En otros lugares, muchos gobiernos están flexibilizando las restricciones a medida que enfrentan recesiones históricas provocadas por la batalla global contra la pandemia de COVID-19. En apenas unos meses, la enfermedad ha matado al menos a 338.000 personas en todo el mundo e infectado a más de 5,2 millones, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, que se basa en cifras oficiales, aunque los expertos creen que los números reales son mayores.