Christian Dior era bastante supersticioso y la colección de moda masculina otoño-invierno del belga Kris Van Assche para la marca rindió homenaje a su concepto clásico de elegancia masculina, resucitando el terno a rayas, decorado con bordados que evocan los amuletos del creador.
La figura del creador francés nacido en 1905 y fallecido en 1957 gravita en la colección a través de su corte netamente clásico.
Por eso, Van Assche trajo a las pasarelas el traje gris, a menudo a rayas y con el chaleco de rigor y aportó variaciones y decoraciones con bordados o accesorios.
Los sastres ingleses son conocidos por preferir ruedos de pantalón y mangas cortos. Más vale que falte y no que sobre. Van Assche llevó esa tendencia a límites impensables: los pantalones de sus trajes se acaban 5 centímetros aproximadamente por encima de los tobillos.
A la hora de definir a quién está destinada su ropa, Van Assche señaló que no hay un solo estilo de hombre.
La colección aspira precisamente a satisfacer gustos distintos y abarca desde el jeans con tenis hasta el traje a la medida.
Para el belga, que encabeza hace siete años la casa Dior, esta colección es más individualista.