegas considera que es adecuado preparar una nueva emisión de bonos soberanos (eurobonos) antes de que termine la presente Administración y para esto analiza el momento oportuno para hacerla en algún momento del primer semestre del 2022.

El jerarca del Ministerio de Hacienda afirmó, en una entrevista con EF, que la emisión de un eurobono de cara al cierre del periodo es una posibilidad que ha analizado y valorado de manera recurrente, pero depende de factores como una mejora en la calificación de riesgo del país, la aprobación de la hoja de ruta de reformas fiscales, que incluye el superávit primario, la aprobación de la ley de empleo público y los empréstitos con organismos multilaterales.

“Nosotros esperaríamos, que ojalá, y en el primer semestre del próximo año podamos llevar adelante esa colocación, prácticamente para dejarle al próximo gobierno la colocación de eurobonos lista. Hay que tener presente que para que eso ocurra, primero es importante que sigamos con la ruta trazada de ajuste fiscal, ello implica aprobar empleo público, aprobar las leyes que fueron convenidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, explicó Villegas.

No obstante, la posibilidad de una emisión o plan de emisiones requiere de aprobación legislativa, la cual que puede demorar.

El economista José Luis Arce, señaló que la idea de deuda en mercados internacionales es algo que incluso forma parte de los planes de financiación del Ministerio de Hacienda y del Banco Central de Costa Rica, especialmente de cara a 2023 en que vence una emisión de $1.000 millones.

“La idea se fue enfriando especialmente porque Hacienda probablemente sintió que no había espacio político para obtener la autorización”, agregó Arce.

En ese momento, dentro de la gestión de deuda pública Villegas considera que está cada vez más cerca de hacer una emisión de eurobonos en comparación con el año anterior, pero principalmente debido a que las condiciones de la economía local son más favorables.

La emisión de bonos soberanos le permitirá al país pagar el vencimiento del 2023 sin presionar excesivamente el mercado local, no sólo el de financiamiento, sino especialmente el cambiario.

No obstante, Arce enfatizó que para el 2022 considera necesario pensar en una emisión si se cuenta con financiamiento multilateral en el marco de un convenio con el FMI.

Los vencimientos en colones y dólares del próximo año se consideran “manejables”, tanto por el jerarca de Hacienda como por Arce.

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¿Es necesario?

La emisión de eurobonos es contemplada, según Villegas, como una importante oportunidad para la gestión de deuda pública, mas no indispensable para la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Por su parte el economista Douglas Montero, advirtió que es posible que al país no le alcancen los recursos solamente con los empréstitos y la gestión.

“Ha sido buena (la gestión) y le ha ayudado el acuerdo con el FMI, sin embargo, si algo falla tener una opción B sería muy buena estrategia. Sobretodo en este momento donde las tasas están bajas, los rendimientos también y en el caso de Costa Rica se aprovecharía el “buen” ambiente que hay.

Cualquier proyecto de ley para eurobonos debe de llevar de manera paralela la autorización de la emisión inicial y de la renovación, así sea dentro de 15 o 20 años. Esta es la estrategia que permite eliminar un riesgo de renovación que siempre subsiste en el inversionista internacional.

El economista y gerente de BN Valores, Melvin Garita, explicó el acceso del país a un financiamiento a través de emisión genera mayores grados de libertad a la gestión de activos y pasivos que realiza la Tesorería Nacional.

Una emisión de $1.000 millones por año durante varios años es el escenario que el jerarca de Hacienda describe como ideal, pues se estarían colocando alrededor de dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en el mercado internacional.

De esta manera si el país hace tres colocaciones anuales a un plazo de 15 o 20 años, se podrían llegar a abastecer más de cinco puntos del PIB.

“$1.000 millones corresponden a una cantidad de dinero que termina siendo interesante para una economía como la nuestra. Siempre hay que tener cuidado con el riesgo de renovación, por eso se vuelve muy importante dejar de una vez autorizada, la posibilidad de esa segunda misión”, agregó Villegas.

“La clave es si el convenio con el FMI sigue “encarrilado” y se obtiene el financiamiento externo multilateral y del FMI asociado con él. Si por razones políticas, en 2022 el convenio entra en un impasse y con ello los desembolsos de financiamiento externo multilateral para apoyo presupuestario se detienen o reducen, la presión de Hacienda en el mercado local podría ser importante”, agregó Arce.

