Dos cadenas gigantes de cines, Cinépolis y Cinemark, arribaron al país con la meta de conquistar los “terrenos” necesarios para alcanzar la mayor cantidad de espectadores costarricenses.
Esto significó un golpe para la compañía nacional CCM Cinemas, que se vio prácticamente forzada a abandonar grandes complejos comerciales como el Paseo de las Flores, en Heredia, o Lincoln Plaza, en Moravia.
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La firma costarricense reconoce que no tenían el capital suficiente para hacerle frente a la competencia, por lo que debió replantearse la estrategia y enfocarse en la apertura de salas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) y lugares residenciales.
Ahora, la empresa destaca que las circunstancias son diferentes, y que pese a que no están en malls de gran tráfico, cuentan con tecnología de alta calidad y una amplia oferta de productos de confitería a precios asequibles.
Recientemente, reabrieron las salas ubicadas en el Mall San Pedro –el de mayor visitación según el Perfil del Consumidor 2016 de EF – y además prevé ampliar su presencia con la apertura de dos complejos durante el 2017.
De estos y otros temas conversó la gerente de Mercadeo de CCM Cinemas, Hellen Arroyo.
¿Cuáles han sido las últimas inversiones de la empresa?
CCM ha sufrido una reestructuración y se ha tratado de enfocar en salir de la GAM a las zonas rurales. De esta manera, generamos nuevas oportunidades de punto de venta en otras zonas, por ejemplo, este año se abrió en Paraíso de Cartago y Plaza Mayor.
“Eso sí, lo hemos hecho pero con complejos pequeños en los que nos enfocamos en brindar calidad de servicio y precios preferenciales a los que puedan acceder estos nichos de mercado. Pasamos de ser multisalas a ser complejos con tres o cuatro salitas; actualmente tenemos 20 salas en todo el país.
“Además, remodelamos nuestras instalaciones en el Mall San Pedro, en el que seguimos debido a que el mall y la cadena nos vemos como aliados para el tipo de nicho de mercado. Es por ellos que nos renovamos”.
¿Cuáles son los planes para el próximo año?
Para el año que viene tenemos dos proyectos. Uno en la zona de Belén, que está para mediados de enero, y el otro es en Puntarenas, pero es un proyecto llave en mano, entonces dependemos de que el centro comercial se abra para poder inaugurar.
Siendo así, ¿el plan de la empresa sería inaugurar al menos dos complejos por año?
Sí, ahorita estamos viendo la oportunidad de seguir creciendo. Entonces, donde veamos un prospecto comercial importante, vamos y vemos las posibilidades.
“Estamos prospectando la Zona Atlántica y la Zona Norte. No es completamente seguro pero estamos valorando”.
Viendo los lugares en los que abrieron y los que piensan abrir, ¿el plan no es solo en zonas rurales sino más residenciales?
Quisimos llegarle a ese público que vive en una zona como San Ramón, San Carlos o Paraíso de Cartago, que son personas que trabajan y viven en ciudades, que se les llama dormitorio, pero que en los fines de semana o cuando llegan a sus casa lo que menos desean es volver a trasladarse.
“Entonces les estamos ofreciendo una ubicación donde no encuentran mucha aglomeración de gente, en las que en algunos casos ofrecemos parqueo gratuito y en las que tienen acceso a facilidades como servicios bancario o vigilancia del centro comercial. Así le apostamos a ese público que le queda largo el centro comercial de moda o le queda incómodo trasladarse”.
¿Qué impulsó ese cambio en la estrategia?
Para nadie es un secreto que vinieron las cadenas de cines mexicanas y norteamericanas, ellos representaban una competencia que realmente no podíamos enfrentar.
“Así que vimos la oportunidad de mercado en estas zonas y aprovechamos que somos una cadena costarricense para enfocarnos en una estrategia de los ticos para los ticos. Salimos un poco de la GAM donde hay tanta competencia y vemos oportunidades fuera, realmente nos ha funcionado”.
¿En qué aspectos no podían competir? ¿Pesó la parte tecnológica?
Sí, efectivamente. Al ser CCM Cinemas una cadena costarricense pues su capital no era tan grande como el capital de una compañía norteamericana o de una mexicana.
“Cuando ellos llegan, se inicia la era 100% digital y nosotros también empezamos a digitalizarnos, sin embargo, ellos utilizan la estrategia de flancos que es atacar al oponente, llegar y quitarle el punto de venta. Nosotros no teníamos un músculo de negociación tan gigante como una firma mexicana o norteamericana.
“Ahora nos diferenciamos porque no estamos en centros comerciales tan transitados y que no tenemos ciertas tecnologías, pero en 3D y 2D competimos al mismo nivel y ahora traemos la tecnología Dolby Atmos, que tiene un sonido envolvente que hace que los visitantes se sientan como si fueran protagonistas. En Centroamérica, solo somos dos compañías que la tienen”.
La empresa tiene 20 años en el mercado nacional, ¿qué conservan de esos tiempos?
Creo que la calidez humana. Somos una compañía que no acostumbra estar contratando y despidiendo, aquí hay gente que trabaja desde hace más de 20 años con el Cine Magaly.
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“También las ganas de siempre caracterizarnos como únicos y para el pueblo porque, por ejemplo, al remodelar teníamos la posibilidad de hacer un aumento en el precio de CCM San Pedro pero quisimos apostar por ser conservadores y seguir conservando ese público que nos ha preferido”.