El mercado de valores del Costa Rica sufrió una reducción del 7% en el volumen tranzado durante este año, especialmente en las transacciones correspondientes al mercado de liquidez y del mercado secundario.
Los resultados publicados este lunes 11 de diciembre por la Bolsa Nacional de Valores (BNV) muestran que, durante este año, se tranzaron $47.000 millones representados en 81.809 operaciones, mientras que el año pasado fueron $50.800 millones.
Según explicó José Rafael Brenes, gerente de la BNV, el decrecimiento se justifica, principalmente, por la política de captación que tuvo el Ministerio de Hacienda (principal emisor del país), la cual favoreció las colocaciones directas con instrumentos que no son fáciles de negociar en el mercado secundario, haciendo que el valor tranzado sea menor.
Durante el 2017, el Gobierno realizó la mayor parte de las colocaciones, con un total de $4.414 millones mientras que el resto se lo repartió el sector bancario y otros emisores.
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El Banco Central fue el emisor con menor participación, con $207 millones.
Además, este año cambió la composición de las transacciones, pues un 48% se colocó en moneda nacional y 52% en moneda extranjera, contrario a lo visto en los últimos cinco años en los que la moneda nacional era el protagonista en las transacciones.
“Este año los inversionistas estuvieron menos dispuestos a asumir riesgos en colones. Vienen las elecciones y eso también hace que estén dispuestos a sacrificar algo de rendimiento por el riesgo cambiario, a pesar del cambio en las tasas”, explicó Brenes.
La composición de los plazos se mantuvo en este 2017: la mayoría de las emisiones en el mercado primario fueron a largo plazo (50%), mientras que el mediano y el corto plazo se reparten la otra mitad.
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Esto responde a que los inversionistas institucionales tienen la más alta participación en bolsa, pues tienen necesidades de invertir a largo plazo.
Para el 2018, el panorama no sería diferente y para las autoridades resulta preocupante el hecho de que Hacienda anunciara que tratará de financiarse con recursos extranjeros a través de mecanismos locales, lo que restaría liquidez al mercado local.
Además, según afirmó Brenes, al ser un año electoral, mucho dependerá de la política económica que definan las nuevas autoridades.
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