Regla fiscal y créditos multilaterales conforman la estrategia para manejar la deuda en el 2022

La aplicación de la regla fiscal no es suficiente por lo que Tesorería debe buscar alternativas de financiamiento en el exterior

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Para el 2022 la estrategia del Gobierno Central para mejorar la sostenibilidad de la deuda pública está principalmente amparada en el cumplimiento de regla fiscal. No obstante, dicha obligación no es suficiente para sanear las finanzas por lo que deberán continuar en la ruta del mejoramiento del perfil de endeudamiento.

El saldo de la deuda de Gobierno estimado para el cierre 2021 es de ¢26,8 billones, lo que equivale a 70,3% respecto al Producto Interno Bruto (PIB). Por su parte, para 2022 se estima que sea ¢29,8 billones, representando un 74,0% del PIB.

Es decir, pese a los buenos resultados obtenidos en las cifras fiscales en el primer semestre del 2021, la razón de deuda del Gobierno aumentaría 3,68 puntos porcentuales para el siguiente año, tomando en consideración la necesidad de financiamiento.

Por ello, para la sostenibilidad de la deuda en corto y mediano plazo el Ministerio de Hacienda plantea dos rutas: la aplicación estricta de la regla fiscal así como límites a los incentivos salariales y el aumento de ingresos por una parte, y por otra lo que ellos describen como una ‘mejor gestión de la deuda’.

Con la aplicación de la regla fiscal pretenden fijar las pautas para garantizar la sostenibilidad y estabilidad de las finanzas públicas al controlar el gasto. Mientras que con la gestión de la deuda pretenden darle liquidez al país.

“Si bien es cierto esta estrategia puede presentar desviaciones en el corto plazo, su objetivo es de mediano plazo, por lo que su revisión debe enfocarse a esto, a pesar de las presiones exógenas que se presentaron en 2020-2021 se han logrado mantener en su mayoría los rangos establecidos como deseables”, agrega el documento en la exposición de motivos.

Ver más

Para el 2022, se estima que la necesidad de financiamiento del gobierno sea de 13,4% del PIB; y que esta sea cubierta en un 3,5% con recursos externos y un 9,9% en el mercado doméstico.

Pese a que el ministro de Hacienda, Elian Villegas, mencionó en entrevista con EF que existen posibilidades de una emisión de eurobonos en el 2022, esta posible colocación en el mercado internacional no se incorpora como fuente de financiamiento en la presentación del presupuesto, ya que aún no se ha enviado un proyecto de eurobonos al Congreso.

Estrategia a corto y mediano plazo

Para el año 2022 la estructura de colocación supone que un 26,6% del monto total a financiar, corresponde a crédito externos. El acceso a este tipo de financiamiento permite reducir las presiones sobre el mercado local por la menor competencia de los recursos internos y, por ende, evita la presión al alza en las tasas de interés.

En el caso de la inversión privada, si las tasas son muy altas pueden limitar el número de proyectos en que se invierte, ya que sería en algunos casos más rentable invertir en títulos del Estado que se consideran “cero riesgo”, mientras que los proyectos siempre mantienen ciertos grados de incertidumbre difíciles de controlar, si se presentan estas circunstancias, se presentaría un impacto en el crecimiento económico y en la competitividad y productividad del país.

Ver más

Por otra parte, el Gobierno Central requiere acceso de fuentes de financiamientos externas para lograr balancear el costo y riesgo del portafolio de deuda al mediano plazo. Sino el Central se enfrentaría a una presión importante sobre las tasas de interés domésticas.

Esta participación de fondeo externo puede obtenerse mediante la colocación de emisiones internacionales o apoyo financiamiento multilateral (tal y como se ha venido realizando a lo largo del 2021), y es absolutamente necesario mientras las necesidades de financiamiento se mantengan superiores o cercanas al 10% del PIB.

Los recursos provenientes de la fuente externa se espera que representen al cierre del 2021 un 3,8%, provenientes tanto de los créditos de inversión que se encuentran en ejecución y pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa como la implementación del siguiente Plan de Financiamiento que permite reforzar la sostenibilidad fiscal y fortalecer la estabilidad macroeconómica del país, en el contexto de la crisis económica que surgió a causa del brote del COVID-19.

Mejora del perfil

Los datos presentados este miércoles por Hacienda a la Asamblea Legislativa muestra la estimación de una mejora la composición de la deuda respecto a los plazos de las colocaciones.

Ver más

En términos de la composición por plazo estimada al cierre 2022, se muestra una evolución favorable en cuanto al alargamiento del plazo del portafolio de deuda, ya que se pasaría de una participación mayor a 5 años de un 54,3% en el 2020 a un 55,1% en el 2022.

“Esto evidencia los beneficios en cuanto al perfil de vencimientos que generaría la aprobación de los créditos externos previstos en la estructura de colocación tanto del segundo semestre del 2021 como la del 2022. Además, el mercado local se ha logrado más receptivo a las emisiones tanto en colones como en dólares de gobierno, lo que permite realizar colocaciones y canjes que generan una mejora significativa en el perfil de vencimientos”, señala el proyecto presupuestario.

El monto presupuestado para el pago de intereses en el 2022 asciende a más de ¢2,2 billones. El incremento en el pago de este rubro es de 3,6%, equivalente a ¢76.604 millones.

En el proyecto de ley de presupuesto 2022 se incluye ¢5 billones de colones para el pago de la deuda pública (amortización e intereses). Esto significa que para este periodo la deuda pública le costará al país más de ¢13.000 millones por día.

En cuanto al déficit financiero estimado para el 2022, el proyecto indica un 6,5%, una cifra por encima de lo estimado por el Banco Central en julio de este año, que fue de 5%.