Las labores para el impulso de la economía de Costa Rica en el 2013 fueron insuficientes; se controlaron indicadores como la inflación, pero la generación de empleo y el combate a la pobreza quedaron debiendo.
Y si por un lado el crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) estará dentro de los parámetros establecidos, por otra parte, el nivel de desempleo sigue siendo considerado alto.
Los resultados de una consulta de EF a economistas revelan precisamente que el control de la inflación tuvo mejores calificaciones, mientras que el tema laboral y la lucha a la pobreza quedó con notas bajas.
Entre los calificativos que los especialistas dieron sobre el año, el más mencionado fue que la economía tuvo un crecimiento a pesar de un entorno difícil y que las labores realizadas no fueron suficientes para lograr mejores resultados.
La consulta de EF se realizó a 23 economistas en diciembre, a quienes se les pidió que calificaran el desempeño económico en Costa Rica y los principales indicadores. La información es parte del proyecto Inteligencia Financiera, que es coordinado por el economista Ronulfo Jiménez.
Las notas asignadas a diferentes mediciones coinciden con el comportamiento observado; es decir, la inflación que en el 2013 será relativamente baja en comparación con los años recientes, fue lo mejor calificado: entre todas las opiniones tuvo un puntaje de 8,61 en una escala de 0 a 10.
La lucha contra la pobreza fue la que tuvo la menor puntuación, un 4,13 y también la generación de empleo con un 4,48, pues el desempleo no logró disminuir a niveles menores del 8%. .
En lo que respecta a las políticas ejecutadas, la atracción de inversión extranjera y la monetaria lograron los mejores resultados, con un 7,7 y 7, respectivamente.
Desde el punto de vista del Banco Central de Costa Rica (BCCR) la labor que se llevó a cabo evitó que se presentaran fuertes desequilibrios en el año como una mayor inflación e inestabilidad monetaria, originada principalmente por una fuerte entrada de capitales.
Esas fueron las conclusiones de Rodrigo Bolaños, presidente de la entidad emisora, en la presentación de los principales resultados el pasado 19 de diciembre.
“El Banco Central logró que la economía no terminara desestabilizada, a pesar de que hubo desequilibrios enormes a principios de año”, dijo Bolaños.
Distintos crecimientos
Sin embargo, con base en las respuestas recibidas de los economistas, las tareas vinculadas con el estímulo para el crecimiento económico quedaron debiendo y consideran que no se hizo lo necesario para tener una mejora en el ritmo de la producción, explicó Jiménez.
Según las cifras del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), el 2013 comenzó con un ritmo débil hasta abril pasado, pero en los meses siguientes empezó una mayor aceleración, originada principalmente en una mayor actividad de las empresas que están en zonas francas.
Es la clasificación de industria manufacturera –del BCCR– la que inició en mayo un vertiginoso ascenso que llegó a un 11,6% en octubre pasado.
Justamente ese aumento de dos dígitos llevó al Central a variar ligeramente sus expectativas de cierre para el Producto Interno Bruto (PIB), pues de 3% de aumento que esperaba en la última revisión del programa macroeconómico, pasó a 3,4% en la estimación de diciembre.
Otros sectores carecieron de esa suerte. Ese es el caso de la agricultura, que más bien reportó decrecimientos consecutivos en seis meses.
La construcción tampoco lleva una tendencia ascendente y terminó octubre con un incremento de 1,1% en el IMAE.
Lento inicio
Al inicio de año, junto con una producción lenta, también había una fuerte entrada de capitales desde el exterior y una inflación interanual que superaba la meta establecida por el BCCR.
Además, el 31 de enero el Central anunció una restricción al crecimiento del crédito que aplicaría hasta octubre. La medida era para contener el aumento de los préstamos en dólares.
Para Carlos Brina, subgerente de Scotiabank Costa Rica, los límites al crecimiento del crédito y la posibilidad de medidas de desaliento al endeudamiento en moneda extranjera fueron los factores que enfriaron las expectativas de los agentes económicos.
Según Brina, el panorama cambió cuando en el tercer trimestre se evidenció una mejoría en la demanda del crédito.
Los cambios en algunos indicadores como la Tasa Básica Pasiva, que descendió de un máximo de 11% en octubre del 2012 a 6,5% la semana pasada, contribuyeron a que aumentara la incertidumbre en el 2013, pues las necesidades de financiamiento del Gobierno no han cambiado, ya que el problema del déficit fiscal sigue sin cambiar.
Orlando Soto, gerente general del puesto de bolsa Acobo, también considera que la restricción en el crédito pasó una factura en el crecimiento.
La política de contener el aumento de la inflación también implica acciones restrictivas o conservadoras. Contenerla genera estabilidad, pero eso puede retener el crecimiento de algunos sectores en la economía, explicó Soto.
Una de las razones para el lento crecimiento fue la economía internacional, que tuvo una débil actividad, y en especial porque al inicio los pronósticos fueron muy positivos, pero con el pasar de los meses se volvieron negativos, dijo Mariany Espinoza, economista de INS Valores.
Al final, los principales indicadores cerraron de manera similar a lo esperado: un crecimiento tímido, tipo de cambio estable y una inflación más baja de lo esperada.
Para los especialistas consultados, la intensidad en el crecimiento de la economía tiene su explicación en factores internos y externos. También la mayoría dice estar de acuerdo en que en el 2013 se desaceleró el crecimiento de la producción con respecto al año anterior.
Los economistas, en general, cierran el año con una percepción de que pudo haber sido mejor, específicamente en crecimiento, y que por el momento la producción es sostenida por empresas exportadoras.
Calificaciones dadas por economistas a diferentes variables.
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