Durante todo el 2015, el monto más elevado de divisas negociado en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) se observó en la última hora y media de cada sesión, de 3:00 a 4:30 de la tarde.
Incluso, en ocasiones, durante la última media hora, se negocian más dólares que en cualquier otra hora en las que opera este mercado, según revelan los datos aportados por el Banco Central de Costa Rica.
Actualmente, el Monex funciona desde las 8:30 a. m. hasta las 4:30 p. m. A esta plaza acuden los intermediarios cambiarios, empresas y personas interesadas en hacer transacciones de compra o venta de dividas por un mínimo de $1.000.
El pasado 30 de junio, el Central anunció que el horario de este mercado pasará de 8 a 3 horas en un proceso de varias etapas.
La primera de esas fases empezará este 1 de agosto, cuando se modifique el horario y pase a funcionar de 10:00 a. m. a 4:00 p. m.
A lo largo del 2015, la parte final de la sesión es la más activa en todos los aspectos: monto transado, cantidad de transacciones y número de participantes.
Si el monto se agrupa en periodos, el 31% del promedio pasa por el mercado de las 3 p.m. en adelante y el segundo periodo más importante es el que va de las 10 a. m. a las 12 m. d. (25%).
Los datos anteriores revelan que en tres horas y media, el Monex negocia un poco más de la mitad del promedio general y en cinco horas y media se transa la mayor cantidad de divisas. .
Sin embargo, el 13 de marzo del 2014, por ejemplo, el sistema registró 596 operaciones en toda la jornada, es decir, que el sistema tiene una capacidad probada de por lo menos 74 negocios por hora.
Precisamente, en esa misma fecha se registró el máximo de transacciones por hora en los dos últimos años, con un total de 169 entre las 9:00 a. m y las 10:00 a. m., lo que constituiría otro mínimo que el Monex podría manejar.
La suma de los promedios en el 2015 da un total de 191 operaciones por jornada, es decir, esa cifra está por abajo de los mínimos comprobados que se han presentado en el mercado.
El Banco Central justificó la reducción del horario de operación en que la jornada actual dificulta la coincidencia entre compradores y vendedores de dólares, problema que se acentuaba a ciertas horas del día.
“La reducción (...) facilitará que los compradores y vendedores de dólares coincidan con mayor frecuencia, lo que dará dinamismo a la sesión, favorecerá el proceso de negociación, fomentará la liquidez del mercado y propiciará una mejor formación de este precio”, agregó el Banco cuando dio a conocer la medida.
El Monex movió $15,2 millones en promedio por día en el 2015.
A última hora
La diferencias en la cantidad de dinero que pasa por el Monex son visibles en el promedio total transado por hora.
Mientras que entre las 4 p. m. y 5 p. m. de todos los días hábiles del 2015 esa cifra fue de $2,71 millones, entre las 9 a. m. y 10 a. m. la cantidad más bien es $1,2 millones.
Gabriel Alpízar, gerente de Tesorería del Banco de Costa Rica (BCR), explicó que ese comportamiento de mayor actividad al final de cada sesión se debe a que los intermediarios utilizan esa franja para equilibrar las necesidades de flujo de caja o por requisitos regulatorios.
Incluso, en la última media hora de funcionamiento, el promedio es de $2 millones, superior al de otros periodos de 60 minutos.
Por ese motivo es que el Monex pasó de considerarse un mercado mayoristas a uno de colas, que es donde los intermediarios acuden a comprar o vender lo que al final no puedieron transar en las ventanillas abiertas al público.
Los montos relativamente bajos de negociación ya han sido señalados como inconvenientes por intermediarios financieros.
Una compra o venta de $250.000 puede tomar varios minutos y varias operaciones para concretarse.
Alpízar detalló que cuando se tiene un periodo más corto para negociar se deben calzar o atender con prontitud todas las necesidades y afinar aún más las ponencias de cada entidad.
Para Ricardo Vega, gerente júnior del departamento de análisis económico de Scotiabank, el Monex puede pasar a operar en tres horas, pues eso propiciará que ocurran transacciones de forma más continua y una mayor coincidencia entre los oferentes y demandantes de la divisa.
A pesar de que el cambio eliminaría los minutos cuando no hay negociaciones debido a que la sesión es larga, una jornada muy corta también tiene el riesgo de que se presente más volatilidad en los precios, explicó Vega.
Blanco también mencionó que, debido al tiempo que transcurrirá entre el cierre de un día y la apertura del siguiente, es probable que las entidades aumenten el margen entre el precio de compra y de venta como una defensiva ante posibles volatilidades.