La Freedom Tower de Nueva York es el rascacielos más alto del continente americano con sus 542 metros; sin embargo, solo podrá ostentar ese título cuando esté “completamente terminado y ocupado”, algo previsto para principios del año próximo.
Así lo decidió el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (Ctbuh), luego de que se contabilizara la longitud de la aguja instalada este año, y que hace pasar al edificio de 417 metros a 542, superando así los 442 metros del rascacielos de Chicago.
Las normas actuales del Ctbuh indican que las antenas no se tienen en cuenta a la hora de contabilizar la altura total, pero sí, las agujas, ya que éstas se consideran elementos arquitectónicos.
La decisión del Consejo pone fin a 40 años de supremacía de la Torre Willis en Chicago, que tiene 130 pisos.
En el último de ellos hay un observatorio con bar y restaurante muy visitado.
Conocida anteriormente por el nombre de Torre Sears, llegó a ser el edificio más alto del mundo, un título que perdió hace tiempo en favor de varios edificios asiáticos.
Nueva York mantuvo durante mucho tiempo el título de la ciudad con el mayor rascacielos del mundo gracias al mítico Empire State, pero en 1974 llegó Chicago con la Torre Sears para arrebatarle ese honor.