Uno de los datos señala que el Instituto Nacional de Seguros (INS) tuvo pérdidas de ¢939 millones en enero del 2013, mientras que otro dice que más bien fueron ganancias por ¢142 millones.
El primer dato es el que publicó la Superintendencia General de Seguros (Sugese), mientras que el segundo es el que utiliza el propio INS.
A partir de esos resultados, salió a relucir una diferencia de criterios entre la compañía aseguradora del Estado y la entidad que la supervisa.
Ambos datos son correctos. La diferencia radica en que en los proporcionados por el INS se incluyen los resultados de los seguros solidarios u obligatorios, que son el Seguro de Riesgos del Trabajo (RT) y el Seguro Obligatorio de Automotores (SOA).
Desde el lado de Sugese, existe un punto de vista diferente, pues su argumentación es que los excedentes generados por los seguros obligatorios tienen fines específicos y, por lo tanto, el INS carece de la facultad para disponer de los recursos de la misma forma en que controla las ganancias generadas por los ingresos de seguros comerciales.
Ajuste
Según Tomás Soley, superintendente de seguros, en setiembre del 2012 se giró la instrucción específica al INS para que efectuara un registro que no venía realizando en una cuenta. Se trató de una línea denominada “impuesto y participaciones sobre utilidad”.
Para Sugese, el INS tiene que reportar en una cuenta por aparte las contribuciones o participaciones legales que la entidad está ligada a mantener, entre las que están las reservas de los seguros obligatorios.
No obstante, el subgerente financiero del INS, Andrés Víquez, tiene una posición diferente, pues afirma que las ganancias que producen los seguros obligatorios son parte integral del negocio y del patrimonio de la empresa.
Víquez reconoció que, efectivamente, las ganancias de los obligatorios posteriormente van a destinos específicos como fortalecer las condiciones del propio régimen.
El representante de la entidad aseguradora detalló que, desde setiembre pasado, Sugese excluyó las ganancias de los seguros obligatorios, razón por la que los resultados financieros de ese mes y los posteriores no son comparables con los anteriores.
Para Víquez, el único rubro que descuentan de la utilidad disponible es el pago del 25% de dividendos al Gobierno que debe hacerse anualmente como accionista de la entidad.
Aun con el descuento de los aportes que se obtienen por los seguros obligatorios, el INS tiene ganancias. Para todo el 2012, el resultado con la exclusión sería de ¢50.133 millones y para el acumulado de enero y febrero del 2013 sería de ¢2.730 millones.
Sin embargo, enero pasado fue un mes duro para la compañía, pues hubo un alza en el pago de siniestros o indemnizaciones del 11,4%, en especial en la línea de seguros voluntarios para carros.
Otros factores que influyeron en los resultados de menor crecimiento fueron un descenso en algunos ingresos por primas, dijo Víquez.
Interpretaciones
La Superintendencia General de Seguros (Sugese) interpreta que el INS debe hacer algunas exclusiones según el plan de cuentas de entidades aseguradoras.
Exclusiones: Según la Sugese, “los importes identificables y razonablemente cuantificables en que incurre la entidad por concepto de sus operaciones por las cargas impositivas y municipales, tales como impuestos pagados en el país, impuestos pagados en el extranjero por concepto de renta y tributos parafiscales y contribuciones sobre la utilidad o excedentes”. Bajo esta definición incluye las reservas de seguros obligatorios.
Fuente Sugese.