Empresas empiezan a levantarse tras el paso del huracán Otto

MEIC reveló que hubo afectación en al menos 747 negocios entre comercios, industrias y servicios

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Con sus propios ahorros, ayuda de familiares, amigos o conocidos que les prestan dinero y con mucho trabajo, varias de las empresas afectadas por el paso del huracán Otto, en noviembre del 2016, ya empezaron a recuperarse.

Cuando en cuestión de horas el esfuerzo de años se desvanece y se ven en la encrucijada de tomar una decisión rápida sobre continuar o no, levantarse no es fácil ni sicológica ni monetariamente.

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No obstante, negocios como Thermomanía, Las Hornillas Tours, Yoko Termales y Multiservicios Los Pata, en Bagaces de Guanacaste, así como Tilapias Ángel, en Bijagua de Upala, apostaron por luchar.

El sentir general de estas empresas es que debían buscar maneras independientes para operar con rapidez y tratar de aprovechar las temporadas altas de ganancias.

Además, tenían personal a cargo a quienes pagarles aguinaldos, sueldos y otras cargas sociales, y lidiar con la incertidumbre de cuánto tardarían en operar sin percibir entradas por clientela.

Pese a que en el momento de la tragedia, la ayuda y solidaridad social y gubernamental fue de gran aprecio por los pobladores, la recuperación de los sectores empresariales como el comercial, la industria y los servicios no caminó con la misma celeridad.

Por ejemplo, el financiamiento –uno de los aspectos que los empresarios pensaron que sería más expedito– para algunos está descartado y para otros es tan solo una esperanza, a tres meses de la tragedia.

“Todavía estoy esperando una respuesta del banco. Si me hubiera esperado a la ayuda del Sistema de Banca de Desarrollo, mi negocio estuviera cerrado”, comentó Maykol Arias Valenciano, copropietario de Multiservicios Los Pata, ubicado en Guayabo de Bagaces.

Arias perdió un 90% de sus activos, lo que asciende a ¢47 millones en pérdidas, y logró reabrir un mes después para empezar a percibir algunos ingresos.

Actualmente, levantó en un 60% su negocio, aunque despidió a dos de sus seis colaboradores. Logró invertir ¢10 millones gracias a préstamos de amistades y sostiene deudas con proveedores que le tendieron la mano suministrándole materiales.

Ayuda particular

Otilio Pichardo, dueño de Tilapias Ángel, ubicado en Bijagua de Upala, se quedó sin nada y sin capital para recuperar su negocio.

Gracias a personas particulares de San José, Liberia y otras zonas que conocieron su caso por los medios, le comenzaron a enviar materiales y maquinaria que le van a permitir abrir tres piletas de tilapia y el restaurante a finales de este febrero.

Su recuperación fue únicamente por la solidaridad de estas personas, lo cual agradece porque lleva tres meses sin poder percibir dinero y vive de estas ayudas mientras reabre.

“Al momento de la tragedia, representantes del Gobierno, del MEIC, del Inder, el Ministerio de Trabajo y hasta el mismo Presidente de la República vinieron aquí y nos ofrecieron de todo pero no nos dieron nada, hablaron de rapidez con financiamiento, de ayuda con maquinaria, y eso no se ha dado”, externó Pichardo.

Sus pérdidas superaron los ¢70 millones, y le queda la esperanza de recibir el financiamiento que pidió en el Banco Popular, pues empezará a operar con un 10% de lo que antes ofrecía.

El empresario dijo que solicitó un crédito de capital de trabajo a la entidad financiera y le dijeron que sí le ayudarán, pero no ve agilidad en los trámites por su situación especial. “Si me hubiera esperado, ya tendría tres meses sin plata y sin negocio”, manifestó.

En estudio

Un día después del paso del huracán Otto, el 25 de noviembre de 2016, el Sistema de Banca de Desarrollo (SBD) anunció que puso a disposición de las mipymes de todos los sectores productivos ¢20.000 millones, provenientes de los recursos del programa para atender emergencias.

Informó que dichos recursos podían ser accedidos para atender necesidades de capital de trabajo e inversiones para las micros, pequeñas y medianas empresas, así como para reconstrucción de vivienda productiva (entendida como aquellas unidades habitacionales donde opera), por ejemplo una pulpería, un taller, una pequeña tienda, entre otras.

“Estos fondos estarán disponibles la próxima semana y tendrán una tasa de interés del 6%, con periodos de gracia de capital e intereses hasta por 12 meses. Podrán ser colocados por los 46 operadores autorizados por el Sistema”, se indicó en ese momento.

