Así pretenden imponerse los dueños de La Bomba y Fischel ante la “gran lucha” por precios

La compañía incursiona en alianzas con aseguradoras y abrirá una farmacia especializada en oncología

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En los últimos cuatro años, Cuestamoras se encargó de formar una empresa que intenta atender todos los segmentos de venta al detalle de medicamentos y productos de cuidado personal.

Adquirió CEFA Fischel, en el 2015, con lo que apuntó al segmento de los locales de conveniencia y luego se apoderó, en el 2017, de Farmacias La Bomba para alcanzar la parte de descuento.

En ambos segmentos tiene fuertes competidores como FarmaValue, Farmacias Santa Lucía, Sucre y Walmart. En el camino se quedaron otras cadenas farmacéuticas reconocidas como Farmacias Chavarría.

En este momento, Cuestamoras Salud se enfoca en fortalecer la propuesta de Fischel mediante convenios con aseguradoras y con la apertura de farmacias especializadas. Este nuevo paso lo da luego de un fuerte impulso a la expansión de La Bomba.

Desde el último trimestre del 2018, la compañía implementa un plan piloto –con al menos tres firmas de seguros privadas– para que el consumidor adquiera un producto, pague el deducible si es el caso, y que después se desentienda del proceso de cobro.

“La farmacia puerta para dentro se encarga de la aseguradora; hacia a eso vamos. Ya empezamos de manera discreta, pero es un proyecto que tenemos para este año”, manifestó Roberto Dormond, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Cuestamoras Salud, en una entrevista con EF realizada el pasado 4 de marzo.

También tienen previsto abrir pronto una Farmacia Fischel especializada en la comercialización de medicamentos oncológicos.

La compañía no suministró mayores detalles de este proyecto, pero parte de lo que dio a conocer es que se establecerá en las cercanías de uno de los principales hospitales del país.

Dichas iniciativas se suman a otras medidas que Cuestamoras Salud implementa desde hace un tiempo; por ejemplo, introducir más productos de cuidado personal y remodelar sus puntos de venta (destaca la eliminación del mostrador).

Ese proceso de remozamiento de la oferta de Fischel se ha ejecutado en 18 establecimientos.

Sucre, uno de sus principales competidores en el segmento de conveniencia, también optó desde enero del 2017 por ofrecer un concepto de salud que intenta ir más allá de una simple farmacia. Incluyó en sus locales líneas de dermocosmética, higiene, belleza, vitaminas, suplementos alimenticios y más.

Fischel posee 76 puntos de venta (13 que abrieron sus puertas en el transcurso del 2017 y 2018) y un portafolio con 3.500 productos en promedio.

Según Cuestamoras, con datos de la firma consultora IMS, esta marca abarca el 10% del mercado costarricense.

El fortalecimiento de Fischel se da tras dos años en los que la compañía destinó gran parte de sus recursos en llevar Farmacias La Bomba a las siete provincias del país.

Cuando adquirió ese negocio existían 14 puntos de venta y en la actualidad ya son 39; en 2017 abrió 22 locales y 3 en el transcurso del 2018.

También, desde el último trimestre del 2018 hasta febrero pasado, la compañía invirtió en un nuevo sistema que le permite tener mayor control interno y mejorar el servicio a los consumidores.

Dormond explicó que no descartan más aperturas de locales físicos a futuro, pero que en este año dedicarán muchos de sus recursos para mejorar el servicio de entregas a domicilio (hogar u oficina).

Esa estrategia no dista mucho de lo que hace y piensa hacer su principal competidor en el segmento de descuento.

FarmaValue ofrece servicio exprés gratis y empezaría este mes a trabajar con una plataforma con la que el cliente puede pedir el medicamento que busca. A esto se sumaría una aplicación para celular donde también los clientes van a poder comprar.

Pese a los movimientos de sus competidores, Cuestamoras Salud destaca que La Bomba es el líder de su categoría con un 16% de participación en el mercado, según los datos suministrados por IMS.

El portafolio de productos del formato de bajo costo está compuesto por 4.000 productos (una cantidad similar a la ofrecida por FarmaValue).

Desde que Cuestamoras adquirió La Bomba lucha con la idea de algunos consumidores de que los precios aumentaron. No obstante, la compañía asegura que no fue así.

“Hay una gran lucha y competencia por precios y nosotros lo que hacemos es tratar de dar el mejor precio para cuidarle el bolsillo al costarricense”, agregó el vocero del conglomerado.

Otro de los propósitos que tiene el grupo en salud es ser carbono neutral para el 2021. Para esto impulsan iniciativas como evitar el consumo de bolsas plásticas en Farmacias Fischel.

A través de la campaña “¿Quiere bolsa o le ayudamos al ambiente?” los consumidores dejaron de utilizar, desde noviembre pasado, aproximadamente 254.000 bolsas al mes.

Con un nuevo CEO

Desde inicios de marzo, Eduardo Jiliberto asumió el puesto de director general de Cuestamoras Salud, puesto que ocupó Gustavo Camacho hasta mediados del 2018.

Jiliberto inició su carrera en el mercado de los medicamentos, a los 25 años, como visitador médico. Fue gerente general de la distribuidora Socofar y de la cadena de Farmacias Cruz Verde; ambas en Chile.

Para esas compañías trabajó, por separado, de setiembre del 2003 a enero del 2013.

Su llegada a la empresa de capital costarricense se da después de que la compañía despidió a 29 colaboradores en enero pasado como consecuencia de la salida de una de las marcas que CEFA distribuía.

Asimismo, recientemente la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom) estableció una multa por ₡11.981 millones al Grupo CEFA Fischel debido a prácticas de monopolio relativo en el mercado de medicamentos durante 2010, 2011 y 2012.

Durante esos años los propietarios del conglomerado eran la farmacéutica chilena Socofar y la familia Garnier.

No obstante, Cuestamoras Salud rechazó “absoluta y categóricamente” la resolución de Coprocom por considerarla arbitraria y carente de fundamento técnico y legal.

El director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la compañía le aseguró a EF que llevarán el caso a todas las instancias administrativas y judiciales porque están seguros de tener la razón.

Mientras que ese asunto se resuelve, Cuestamoras Salud enfrenta el reto de mantener la operación de bajo costo de La Bomba pese a su gran tamaño –y más cuando parece que aún no tocan su límite de crecimiento– y acertar en las áreas de especialización con las que quiere diferenciar a su formato más longevo: Fischel.

“Número especifico (de aperturas a futuro) no lo sé, eso se evalúa todos los días. Esta es una industria sumamente dinámica, pero que aún tiene lugar de crecimiento. Hay oportunidades para innovar, hemos visto la evolución de otros mercados y queremos traer esa innovación a Costa Rica en nuestros diferentes formatos”, puntualizó Dormond.