¿Por qué se atrasa investidura de Bernardo Arévalo como nuevo Presidente de Guatemala?

A media tarde hubo disturbios por la inconformidad con el retraso en la juramentación presidencial de Arévalo, al tiempo que la diplomacia internacional presiona y advierte de sanciones a congresistas que se opongan a la entrega del poder al Presidente electo

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Cientos de manifestantes se abrieron paso a empujones entre la barrera policial para acercarse al Congreso de Guatemala, inconformes por el retraso de la juramentación presidencial del socialdemócrata, Bernardo Arévalo, que está prevista para la tarde de este domingo.

Pese a que la Constitución de Guatemala establece que el Congreso debe juramentar al nuevo presidente a más tardar a las 16H00 locales (22H00 GMT), al cumplirse este plazo ni siquiera estaba instalado el nuevo parlamento.

Una comisión del parlamento actual revisaba las credenciales de los diputados entrantes y posteriomente el Congreso saliente recibía su informe.

Al final de la tarde el nuevo Congreso —encargado de juramentar a Arévalo— no estaba instalado.

Los manifestantes, varios de ellos indígenas que llegaron a la capital, forcejearon a media tarde con decenas de policías que mantenían dos cercos en la parte trasera del Palacio Legislativo, en en el centro histórico de Ciudad de Guatemala.

Un tercer anillo de seguridad con agentes antidisturbios y policías militares frenó el avance de la multitud, que hace sonar trompetas de plástico y ondea banderas de Guatemala, aunque hasta el momento la policía no ha utilizado la fuerza para dispersarlos ni gases lacrimógenos.

Presión internacional

El diario La Prensa informó durante la tarde que el mandatario colombiano, Gustavo Petro, reveló que los cancilleres asistentes a la toma de posesión Arévalo fueron convocados a una reunión urgente por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, Arnoldo André, ante los impedimentos para que se lleve a cabo la investidura.

Cerca de las 16:H59 los Cancilleres firmaron firmaron una declaración en apoyo a Bernardo Arévalo y a la “democracia en Guatemala”, publicó Josep Borrell, jefe de la diplamacia europea.

“Hacemos un llamado al Congreso de la República a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder como exige la constitución en el día de hoy al presidente electo Bernardo Arévalo y a Karin Herrera”, afirma la declaración.

Miembros de la comunidad internacional urgieron este viernes al Congreso de Guatemala a juramentar al presidente electo, el socialdemócrata Bernardo Arévalo, ante el retraso de varias horas de la ceremonia de investidura.

El texto fue suscrito por la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), así como algunos gobiernos latinoamericanos.

“El pueblo guatemalteco expresó su voluntad democrática en elecciones justas, libres y transparentes, avaladas por la comunidad internacional a través de sus misiones de observación electoral. Esa voluntad debe ser respetada”, afirmó la nota.

Samantha Power, quien encabeza la delegación de Estados Unidos a la investidura, comentó en la red social X (antes Twitter) que no hay duda de que Arévalo “es el presidente de Guatemala”. “Pedimos a todos que mantengan la calma y al Congreso guatemalteco que respete la voluntad del pueblo. El mundo está observando”, escribió Power.

En tanto Borrell, no descartó sanciones contra los congresistas que se oponen a la transición del poder.

“Ante esta situación, propondré a los estados miembros de la UE la aplicación de medidas restrictivas individuales contra los miembros del Congreso que impidan el traspaso de poderes. La voluntad popular expresada en las urnas debe ser respetada”, afirmó.

¿Qué ocurre en el Congreso?

Arévalo, de 65 años, debe ser juramentado en el Teatro Nacional pero la ceremonia está atrasada porque el Congreso, controlado por partidos afines al presidente saliente, Alejandro Giammattei, mantiene detenido el proceso de acreditación de los diputados electos y reelectos.

En el parlamento unicameral, mayoritariamente de derecha, una Comisión comprobaba las credenciales de los nuevos 160 diputados, apuntando a los 23 del partido de Arévalo, Movimiento Semilla, suspendido temporalmente a petición de la Fiscalia, que lo acusa de irregularidades en su proceso de formación en 2017.

