Rendimiento de bonos externos suben por temor

Aumento en rendimientos del Tesoro incrementa valor de los títulos internacionales de Costa Rica

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La expectativa o temor de que el programa de estímulo económico de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se reduzca o llegue a su fin ha hecho que los rendimientos de los bonos continúen en aumento.

Desde mayo del 2013 fue visible la reacción en los mercados, aunque sigue siendo un temor porque la Fed aún no ha anunciado oficialmente que sus programas de compras de bonos se reduzcan o eliminen.

La consecuencia la reflejan los bonos soberanos de otros países, como los de Costa Rica, que se transan en el mercado con un margen sobre lo que rinden los bonos del Tesoro y, por lo tanto, el aumento en las tasas de interés también los ha afectado.

El rendimiento del bono al 2023 ha subido casi un punto y medio, y el del bono 2043, más de dos puntos.

Se trata, entonces, de un descuento anticipado que hacen los inversionistas ante un hecho que posiblemente ocurra en los próximos meses. Para algunos, especialmente inversionistas institucionales de Estados Unidos, se trata de una reacción irracional.

Por el momento, las pistas son las minutas de las reuniones mensuales de la Fed, en las que se reveló que el tema de reducir el estímulo ha sido discutido, pero no se ha tomado ninguna decisión hasta el momento.

La duda y la crítica de la reacción del mercado se debe a que el incremento en rendimientos no guarda relación con las condiciones económicas actuales de Estados Unidos. El bono a 10 años plazo subió en cuestión de meses prácticamente un punto porcentual para ubicarse a un valor de 2,71%, el pasado 27 de agosto.

Además, la valoración que está haciendo la Fed es solamente sobre la posibilidad de reducir las compras y no de modificar las tasas de interés. Sobre estas, mantiene la posición de que no variarán hasta el 2015, a menos que cambien indicadores como el desempleo y la inflación.

Tasas de interés más altas en un periodo de recuperación es más bien una amenaza, pues representa freno a la actividad.

Douglas Montero, gerente de mercado internacional del puesto de bolsa Mercado de Valores, considera que los inversionistas globales se hicieron adictos a los estímulos y ahora piensan que, si los quitan, la economía se vendrá abajo.

No obstante, para Montero, en este momento, la economía ha tenido leves mejoras, aunque también se presentaron nuevas condiciones que pueden generar un impacto en los mercados.

La situación de un recrudecimiento de acciones bélicas en Siria, así como la duda que genera el poco avance en la discusión del techo de la deuda estadounidense son elementos que agregarían complejidad a las expectativas.

Las opiniones locales acerca de lo que pueda pasar en Estados Unidos no son unificadas, pues hay quienes piensan que aún no hay fortaleza, afirma Mauricio Hernández, gerente de Portfolio Advisory Group de Scotiabank, quien cree que persisten las dudas sobre los indicadores económicos.

La consecuencia

El aumento de rendimientos en instrumentos estadounidenses, además de hacer subir el resto de bonos en el mercado, también lo hace con los de otros países.

Ese fue el caso de Costa Rica, cuyo rendimiento del bono al 2023 es calculado ahora en 5,47%, pero cuando salió en noviembre del 2012 era de 4,11%.

Para el que tiene un vencimiento al 2043, la tasa pasó de 5,48% a finales de abril a 6,72% el pasado 27 de agosto.

El efecto no se quedó sobre el precio y rendimiento de los bonos soberanos de Latinoamérica, también se vio afectada la percepción del riesgo y, por eso, se ha dado la salida de capitales, dijo la economista de INS Valores, Mariany Espinoza.

Básicamente, se considera que el aumento en tasas en Estados Unidos llega a un nivel de atractivo y riesgo que supera el beneficio que ofrecen los emisores latinoamericanos.

“El fenómeno de hambre por rendimiento se ha disipado en los mercados, ahora es posible encontrar buenos rendimientos en buenos créditos, por lo que no vale la pena asumir ni mucho riesgo, ni mucha duración”, dijo Adriana Rodríguez, de Aldesa, respecto a lo que ahora buscan los inversionistas que tenían en sus manos bonos latinoamericanos.

La consecuencia local de estos movimientos, por el momento, ha sido mínima según los bonos de Hacienda más negociados. En colones, los rendimientos descendieron y están estables.

En instrumentos en dólares hubo un ajuste. Así lo demuestra un aumento de 4,9% a un máximo de 5,4% en rendimiento del bono en dólares al 2025 entre mayo y junio. Si la curva conformada por los títulos internacionales de Costa Rica sigue subiendo, es muy probable que también haya un ajuste en la curva local.