Las promesas que hizo Javier Milei para sus 100 días en Argentina y no logró

Con la presión de la pobreza sobre sus hombros, el presidente navega a contracorriente

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Unas de las primeras promesas de campaña del presidente de Argentina, Javier Milei, luego de que el pasado 10 de diciembre asumió las riendas del país, fue combatir la desbordada inflación, destruir a la “casta política” y cortar con “una motosierra” el tamaño del Estado.

Cien días después, sus primeras fórmulas económicas están empujando a la población argentina a una crisis más aguda de la que venían cuando la inflación supera a la de Venezuela y es la más alta del mundo (276 por ciento interanual), la proyección de pobreza se acerca al 60 por ciento y el desempleo está en alza. De ahí, que en la “economía real” todavía no ha mostrado éxitos significativos.

No obstante, analistas consultados por El Tiempo afirman que su plan de estabilización económica, probablemente requiera de mayor tiempo para que dé resultados antes de señalarlo de infructuoso.

“Hasta ahora, Milei mostró una voluntad de ir a fondo con cuestiones económicamente sensibles, con un ajuste fiscal que implica un costo significativo para la sociedad argentina. Pero, demasiado poco tiempo para achacarle promesas que no cumplió. Lo eligieron por cuatro años y hasta ahora van tres meses”, le dice a este diario el analista político argentino Juan Negri.

Para el analista, el malestar generalizado se debe a la “gran deuda hasta ahora que es la cuestión del apoyo social, el costo social del ajuste, la cuestión de las jubilaciones, el salario real, puesto que todo eso ha caído muchísimo, y lo que más preocupa es que no hay ningún tipo de inversión en infraestructura, eso es un problema”.

Desde su visión, lo que le hace falta a Milei es que su paquete económico tenga “en algún momento un rebote que le permita a la sociedad tener una mejor calidad de vida, así como mejoras en la economía macro, en términos de superávit financiero e inflación”.

Si bien desde su primer discurso a la nación como presidente, Milei aseguró: “No hay plata”, su apuesta por desregular la economía argentina mediante un megadecreto que deroga o modifica más de 300 normas y una Ley Ómnibus que en su versión original contenía más de 600 artículos, quizá su primer pecado fue la de querer avasallar más de lo que está en sus manos.

En estos tres meses ambos proyectos sufrieron reveses en el Congreso, donde el pequeño partido de Milei es minoría.

La Ley Ómnibus fracasó en febrero en el debate de diputados y el megadecreto fue rechazado el jueves en el Senado. Estas derrotas muestran que el presidente no consiguió transmitir la urgencia de sus reformas, justificada, según él, en la herencia recibida del anterior gobierno.

“Milei quería impulsar su proyecto político y económico a 100 km por hora, pero la velocidad de crucero del gobierno es bastante inferior”, dijo a la AFP Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Por su parte, la analista asociada de Control Risks, Marina Pera, agrega en el ámbito político, Milei no ha consolidado alianzas en el Congreso y con los gobernadores provinciales, lo que ha frustrado sus dos principales proyectos legislativos – el DNU y la ley ómnibus.

“Sin aprobar las reformas, Milei tendrá dificultades de demostrar resultados económicos en el mediano y largo plazo, lo que posiblemente va a disminuir sus niveles de popularidad. Los 100 primeros días del gobierno de Milei anuncian inestabilidad política y desafíos económicos para los próximos meses”.

Las promesas que hizo Milei para sus 100 días y no logró

“En su campaña, Milei había prometido eliminar de pronto las retenciones y los controles de capital para ayudar a las empresas a enviar las ganancias a sus países de origen, fomentado así más inversión extranjera en Argentina. Sin embargo, por las condiciones macroeconómicas retadoras, aún no ha logrado hacerlo porque tiene que arreglar las cuentas publicas y aumentar las reservas de divisas extranjeras antes” le explica a EL TIEMPO Marina Pera.

Para la analista, si bien Milei aún disfruta del apoyo popular de más del 50 por ciento, puede que su compás de espera cada vez sea más limitado.

Ahora su programa está en manos de los diputados, que deben revisar una versión bastante más ligera de la Ley Ómnibus y tomar la decisión final sobre el megadecreto, que sigue vigente a menos que sea rechazado también en la Cámara Baja.

