Contrario a lo que se cree, los millennials son adictos al trabajo

Nuevo estudio revela que incluso no toman vacaciones y temen ser reemplazados

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Los millennials no tienen precisamente una reputación de ser muy trabajadores. La caricatura de un empleado de esta generación es el de un altanero receptor de cientos de trofeos de participante, que se interesa más por beneficios como el tiempo flexible o carros de cerveza, que por cumplir con lo que debe.

Sin embargo, según una nueva encuesta, los millennials tienden más a verse a sí mismos como “mártires laborales” que los trabajadores de mayor edad, y tienen menos probabilidades de usar su tiempo de vacaciones.

Los investigadores encuestaron a cerca de 5.000 empleados de tiempo completo, que reciben días de descanso pagado, y encontraron que los millennials tenían muchas mayores probabilidades de estar de acuerdo con las cuatro declaraciones usadas para evaluar el martirio laboral:

“Nadie más en mi compañía puede hacer el trabajo mientras estoy fuera”.

“Quiero mostrar completa dedicación a mi compañía y mi trabajo”.

“No quiero que otros piensen que soy reemplazable”.

“Me siento culpable de usar mi tiempo de vacaciones pagadas”.

Los investigadores encontraron que 43% de los millennials eran mártires laborales, comparados con un 29% de los encuestados en general. Los primeros también tenían más probabilidades de querer ser vistos como mártires laborales, en comparación con los trabajadores de mayor edad. Adicionalmente, el 35% de los millennials consideró que es bueno ser percibido como un mártir laboral por parte de los colegas, mientras que solo un 26% de los empleados de la generación X y un 20% de los baby boomers concordaron.

Cuando se trata de las vacaciones, los millennials tienen más probabilidades que otros grupos de dejar ir los días sin usar. También tienden más a sentirse avergonzados de tomar o planear una vacación, respecto a los trabajadores de 35 años o más. Adicionalmente, los jóvenes en cuestión tienen el doble de probabilidades de burlarse de los colegas que tomen vacaciones, y lo hacen en serio.

Considerando que los millennials representan la mitad de la fuerza laboral –y que cerca de uno de cada cuatro ya está en posiciones gerenciales– esto debería ser alarmante. Podríamos estar definiendo una nueva norma de los lugares de trabajo, una que no valore verdaderamente el tiempo de descanso.

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De hecho, aproximadamente la mitad de los gerentes millennials dijeron que la presión de la compañía les impidió aprobar las solicitudes del tiempo de descanso que presentaron sus empleados, comparados con solamente un tercio de los gerentes de mayor edad.

Las justificaciones

Entonces ¿por qué los millennials tienden más a identificarse como mártires del trabajo, a pesar que dicho martirio es normal, e incluso admirable? Una de las mayores diferencias encontradas en estudios longitudinales sobre los jóvenes de hoy y los del pasado, es qué tanto concuerdan con la frase “soy una persona importante”.

Como Thomas Chamorro-Premuzic, profesor de sicología de negocios en el University College London y en Columbia University, escribió en The Guardian : “En los años 50, el 12% de los estudiantes de preparatoria se percibían a sí mismos como ‘una persona importante’, para los 90, así se consideraba un 80%”. El narcisismo es una de las pocas diferencias reales que hemos visto entre las generaciones.

Katie Denis, directora del Proyecto de la encuesta sobre el tiempo de descanso, no estaba tan dispuesta a atribuirle al narcisismo el ascenso en el martirio laboral, pero coincidió con que la idea de que “nadie más puede hacer mi trabajo” no es realista.

Denis señala otras razones por las que los millennials no están tomando tiempo de descanso. Los celulares y el Internet podrían ser grandes motivos, explica. “Esta es la primer generación totalmente conectada”, dijo Denis. “Desde el día en que llegaron a la fuerza laboral han tenido correo electrónico. Nunca han dejado un lugar físico y dicho, ‘OK, esto es todo por hoy’”.

Ella apunta que la información del Gobierno estadounidense, en cuanto al tiempo de vacaciones, no sigue ciclos económicos, pero sí muestra un marcado decremento con el ascenso de Internet.

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Sin embargo, Denis piensa que la economía puede ser un factor para que los millennials declinen el uso de sus vacaciones. Comparados con otros grupos de edad, los de este tenían mayores probabilidades de decir que temen que el tomar vacaciones los haría verse como fácilmente reemplazables y les costaría perder un aumento o un ascenso.

“Este es un grupo que entró en una economía realmente difícil”, señaló. Los primeros millennials llegaron a la edad laboral entre los escombros de la burbuja “punto-com”, y muchos millennials más jóvenes estuvieron buscando trabajo durante la gran recesión. Debido a que esta generación también enfrenta niveles históricamente altos de deuda escolar, tiene sentido que no quieran poner en riesgo sus trabajos.

Esto hace incluso más importante recalcar que el estudio encontró que sacrificar el tiempo de vacaciones no tiene un beneficio neto en su carrera. De hecho, los mártires laborales tienen más probabilidades de estar estresados en casa y en el trabajo, y tienden menos a estar felices con sus empresas y sus carreras.

Además, tienen menos posibilidades de recibir bonos: el 75% de los mártires laborales reportaron haber recibido un bono en los últimos tres años, en comparación con un 81% de los encuestados en general. Otras investigaciones han mostrado que las personas que toman menos días de vacaciones tienen menores probabilidades de obtener un aumento, y que a la mayoría de los gerentes en realidad no les molesta que sus empleados vacacionen.

Sin embargo, los trabajadores parecen no estar recibiendo el mensaje. Dos tercios de los empleados dijeron que habían recibido mensajes contradictorios, negativos, o que no habían recibido ninguno, de parte de sus jefes, en cuanto a tomar el tiempo de descanso.

Los líderes y los gerentes pueden tratar este problema antes de que se convierta en una nueva norma o lleve a un agotamiento generalizado en la organización. Preguntarle a los empleados sobre sus planes vacacionales no sólo ayuda a transmitir que se espera que las tomen, sino que trae a la superficie cualquier conflicto en cuanto a fechas de entrega o solicitudes. Esto significa que tendrá tiempo para solucionarlo de forma temprana.

Adicionalmente, también se ha descubierto que planear el tiempo de descanso incrementa la colaboración del equipo y el intercambio de información, y está enlazado con vacaciones de menor estrés. Todo esto genera empleados que tienen más probabilidades de regresar sintiéndose refrescados y listos para trabajar de nuevo.

© 2017 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por: The New York Times Syndicate