La solidez de los grandes bancos estadounidenses continúa reforzándose, estimó el jueves la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, después de la primera fase de la versión 2013 de sus pruebas de resistencia.
De los 18 bancos a los que la Fed situó bajo un simulacro de recesión económica grave, solo Ally Financial, en proceso de reestructuración supervisada por el Estado, no demostró su capacidad para mantener su tasa de fondos propios por encima del 5,0% reglamentario.
La prueba mostró a los bancos en su conjunto mucho más fuertes que hace un año, con su ratio de capital agregado sostenido en 7,7%, incluso después de perder $462.000 millones en el escenario de crisis teórico.
“Las pruebas de estrés son una herramienta para medir la resistencia del sector financiero”, dijo el gobernador de la Reserva Federal, Daniel Tarullo, en un comunicado.
“Los aumentos significativos en la calidad y cantidad del capital bancario durante los últimos cuatro años ayudará a asegurar que los bancos puedan seguir prestando a los consumidores y las empresas, incluso en tiempos de dificultad económica”, agregó.
Las pruebas midieron la capacidad individual y colectiva de los bancos para resistir una nueva crisis que implicara una caída del 50% de los precios de las acciones, una baja del precio de la vivienda del 20% y una tasa de desempleo de 12,1%.