La inflación volvió a subir en Estados Unidos en julio, por primera vez en más de un año, impulsada por los precios de la vivienda, pero se mantuvo estable a lo largo de un mes, según el índice de precios al consumo (IPC) publicado este jueves 10 de agosto por el Departamento del Trabajo.
La inflación se ubicó en julio en 3,2% interanual, contra 3,0% el mes anterior. Los analistas esperaban un crecimiento ligeramente mayor, de 3,3%, según el consenso de Market Watch.
Sin embargo, durante un mes, la inflación se mantuvo estable, en 0,2%, como se esperaba.
La Reserva Federal (Fed, banco central) elevó rápidamente la tasa de referencia del crédito desde principios del año pasado para aliviar la demanda y controlar la inflación.
En julio, las tasas llegaron a su nivel más elevado desde 2001.
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La Fed anunció que seguirá de cerca la evolución de la inflación para fijar su política respecto a las tasas, buscando un equilibrio entre el control de los precios y el objetivo de evitar una recesión.
La vivienda fue, con mucho, "el mayor contribuyente al aumento mensual de los precios" en julio, representando más del 90% del total, seguida de los seguros de vehículos motorizados.
Excluyendo los segmentos volátiles de alimentos y energía, el IPC “básico” aumentó un 4,7% respecto al año anterior.
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