"Por favor, dibújame un parque de diversiones": el universo poético y encantado de El Principito del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry es ahora tema de un parque de diversiones.
Este abrió sus puertas el martes cerca de Mulhouse, en la frontera este francoalemana.
Globos aerostáticos, un tobogán con forma de serpiente, zorros y ovejas vivas, acertijos sobre los planetas… el Parque del Principito instalado en 24 hectáreas en Ungersheim, al este de Francia, tiene los temas y personajes del famoso libro publicado en 1943.
Las 31 zonas de juegos y atracciones esperan atraer este año 80.000 visitantes y alcanzar luego 150.000 anuales.
"Nuestro objetivo es un público de niños de entre dos a 12 años, así como los adultos que todavía se acuerdan que alguna vez fueron niños", destacó uno de los dos autores del proyecto, Jérôme Giacomoni, presidente de de la sociedad Aérophile.
El cuento filosófico imaginado por el escritor y aviador se tradujo a más de 270 idiomas, vendió 150 millones de ejemplares en el mundo, convirtiéndose en la obra literaria más vendida en el mundo y en el libro más traducido, después de la Biblia.