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Es decir, el país actualmente cuenta con el flujo de caja y los recursos financieros para enfrentarse a sus obligaciones en el corto plazo, para ellos la aprobación de los diferentes empréstitos pueden ayudar a seguir cumpliendo con las obligaciones. No obstante, de cara al mediano plazo (año 2023 en adelante) es posible que el país sí se enfrente a una serie de presiones de vencimientos que pueden complicar el escenario de las finanzas públicas, por este motivo un eurobono con las condiciones adecuadas podría mejorar el panorama.

Por el contrario, si Costa Rica intenta ir al mercado internacional en un contexto donde el programa con el FMI esté suspendido o con dudas sobre su cumplimiento, significaría un costo más elevado de financiación y un aumento en la percepción de riesgo.

Tiempo perdido

La aprobación de una emisión requiere un proceso legislativo que se traducen en un periodo importante. No obstante, de acuerdo con Villegas, el país deberá esperar el momento oportuno para salir al mercado internacional.

Su objetivo es salir a hacer la colocación cuando el país tenga las ‘condiciones adecuadas’. La emisión de eurobonos está contemplada para dejarla colocada y que el próximo Gobierno sea quien se le saque provecho de manera que no tengan que ‘correr’ durante los primeros meses de gobierno para financiarse.

“Creemos que aún sin eurobonos podemos perfectamente trabajar en mejorar las condiciones para que quien reciba el Gobierno reciba una Hacienda Pública mucho más sana”, dijo Villegas.

Por su parte Arce considera que Hacienda y Presidencia perdieron tiempo valioso los meses anteriores para avanzar en la agenda FMI —más allá de empleo público— y al hacerlo y topar con una oposición metida de lleno en la campaña electoral y poco responsable fiscalmente ahora ponen en peligro el financiamiento multilateral para 2022 y el avance del ajuste lo que repercute en un financiamiento más costoso.

“Es poco probable que el ambiente legislativo sea favorable para ello, excepto que los que creen que ganaran las elecciones vean una emisión externa costosa como el único mecanismo para poder sortear el 2022 sin el FMI” enfatizó Arce.

Villegas reconoció que no tienen el proyecto de ley en este momento y dijo desconocer cuándo lo enviarían a la Asamblea Legislativa, pese a que la meta es hacer la emisión en los primeros seis meses del próximo año. “Creo que lo principal para nosotros es seguir con el ajuste fiscal, llevar adelante la discusión en la Asamblea Legislativa de los proyectos que están presentados desde el mes de diciembre del año pasado y ojalá lograr la aprobación de ellos para que el mercado internacional nos pueda hablar de una forma distinta”.

Condiciones favorables

Uno de los principales retos que enfrenta el Ministerio de Hacienda es salir al mercado internacional a hacer la emisión con condiciones mejores a las que ofrecen los inversionistas a nivel local.

Isaac Castro, viceministro de egresos, explicó que dentro de las valoraciones que hace el Ministerio está el estudio de la evolución de los rendimientos costarricenses en el exterior.

Con el proceso de gestión de deuda que se ha gestado desde el año pasado, el Ministerio de Hacienda ha favorecido la reducción de algunos puntos base a los rendimientos con los que se negociaban las obligaciones en el exterior, eso podría abrirle al país un mejor panorama de colocación.

El bono de Costa Rica a diez años está en 5,29% de rendimiento y el del 2045 en 6,75%, porcentajes que se consideran relativamente bajos y que sugieren que el país puede aprovechar las condiciones para salir con nuevos instrumentos.

“Viendo esto de aquí a los próximos meses, es muy probable que este perfil mejore y podamos salir al mercado a pedir mejores condiciones”, agregó Castro.

Por su parte, Arce advirtió que es muy difícil que en los próximos 12 o 24 meses mejore esa percepción y mucho menos la calificación soberana.

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Mejora en la calificación

Villegas y Castro son optimistas sobre la calificación de riesgo del país, ambos aseguran que la gestión estructural de finanzas públicas realizada por el Ministerio de Hacienda se verá reflejado en un alza en la nota por parte de las calificadoras de riesgo.

“Creo que es importante que las calificadoras hagan esa revisión de las cifras fiscales y que con base en esa revisión de las cifras fiscales ya hay suficiente material para que puedan realizar un cambio en la calificación”, señaló Villegas.

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El trabajo para reducir el déficit primario y el estricto cumplimiento de la norma fiscal, son factores a los que las calificadoras de riesgo les prestan atención para emitir su criterio. No obstante, Costa Rica calienta para un periodo electoral que podría complicar en todos los aspectos la mejora fiscal.

Castro recalcó que la velocidad con la que el país trabaja para hacer un ajuste en Costa Rica es diferente al de otros países en la región y este es un aspecto que a su criterio las calificadoras deberían ponderar y tomar en cuenta para emitir su criterio profesional.