Las 5 cosas en las que los nuevos gerentes deben enfocarse

Liderazgo, buena comunicación y saber priorizar son parte de la lista

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Enfrentar el prospecto de convertirse en gerente es una de las más emocionantes –y atemorizantes– transiciones de carrera.

He aquí cinco principios indispensables que pueden ayudar.

1. Establezca una filosofía de liderazgo.

Un gran líder –de acuerdo con el escritor de negocios Tom Peters– está comprometido a traer a otros consigo. Por eso es que mi primera recomendación es pensar acerca de su filosofía de liderazgo. ¿Se siente emocionado porque ahora tiene la autoridad para decir otras personas qué hacer, o está más emocionado por el prospecto de ayudar a que otros alcancen ese mismo lugar?

2. Enfóquese en el día a día de la administración y el liderazgo.

La meta de largo plazo del gran liderazgo es crear a la próxima generación de líderes, que puedan –posiblemente– sobrepasar su propio desempeño. Sin lugar a dudas, los mejores líderes son también los mejores mentores.

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Sin embargo, el trabajo cotidiano de la administración y el liderazgo involucra dedicar recursos limitados, ya sea dólares, tiempo o personas. ¿Está usted presupuestando dólares en áreas que creen el mayor valor de largo plazo? ¿Está escudriñando su tiempo en términos de sus efectos y réditos? Regularmente audito mi calendario para ver si mi tiempo respalda mis principales prioridades.

3. Comunique sus principales prioridades.

Sin duda, sus habilidades de comunicación lo han llevado lejos, pero ahora importan más que nunca. Durante las reuniones, sea claro acerca de sus prioridades al preguntarse: ¿esta reunión está pensada para informar, recibir aportes o recibir aprobación? (Al plantear esa prioridad desde el inicio, ayudará a otros a entender el contexto).

Tan comúnmente como sea posible, durante las reuniones y foros públicos describa su propósito general y cuáles de sus prioridades se requieren para cumplir ese propósito. Sea consistente acerca de su propósito y sus prioridades.

Uno de los mejores CEO con los que trabajé me dio un consejo que nunca he olvidado: nunca tengas más de cinco prioridades. Desarrolla estas prioridades con tu equipo, pero recuérdales que no estarás añadiendo otra a la lista hasta que cumplan una de las cinco existentes.

4. Defina valores y estándares comunes.

Mucho puede resolverse si las personas acuerdan y practican una serie de valores y estándares comunes. En mi opinión, los valores más importantes son la verdad, la compasión y la integridad.

Con una sólida base en la verdad, y especialmente en la autoconciencia, los líderes y organizaciones tienen más probabilidades de desarrollar una capacidad para la compasión. El liderazgo compasivo se trata de contener el juicio con una mentalidad abierta, empática y generosa.

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Finalmente, la integridad. Para mí esto significa redefinir el éxito como algo más que solo ganar, y expandirlo para incluir la satisfacción que los líderes sienten al saber que los integrantes de su equipo se desempeñaron al máximo de su habilidad hacia una serie de aspiraciones consensadas.

5. Recuerde que está bien estar atemorizado y vulnerable.

Buena parte del emprendedurismo, la administración y el liderazgo involucra caminar en una cuerda floja entre la vulnerabilidad y la convicción. Ninguno de nosotros puede estar completamente seguro de que vamos en el camino correcto, pero, desde el momento en que llegamos al trabajo en la mañana, se nos pide inspirar confianza en otros.

La “toma de riesgos” es un útil eufemismo para una condición de vulnerabilidad autoimpuesta. Al reconocer que la vulnerabilidad es un componente de todos los trabajos, y que crea un potencial para el cambio positivo, nos acercamos mucho más a perder nuestro miedo a ella.

Para los nuevos líderes y directivos, el desafío y la oportunidad proviene del humilde (y humano) reconocimiento de que nadie es invencible. Proviene de darle a los miembros del equipo la confianza de que las decisiones se están tomando de una forma equilibrada y razonada.

Finalmente, proviene de mostrar que, al final, el enfoque más estratégico es aquel con los mayores cimientos y potencial de éxito. Los negocios no son distintos de todo lo demás en la vida, solo puede controlar lo que controla, y si no es capaz de aceptar que el liderazgo puede ser solitario e incierto buena parte el tiempo, bueno, quizá usted no esté listo para ser un líder.

© 2017 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por: The New York Times Syndicate