Conozca las claves para la buena salud financiera de la empresa

Cada área de la organización debe velar por los recursos

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Una empresa sana financieramente es motivo suficiente para que su entorno de clientes, proveedores, bancos y accionistas, sea percibido como exitoso.

"Es la capacidad de ser auto sostenible en el largo plazo y lograr crear EVA (valor económico) para sus dueños y accionistas", comenta Werner Zitzmann Riedler, director del Posgrado en Finanzas Corporativas del CESA.

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Para Gustavo Hernández, consultor de Action Coach, una empresa financieramente saludable es aquella que hace un buen manejo de sus inventarios, que no compra más de lo necesario, que hace financiación programada con los bancos para el crecimiento, maneja buenos márgenes y en general, planea bien los pagos a los proveedores.

"Lo que refleja que una empresa marcha como debe marchar financieramente es la proyección del flujo de caja y que la realidad se comporta parecida a lo que se proyectó. Esto significa que estoy vendiendo con buenos márgenes o que administro bien y cobro a tiempo", señala el experto.

No obstante, las crisis externas no necesariamente impactan a profundidad la salud financiera de una organización. "Normalmente le echamos la culpa al comportamiento del sector en el que estamos para justificar que no se está haciendo un adecuado manejo de la empresa. La salud financiera hay que medirla por empresa, tanto en la bonanza como en la crisis", dice Hernández.

En su opinión, es más fácil administrar en la escasez que en la abundancia, ya que en esta última se tiende a perder el norte de hacia dónde se va y no se gestionan correctamente los recursos, por el contrario, se malgastan.

"A veces la fortaleza de una organización se ve cuando el sector económico en el que trabaja va bien, y habrán ventas seguras, incluso no teniendo adecuados manejos financieros", añade.

Por su parte Rafael Ruiz, socio de la filial colombiana de la firma consultora RSM, opina que la salud financiera de cualquier empresa depende de la estrategia que tenga, pues las finanzas son la consecuencia de las decisiones organizacionales y a su vez, dicha estrategia depende de la empresa y el mercado.

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“Una empresa debe pensarse en tres niveles: el direccionamiento y estrategia, el modelo de gestión y las tecnologías que los apalancan. Mientras esa triada no esté definida, los resultados serán desfavorables”, asegura el profesional de consultoría.

Pero, ¿de quién es la responsabilidad de la salud financiera en una empresa? En principio, el gerente general es quien tiene el mayor compromiso, sin embargo, cada área de la organización debe velar por los recursos, pues todos los procesos tienen relación directa con las finanzas, de una u otra manera.

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Para Gustavo Hernández, consultor de Action Coach y Werner Zitzmann Riedler, director del Posgrado en Finanzas Corporativas del CESA, estos son los hábitos saludables para alcanzar la salud financiera:

- Hacer presupuestos (de ventas, costos, margen, gastos fijos) y seguimientos a la ejecución. Se recomienda hacer un control mensual para tener tiempo de reaccionar y corregir estrategias, pues las empresas solo suelen hacer revisión de sus finanzas a principio de año.

- Tener un tablero de mando con todos los indicadores claves de la empresa: los financieros, los comerciales y los erativos.

- Capitalizar las utilidades cada año para fortalecer el patrimonio.

- Tener buenas prácticas y atención al gobierno corporativo, cuidado con el medio ambiente y responsabilidad social.

- La honestidad debe ser norma en todo proceder y para la toma de acciones.

Por el contrario, estos son los vicios que perjudican el flujo de caja y los indicadores financieros de la compañía:

- Perder el rumbo porque ingresa dinero y no se percibe la necesidad de cuidarlo.

- Pensar que los recursos son ilimitados.

- Pensar que los números son responsabilidad del contador exclusivamente y no asumirlo como un compromiso de la gerencia y de cada área.

- Invertir en publicidad sin esperar un retorno adecuado que justifique esa estrategia.

- Pésimo manejo de los recursos y que no se conozcan las relaciones causa - efecto en el flujo de efectivo.

- Falta de transparencia en la celebración de sus negocios, malas prácticas empresariales, ignorancia de los principios y valores, falta de una misión y visión de la empresa.

- Mala gestión en la gerencia del capital de trabajo.

- Evaluación de proyectos con instrumentos inadecuados.

- Exceso de endeudamiento.

- Baja gestión comercial para generar utilidad operacional.

- Personal no alineado con los valores de la empresa.

- Burocracia excesiva y mal calidad en la entrega de sus productos y/o servicios.

- Servicio posventa mediocre.

- Explotación económica del personal.

- Ignorar el mercado.