El problema de General Motors es un caso gerencial

Para comprender cómo GM permitió que un problema en una pieza pequeña se convirtiera en una crisis enorme, hay que estudiar su organigrama.

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A principios del año pasado, el director de seguridad en los vehículos GM estaba cuatro niveles más abajo del director general, según una copia del organigrama obtenida por The Associated Press. Finanzas, ventas y relaciones públicas tenían una relación directa con la cúpula de la empresa.

"¿Qué hay más importante que la seguridad del producto?", pregunta Jonathan Macey, profesor de Administración y Derecho dela Universidad de Yale, autor de un libro sobre la gobernanza empresarial. "El organigrama refleja las prioridades de la empresa", afirma.

Esa estructura, así como lo que la nueva directora general, Mary Barra, ha calificado de una cultura que daba más importancia al costo que a la seguridad, es el blanco de un informe del fiscal federal, Anton Valukas, contratado por GM, para investigar por qué la empresa demoró más de un decenio en llamar a revisión millones de vehículos con un interruptor de encendido defectuoso y que ahora se ha vinculado con por lo menos 13 muertes.

Ford y Chrysler, los principales competidores de GM en Detroit, colocan a sus jefes de seguridad en un nivel más elevado del organigrama.

Expertos en administración entrevistados por la AP dicen que la seguridad ocupa un nivel superior en otras compañías también, en especial los productores de alimentos, medicamentos y sustancias químicas. Y, en algunas empresas, el jefe de seguridad tiene acceso directo al director general.

Hasta el momento, no ha surgido ninguna prueba que sugiera que los altos ejecutivos de GM conocían del problema del interruptor de encendido antes de finales del año pasado.

Las investigaciones internas por lo general culpan a la burocracia, no a los burócratas, dice Erik Gordon, profesor de Administración y Derecho de la Universidad de Michigan.

"Por lo general, generan un análisis que salva la cara ante del mundo exterior sin dañar a los altos ejecutivos" , dice Gordon.

La antigua estructura mostraba que la seguridad no era de gran importancia para la administración, dice Kathryn Harrigan, profesora de liderazgo empresarial en la Universidad de Columbia.

Harrigan sugiere que la junta directiva de GM establezca un comité de seguridad para analizar los problemas, como es la práctica en algunas compañías de alimentos y productos químicos. Harrigan, dice que DuPont, fabricante de productos químicos, goza de tanto respeto por su cultura de la seguridad que otras empresas le piden asesoramiento.

En Chrysler, el jefe de seguridad reporta al jefe de ingeniería, quien a su vez reporta al director general. En el caso de Ford, el jefe de seguridad reporta a un vicepresidente que a su vez reporta a Mark Fields, jefe de operaciones y pronto director general de la empresa. Sin embargo, las autoridades normativas multaron a Ford el año pasado con más de $17 millones por no llamar a revisión lo suficientemente rápido vehículos Escape en que el acelerador se atascaba.

Documentos entregados por GM al Congreso muestran que el personal de ingeniería sabía desde el 2001 que el interruptor de encendido tenía un problema. El asunto fue tratado en los niveles inferiores de la empresa, incluso después que ingenieros y abogados conocieron de accidentes fatales de vehículos con el problema. Varias soluciones fueron rechazadas porque la empresa las consideró demasiado caras y demoradas. Dos investigaciones de GM fueron cerradas la década pasada sin un llamado a revisión.

El Congreso y el Departamento de Justicia siguen investigando a GM y es posible que acusen penalmente a la empresa.