Pero incluso si es aprobado, su constitucionalidad sigue en duda. Por eso, la mayoría de analistas consideran que es “cuestión de tiempo” que se hunda.

Suspensión de obras públicas y recorte de contratos estatales, una apuesta que puede darle frutos en el mediano plazo

Ante la promesa de reducir el gasto estatal, Milei suspendió las obras públicas, no renovó los contratos estatales, redujo los ministerios a la mitad, liberó los precios y los contratos de alquileres y devaluó el peso más de 50 por ciento, provocando una inflación de 25,5 por ciento en diciembre que se enfrió en febrero a 13 por ciento.

Con la devaluación y un aumento de precios de 276 por ciento anual a febrero, el poder adquisitivo de los argentinos se destruyó, en particular el de los jubilados.

La meta del presidente economista -alcanzar el déficit cero este año- es más ambiciosa de la que le pide el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina mantiene un acuerdo crediticio por $44.000 millones.

En estos 100 días, Milei recompuso las alicaídas reservas brutas del Banco Central y consiguió superávit financiero en enero y febrero, algo inédito desde principios de 2011.

“Hay un ordenamiento”, dijo la economista independiente Marina Dal Poggetto en una entrevista televisiva reciente. “La estabilización está funcionando incluso mejor de lo que uno imaginaba originalmente, pero hay dudas sobre la gobernabilidad”.

¿Cuál es el reto más urgente de resolver para Milei?

Desde la perspectiva de Pera, el reto más urgente de resolver para Milei “es la consolidación de las alianzas políticas”.

“El gobierno posiblemente va a repensar su estrategia política para ampliar el diálogo con los gobernadores, lo que puede ayudarlo con el Congreso, considerando que los gobernadores en Argentina tienen influencia política sobre los diputados y senadores de sus provincias. Milei tendría que adoptar una postura más pragmática para negociar y aprobar sus reformas. Sin embargo, en los 100 primeros días de gobierno, no hemos visto mucha disposición y habilidad para hacerlo”, agregó.

Por su parte, Juan Negri señala que Milei requiere también ajustar ciertas cuestiones de liderazgo. “Su gobernabilidad depende de que demuestre que tiene la capacidad de ejercer un liderazgo capaz de negociar y capaz de buscar apoyos con las demás fuerzas políticas. Yo creo que Milei hoy es un presidente razonablemente popular, pero en algún momento eso puede terminar y, por ahora, no ha hecho ningún esfuerzo en ampliar la coalición”, expresó.

Alberto Fernández criticó los primeros 100 días de Milei y el vocero presidencial le respondió

El expresidente Alberto Fernández aprovechó la ocasión y acudió a las redes para hacer un balance de los primeros 100 días de la gestión de su sucesor, Javier Milei.

A través de su cuenta en la red social X, Fernández -envuelto en un escándalo por las sospechas de irregularidades en la contratación de seguros durante su gestión-, compartió una serie de puntos que apuntan cómo habría empeorado la situación economía de Argentina.

“100 días de gobierno, nada más que agregar”, lanzó el exmandatario, al mismo tiempo que compartía el análisis de otro usuario.

Por supuesto, no tardó mucho más tiempo en aparecer la respuesta del vocero presidencial, Manuel Adorni: “Estimado Alberto: en su caso, los primeros ‘100 días de gobierno’ no resultan la mejor referencia”, comenzó, antes de agregar: “Usted se encargó de decretar una cuarentena interminable y cavernícola que dio paso además del propio encierro al cierre de las escuelas, a una emisión monetaria descontrolada que terminó con el tiempo de destruir nuestra castigada moneda, a la ‘fiesta de Olivos’ (...) y a un esquema de vacunación que benefició a muchos que no debieron ser prioridad”.

“Al tiempo que se refirió a la liberación de presos de las cárceles, como también a la imposibilidad de despedir a los familiares fallecidos, debido a las restricciones establecidas por el anterior gobierno en medio de la crisis del covid-19″, subrayó.

De esta forma, el funcionario liberal recordó el momento en que el entonces presidente decretaba uno de los primeros aislamientos preventivos por la pandemia del covid-19, en marzo de 2020.

