El aprendizaje sigue siendo vital para los ejecutivos de negocios. Sin embargo, varios factores como los avances tecnológicos, los cambios demográficos y la constante necesidad competitiva para actualizar las habilidades de la fuerza laboral, están empujando a las empresas a cambiar su modelo de aprendizaje tradicionalmente focalizado hacia lo interno y centrado en lo corporativo, hacia uno centrado en el empleado.
Muchas organizaciones se esfuerzan por adaptarse a estos desafíos y las de alto desempeño están aprovechando la oportunidad para promover una nueva cultura de aprendizaje, agregar valor a su talento a través de la capacitación y transformar la forma en que los empleados aprenden.
Es un hecho que el tema del aprendizaje preocupa y ocupa a las compañías.
Según una reciente encuesta realizada por Deloitte a nivel mundial, el 84% de los ejecutivos vieron el aprendizaje como un problema importante o muy importante; además, los empleados de todos los niveles esperan de sus empleadores oportunidades de aprendizaje dinámico y continuo.
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Según el estudio, basado en la consulta a más de 7.000 ejecutivos en 130 países del mundo, incluido Costa Rica, casi todos los gerentes generales y directores de recursos humanos reportaron que sus compañías no están desarrollando habilidades lo suficientemente rápido ni desarrollando líderes con la suficiente profundidad.
Un nuevo contrato
En la economía global ferozmente competitiva del presente y en el mercado del talento tan competitivo, la alta dirección debe entender que las empresas que no actualicen las habilidades de su gente y que no estén construyendo los líderes adecuados no serán capaces de ejecutar sus planes estratégicos.
En el entorno de negocios que viven hoy en día las empresas, la capacitación es una herramienta esencial para contratar empleados así como para atraer y retener al mejor talento y para desarrollar el liderazgo a largo plazo que las organizaciones requieren para enfrentar los desafíos del entorno.
La tendencia a nivel internacional demuestra que se está generando un nuevo contrato social entre las organizaciones y su fuerza laboral provocando grandes cambios en la relación empleado/empleador.
Atrás quedaron los días en que la mayoría de los empleados de una organización pretendía ascender gradualmente.
Ahora los jóvenes se anticipan al trabajo de sus patronos y esperan tener una experiencia enriquecedora en cada etapa lo que conduce a esperar un rápido crecimiento profesional, un lugar de trabajo flexible y atractivo así como sentir que su trabajo tiene un propósito.
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Actualmente, la porción de empleados con contrato a término o a tiempo parcial constituyen en el mundo casi un tercio de la fuerza laboral, a pesar de eso, muchas empresas no cuentan con una cultura organizacional o prácticas de recursos humanos para gestionar a esta nueva fuerza laboral y que aborde también los temas de capacitación para ese sector.
La meta para los departamentos de recursos humanos de las organizaciones debe ser convertirse en “arquitectos de la experiencia de aprendizaje”, de manera que puedan construir una experiencia más atractiva y dinámica para los empleados, a quienes se les debe dar las herramientas necesarias para que también aprendan cómo aprender.
*Directora / Academia Deloitte