También analizaba si permitir a los diputados de Arévalo integrar una bancada como partido o declararlos “independientes”, en virtud de esa orden judicial de suspensión del partido Movimiento Semilla.

Si los diputados son declarados “independientes” no pueden integrar la junta directiva ni presidir comisiones paralamentarias.

La Comisión decidió no darle posesión del cargo al diputado Julio Héctor Estrada, electo por el partido Cabal. La misma suerte corrió el diputado Julio Héctor Estrada.

Finalmente, la Comisión concluyó la reunión y tomó la decisión de declarar como independientes a los diputados electos del partido Semilla, informó La Prensa sobre las 16:H01.

El Congreso reinició la sesión, tras cinco horas, para conocer el dictamen de la Comisión. Luego, seguiría la juramentación de los nuevos diputados, a quienes correspondería juramentar a su vez a Arévalo.

Al inicio de la noche, de acuerdo a su sitio web, la Corte de Constitucionalidad convocará un pleno extraordinario el día de mañana lunes 15 a las 9 horas. En un inicio se informó en redes sociales que el pleno sería este domingo a las 18 horas, pero fue trasladada de fecha.

¿Podrá gobernar?

A la espera de la investidura, cientos de indígenas marcharon por el centro de la capital en respaldo a Arévalo y en “defensa” de la democracia.

Arévalo sustituirá al derechista Giammattei, quien ha sido vinculado al llamado “pacto de corruptos” y durante cuyo gobierno se exiliaron decenas de fiscales, jueces y periodistas que denunciaron actos de corrupción.

El futuro presidente de Guatemala reconoce que afrontará enormes desafíos pues las “élites político-criminales, al menos durante un tiempo, seguirán enquistadas” en poderes del Estado.

Arévalo le pedirá esta semana la renuncia a la fiscal general Consuelo Porras, a la cabeza de la ofensiva judicial, pero analistas no descartan que la Fiscalía continúe la persecución y solicite al Congreso retirarle la inmunidad de presidente.

Hijo del primer presidente democrático de Guatemala, Arévalo pasó inesperadamente en junio a la segunda ronda presidencial con una candidata conservadora aliada del oficialismo, a quien venció cómodamente con un 60% de los votos por su mensaje anticorrupción.

Desde entonces, Arévalo y el Movimiento Semilla han sido blanco de una ofensiva judicial que denunció como un “golpe de Estado”, detrás del que estaría la élite política y económica que por décadas ha regido los destinos del país.

La Fiscalía intentó retirarle la inmunidad de presidente electo, desarticular su partido progresista y anular los comicios, argumentando que hubo anomalías electorales.

La embestida, basada en casos “espurios” según Arévalo, fue condenada por la ONU, la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos, que sancionó a cientos de fiscales, jueces y diputados por “corrupción” y “socavar la democracia”.

Como muestra del respaldo, al traspaso de mando asisten el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, delegados de Washington, el rey de España, Felipe VI, y, entre otros, los presidentes de Colombia, Chile, Honduras, Costa Rica y Panamá.

Estará bajo acoso permanente. Su mayor desafío es responder al deseo de la gente: no ser gobernada por el pacto de mafiosos. Tiene que desarticularlo para poder gobernar”, dijo a la AFP el analista Manfredo Marroquín.

En la plaza capitalina frente al Palacio Nacional, desde cuyo balcón el nuevo presidente saludará el domingo, Pedro Bernal, agricultor indígena de 45 años, comentó que “los corruptos no han querido soltar el poder porque no quieren que los fiscalicen ni ir a la cárcel”.

Ilusionados

Durante este domingo 14 de enero, y antes que la situación en el Congreso de Guatemala se complicará, los indígenas habían acudido a la capital de Guatemala esperanzados en un cambio en el país con la llegada al poder de Arévalo.

“Hoy estamos cerrando un ciclo y empezando una etapa. Hay mucha ilusión, hay mucha esperanza de la población”, dijo a la AFP la lideresa indígena Alida Vicente, de 43 años, en la marcha para “defender la democracia”.

