Los números no mienten: la buena administración impulsan el éxito en las empresas

Buenas técnicas de manejo conducen a mejor productividad

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El valor de la buena administración es frecuentemente debatido. Sin embargo, ¿qué nos dicen los datos? Aparentemente, la administración importa y mucho. De hecho, importa tanto o más que otros factores asociados con negocios exitosos, incluida la adopción de tecnología.

Los datos.

La información a gran escala sobre administración era casi inexistente hasta hace poco. Hay miles de estudios de caso y estudios sobre muestras pequeñas, pero es difícil generalizar a partir de ellos, ya que las compañías en las que se enfocan suelen no ser representativas. ¿Cómo podrían los artículos respecto a Apple, Facebook, General Electric y Google, decirnos algo confiable acerca de la administración en una firma típica?

Colaboramos con el U.S. Census Bureau para reunir información de un gran número de compañías. Una encuesta planteó 16 preguntas sobre administración, relacionadas con el monitoreo, objetivos e incentivos. Creemos que estas tres funciones son el núcleo de lo que las escuelas de negocios y las compañías consultoras definen como buena administración.

Nuestra encuesta fue nacionalmente representativa, pero se limitó a la manufactura, cubriendo a firmas grandes y pequeñas en cada estado de los Estados Unidos. Con respuestas de más de 35.000 plantas de manufactura, la encuesta cubrió a más de la mitad de todos los empleos de manufactura estadounidenses, lo que la vuelve representativa de las prácticas administrativas en los Estados Unidos.

¿Qué nos dice la primera encuesta de administración realizada a esta escala?

La administración importa.

Solo un 20% de las plantas usan tres cuartas partes o más de las técnicas de administración orientadas al desempeño que incluimos en la encuesta, pero estas se desempeñaron dramáticamente mejor que sus competidoras. Las que adoptaron estas prácticas de monitoreo e incentivos fueron mucho más productivas, innovadoras y redituables. Cada incremento del 10% en el índice de administración de la planta se asoció con un aumento del 14% en la productividad laboral.

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Además no fue solo que las firmas ya exitosas tenían más probabilidades de ser bien dirigidas; las plantas que cambiaron hacia prácticas orientadas al desempeño tendieron a volverse significativamente más productivas, sugiriendo que una mejor administración impulsó la mejora en el desempeño. Las compañías con mejores calificaciones administrativas también tuvieron más probabilidades de expandirse y menos de cerrar sus puertas.

También comparamos el impacto de enfoques administrativos con explicaciones más tradicionales para el desempeño empresarial, incluidos la investigación y desarrollo, el gasto en tecnologías de la información y los niveles de habilidad de los empleados. Examinamos las plantas en el 10% más alto y el 10% más bajo de la escala de desempeño, para entender lo que las separa. Las técnicas de administración representaron un 18% de la diferencia. En contraste, la investigación y desarrollo representó un 17%; las habilidades de los empleados, un 11%, y el gasto en tecnologías de la información, un 8%. En otras palabras, la administración fue lo más importante.

Quizá lo más sorprendente es que la calidad de la administración varió no solo entre compañías, sino dentro de ellas. Más de un 40% de la variación en la calidad administrativa entre las diversas plantas se debía a diferencias en la misma firma. Esta variación fue mayor en las firmas más grandes, posiblemente porque el estandarizar prácticas a lo largo de regiones y divisiones es particularmente desafiante.

Una mejor administración depende de la competencia, de las habilidades y de aprender de firmas líderes.

¿Qué podría ocasionar estas enormes diferencias en las prácticas administrativas? Primero, las firmas en industrias más competitivas y aquellas ubicadas en estados más favorables a los negocios tendieron a estar mejor administradas.

Segundo, las firmas con más graduados universitarios y aquellas ubicadas cerca de universidades tendieron a adoptar mejores prácticas administrativas.

Tercero, también mejoró las prácticas el estar cerca de una organización nueva, grande y exitosa, probablemente porque esto le permite a las compañías locales aprender de las firmas líderes acerca de las mejores prácticas.

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Todos estos factores importan, pero explicaban menos de la mitad de la variación en las técnicas administrativas, lo que significa que muchos otros factores también importan. Nuestra suposición es que los gerentes y CEO son otro motor crítico, los grandes líderes inculcan grandes prácticas administrativas.

Mejorar la administración puede ser relativamente barato en comparación con las inversiones en investigación y desarrollo o en tecnologías de la información. Además, aunque este estudio se enfocó en la manufactura dentro de los Estados Unidos, este amplio rango de prácticas administrativas aplica para otros sectores, incluidos las ventas, la educación y los servicios de salud, y es incluso más notable en firmas de Europa, Asia, América del Sur y África.

La buena administración es relativamente rara e increíblemente valiosa. Le da forma a los destinos de las compañías, sus trabajadores y economías enteras. Necesitamos más de ella.

© 2017 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por: The New York Times Syndicate