El estreno de Milei en la arena internacional, a pesar de sus aires aislacionistas

Milei vuela en líneas comerciales con una reducida comitiva. Así llegó en enero a Davos, su estreno internacional, donde intrigó a la élite económica mundial al advertir que “Occidente está en peligro” y criticar a la justicia social y el “feminismo radical”.

A pesar de sus mediáticos abrazos con Donald Trump -a quien admira- y el papa Francisco -con quien se reconcilió-, el exterior apenas ha sido una prioridad para Milei, excepto por haber suspendido la adhesión de Argentina al bloque BRIC.

La excepción es Israel, adonde el presidente viajó para mostrar su cercanía al Estado hebreo y su interés espiritual en el judaísmo. Diego Giacomini, quien coescribió cuatro libros de economía con Milei, contó a la radio que su ahora examigo “cree tener una misión divina” que “consiste en transformar Argentina y llevarla a la filosofía del Número Uno, que es Dios, el liberalismo; y sacarla de la filosofía de Satán, que es el socialismo”.

Sin embargo, el mandatario y su política austera sufrieron un duro revés hace pocas semanas luego de que anunció una subida de salarios para los miembros del Ejecutivo de hasta un 48 por ciento.

Finalmente, anuló el aumento de haberes homologado por el decreto 206/2024, firmado por el mandatario y su jefe de gabinete, Nicolás Posse. Además, despidió a su secretario de Trabajo, Omar Yasín, a quien acusó del malentendido.

¿División entre Milei y su vicepresidenta?

Tras protagonizar una mediática polémica la semana pasada, el presidente de Argentina, Javier Milei, y la vicepresidenta del país suramericano, Victoria Villarruel, coincidieron este lunes en la ceremonia conmemorativa del 32° aniversario del atentado que sufrió la embajada de Israel en Buenos Aires el 17 de marzo de 1992.

Finalmente, el mandatario no hizo ninguna alocución en el acto al que acudió acompañado de su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei y algunos de sus ministros.

La semana pasada, el Senado argentino, que preside Villarruel, celebró una sesión en la que fue rechazado el decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por Milei en diciembre.

Las críticas dentro del oficialismo a la vicepresidenta por convocar la sesión en vez de esquivar la maniobra opositora de tramitar el DNU no se hicieron esperar. Por su parte, Villarruel aseveró en un mensaje grabado que publicó en sus redes sociales que su “compromiso” con el presidente argentino es “inclaudicable”.

Y si bien Milei reconoció el domingo en una entrevista televisiva que tiene “diferencias” con la vicepresidenta, pero consideró que estas son “imperceptibles para el resto de la gente”. En el acto de este lunes, el presidente y Villarruel se saludaron cordialmente y se sentaron juntos durante la ceremonia, llegando a compartir algunas palabras.

¿Cuál es el siguiente paso en las ambiciones de Milei y qué lo puede frenar?

Como parte del ajuste, Milei busca ahora reunir fondos por $15.000 millones con el FMI y privados para eliminar a mediados de año el control de cambios, que ha dado lugar a varios tipos de dólar.

“La gente tiene claro que estamos pasando un momento muy duro, pero empieza a ver la salida”, dijo el presidente a Radio La Red.

El otro lado de este “ordenamiento” es la tensión social atizada por despidos, aumentos de precios y de las tarifas de servicios públicos por la quita de subsidios.

Los medicamentos aumentaron 40 puntos porcentuales más que la inflación general, lo que provocó una caída descomunal de sus ventas. Esto provocó que muchos abandonaran tratamientos crónicos.

Mientras se debatía la Ley Ómnibus, miles de personas protestaron frente al Congreso y fueron reprimidas por la policía. También se manifestaron cuando se suspendió el envío de alimentos a los cerca de 40.000 comedores comunitarios, en momentos en que la pobreza golpea a casi el 60% de la población.

El objetivo, según el gobierno, es auditar el sistema y proveer asistencia directa. Los recortes afectaron también en el presupuesto de universidades, el apoyo estatal al cine y la investigación en ciencia y tecnología.

El presidente resiste en las encuestas de opinión, que colocan su popularidad cerca de 50 por ciento, y ha acostumbrado a los argentinos a su excéntrico estilo: gobierna y acusa a sus opositores de traición en la red X, cita el bíblico Libro de los Macabeos y habla de su equipo como “Las fuerzas del cielo”.