Desde que la Fiscalía inició una ofensiva judicial contra Arévalo y al proceso electoral de junio pasado, los pueblos indígenas se convirtieron en el principal respaldo del futuro presidente con protestas masivas y cierres de rutas para “resistir” el llamado “golpe de Estado”.

Con una vara de madera en la mano, que la identifica como alcaldesa indígena del municipio maya de Palín (sur), Vicente dice que esperan “cambios” con un nuevo gobierno.

“Hemos tenido gobiernos mediocres, corruptos, sinvergüenzas, que no tienen el mínimo amor por su país, y espero que este gobierno no le falle a los pueblos”, mencionó la dirigente maya ataviada con su colorido traje indígena.

En Guatemala, los pueblos indígenas, principalmente de origen maya, representan el 40% de los 17,8 millones de habitantes e históricamente han sido excluidos y marginados.

La pobreza en el país alcanza al 60% de la población, pero llega al 80% en comunidades indígenas, según datos oficiales.

Estamos conscientes que él [Arévalo] no va a poder resolver todo el problema, pero se puede empezar a dar los primeros pasos para abrir la brecha para construir con él y el pueblo una Guatemala diferente”, señaló Rolando López, de 54 años, autoridad ancestral del pueblo maya mam en el occidente de Guatemala.

Mientras López camina, atrás de él un grupo de bailarines, vestidos con trajes blancos, corren de un lado a otro al ritmo de tambores interpretando el baile de “Los Negritos”, tradicional del municipio de Rabinal.

Otros indígenas marchan con vistosos trajes y máscaras del Rabinal Achí, un teatro danzante con raíces prehispánicas mayas declarado patrimonio de la humanidad.

“Es urgente hacer este cambio”, agregó López, que se cubre del sol con un sombrero blanco y luce un chaleco azul con tejidos mayas.

En la marcha participan indígenas que este domingo levantaron un plantón de más de 100 días frente al Ministerio Público para exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, considerada por Washington por un personaje “corrupto” y “antidemocrático”.

Otros que llegaron el sábado durmieron en la plaza central donde cocinaron un cerdo.

“Estamos en el olvido y necesitamos apoyo”, lamentó Lorenzo Car, de 50 años, quien llegó del municipio cercano de San Juan Sacatepéquez.

Guatemala sufrió entre 1960 y 1996 una guerra civil que dejó más de 200.000 muertos y desaparecidos, según un informe de la ONU. La mayoría de las masacres a manos del Ejército ocurrieron en poblaciones mayas.

Aunque el conflicto finalizó hace 27 años con la firma de la paz entre el gobierno y las facciones guerrilleras de izquierda, los pueblos indígenas han seguido excluidos, recordó la lideresa maya Rosalina Tuyuc, de 66 años.

“Desde los Acuerdos de Paz se deseaba un cambio y nunca se dio porque todos los gobiernos siempre pensaron en sus intereses, en sus negocios”, precisó Tuyuc.

Corrupción

Guatemala ocupa el puesto 30 de 180 países en el ranking de corrupción de Transparencia Internacional. Con el alto porcentaje de pobreza, decenas de miles emigran cada año a Estados Unidos en busca de trabajo y huyendo de la violencia de pandillas y narcos.

Arévalo dijo el sábado que “lo más urgente” es recuperar las instituciones “cooptadas por los corruptos”, pero “lo más importante” es trabajar por el desarrollo social en el ataque a la pobreza.

Para ello, nombró un gabinete de 14 ministros. Pero fue criticado por algunos seguidores por incluir figuras del sector privado o vinculadas con gobiernos pasados, y solo una indígena.

Hijo de Juan José Arévalo (presidente de 1945-1951), impulsor de reformas sociales, nació en Montevideo y vivió de niño en Venezuela, México y Chile, en el exilio de su padre tras el golpe de Estado orquestado por Washington en 1954 contra el progresista Jacobo Árbenz.

Información actualizada a las 6:15 p.m.