Lecciones de liderazgo durante y después de un desastre natural

Donar y convertirse en un centro de acopio ayuda, pero no es suficiente

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Durante el paso de la tormenta Nate, ¿qué hizo usted como líder o ejecutivo empresarial?

Estamos hablando, según el Gobierno, del peor desastre natural en Costa Rica por décadas. Tras dos días y medios de cielos y lluvias, el resultado fue la muerte de al menos 11 personas, el traslado de 11.500 y el daño de 45.000 hectáreas de cultivos.

Este fenómeno también afectó y dejó sin agua a 500.000 personas, mató a miles de animales sustento de familias, se llevó cientos de tramos de carreteras y decenas puentes.

Entonces, ¿usted qué hizo? ¿Se resguardó, al igual que a su familia? ¿Cuidó los activos de la empresa? En caso de ser factible, ¿dio asueto o permitió el teletrabajo para minimizar accidentes a sus colaboradores y para que pudieran estar con sus familias y niños que no tenían clases?

¿Qué más hizo? ¿Supo si sus colaboradores y familiares se vieron afectados? ¿Qué daños sufrieron sus proveedores y su cadena de abastecimiento? ¿Qué les pasó a sus clientes y distribuidores? ¿Qué necesidades tienen hoy? ¿Cómo los puede ayudar?

Y si nadie relacionado con su empresa ni de su cadena de valor primaria y secundaria se vio afectado, ¿qué hizo, qué hace, como alto ejecutivo y empresario (no en su vida privada) por ayudar a quienes aún viven en albergues, a quienes no tienen agua o por contribuir con la infraestructura y el levantamiento del país?

Con esas preguntas en mente, evaluemos tres áreas de acción.

Liderazgo. Los desastres naturales, las emergencias y las crisis son excelentes oportunidades para pasar un filtro a la verdadera naturaleza del liderazgo, a la esencia.

Quizá en estos momentos la gente tiene menos puesta la atención en usted, pero si usted asume un liderazgo consciente y empático, que sirve y moviliza a otros para ayudar, lo pueden admirar más. Además, logra, desde su accionar, fortalecer la lealtad de su equipo de trabajo, de sus vecinos, clientes y otros grupos de interés. Es en estos momentos cuando la gente sabe quién es quién, quién cultiva y merece cosechar respeto, aprecio y compromiso.

Cultura y valores Estas situaciones son ideales para modelar la cultura organizacional y fortalecer valores empresariales. Servicio, empatía, orientación al cliente, colaboración, innovación, creatividad, flexibilidad, resiliencia, optimización de recursos, eficiencia, compromiso y otras conductas deseables en las empresas de hoy se ven profundamente robustecidas por la manera en cómo los líderes y las empresas las viven más allá del quehacer diario del negocio.

No hay campaña de comunicación, reconocimiento, premio ni bonificación que transmita más profundamente cómo se vive lo que se profesa que los comportamientos mismos de la organización, de sus líderes.

Ser en el hacer. Desde la perspectiva del liderazgo, no solo se trata de sacar la billetera (aunque sin duda la inversión tendrá su retorno), ni de autorizar a los departamentos de recursos humanos o responsabilidad social a hacer lo que consideren pertinente; tampoco basta con donar de sus propios productos o abrir las puertas para hacer centros de acopio; todo eso ayuda, sin duda, es muy bueno, se necesita, la gente lo aprecia y la empresa es admirada.

Empero, el líder que sirve es sensible a las necesidades de la gente, y la gente en crisis necesita comer y beber, techo y abrigo, pero lo que en realidad le reconforta es la cercanía, es sentir apoyo. Sí, es eso mismo que usted aprecia y que cuando usted o su empresa la estén pasando mal, también van a necesitar.

Entonces, este tipo de liderazgo trata de hacerse presente, de conversar con su empleado de planta que tiene a sus padres en Guanacaste y preocuparse genuinamente por ellos, y de pedir a su gerente de ventas que llame a los distribuidores que aún tienen el negocio cerrado para solidarizarse y averiguar cómo puede ayudar.

También se saber si a la pyme que le da servicios se le bajaron sus ventas y tiene problemas temporales de liquidez por esta situación, y de que usted analice la posibilidad de acelerar el proceso de pago, de salir de su oficina, su mundo, su burbuja y de invitar a otros a hacerlo, por citar algunos ejemplos

En fin, se trata de mostrarse humano, solidario, auténticamente vulnerable, aunque le resulte incómodo. ¿Quién dijo que el liderazgo es cómodo?

No se trata de calmar la conciencia, sino de actuar con conciencia; se trata de ser en el hacer. El principal ganador es usted.

Aunque a diario salga el sol, el país aún está semidevastado; su oportunidad está latente.