Al consultar al director ejecutivo del SBD, Miguel Aguiar, sobre a cuántos empresarios se le brindó ayuda con ese dinero, el analista, David Leal, contestó que se está en proceso de actualización de la información que suministran los operadores que utilizan los recursos del programa.

“La demanda de recursos, según las solicitudes de los operadores, era de ¢16.823 millones. Estamos en el proceso de actualización de la información para revisar cuánto efectivamente se canalizó ”, agregó Leal.

Y ¿cuál es el plazo establecido para que un operador pueda ejecutar los préstamos y las medidas que toma el sistema para agilizar el tiempo de los trámites para los afectados por Otto a diferencia de otros préstamos?

El vocero respondió que definir plazos de atención en ene cantidad de situaciones atípicas es muy aventurado, no obstante, los bancos procuran atender los casos con la mayor celeridad y han definido como plazo promedio en situaciones “normales” un mes, empero, este podría incrementarse en función del grado de complejibilidad.

Adicionalmente, dijo que los bancos han dispuesto personal para que visiten a los beneficiarios y le realicen el levantamiento de la información. “Muchos casos son personas que ya eran clientes de las instituciones, y a los nuevos, se busca aplicar procesos simplificados”, aseguró.

La reconstrucción

En cuanto a la cantidad total de empresas afectadas por Otto, Jeffry Cabezas, presidente de la Asociación de Comercio de Upala, mencionó que solo algunos casos salieron a la luz (tanto de Bagaces como de Upala) como parte de los cantones más afectados.

Empero, según su parecer, hubo muchos negocios minoristas o detallistas como sodas, joyerías, pulperías y otros que se vieron impactados y no se lograron levantar o están en la lucha.

Según Cabezas, solo en el casco central de Upala, la Asociación contabilizó al menos 193 comercios que tuvieron en su mayoría un impacto directo, con pérdidas de equipos, mercadería y otros.

Mariano Figueres, comisionado presidencial para la reconstrucción del desastre provocado por Otto, comentó que maneja un estimado de pérdidas generales que alcanzan los ¢100.000 millones, y los sectores agrícola y la infraestructura son los que más impacto económico tuvieron.

Figueres informó que 10 instituciones públicas y 12 municipalidades ya presentaron informes que incluyen daños en diferentes sectores, así como las acciones que se deben planificar y ejecutar para el Plan General de la Emergencia, que se presentará en los próximos días a la junta directiva de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para su aprobación.

Sin embargo, ni el Comisionado ni la CNE revelaron si existe una cuantificación de las pérdidas económicas sufridas específicamente por los empresarios en los ámbitos de comercio, industria y servicios.

El Ministerio de Economía y Comercio (MEIC) reveló que hizo una indagación mediante entrevistas en los cantones más afectados.

El ente añadió que durante los meses de diciembre del 2016 y enero del 2017, se levantó información de primera mano en los cantones de Upala, Los Chiles, Bagaces, Pococí y Golfito, que reportaron afectación en industria, comercio y servicios, por medio de visitas a establecimientos.

Por las entrevistas, el MEIC contabilizó en todos esos cantones 747 unidades productivas afectadas. Aunque, no se reveló cuánto significó eso en pérdidas económicas. .

De acuerdo con esta encuesta, en comercio involucró consultas a negocios de venta de abarrotes, tiendas, pulperías, bazares, carnicerías, joyerías, tiendas, ventas agroinsumos, librerías, bazares y tiendas de celulares.

El sector industrial representa a productoras de queso, talleres industriales, panaderías y pastelerías, mueblerías y prefabricados, entre otros, que conllevan un proceso de fabricación.

Y servicios abarca restaurantes, hoteles, servicios de alimentos, centros turísticos, tours , servicios de belleza, salas de eventos, terapia física, renta de autos y talleres mecánicos.

Se les consultó a diferentes cámaras sobre el impacto económico de sus afiliados pero no manejaban información unificada y específica.

Solo la Cámara Costarricense de Hoteles informó que realizó entrevistas a sus 360 afiliados los cuales no revelaron pérdidas graves. “El mayor impacto fue en los días siguientes al huracán por cancelaciones”, indicó el presidente ejecutivo, Gustavo Araya.

Precisamente, los centros turísticos que ahora se levantan han usado estrategias de paquetes, publicidad en redes sociales, por su cuenta principalmente, para lograr atraer visitantes.

El Instituto Nacional de Turismo (ICT) informó que ha realizado visitas a las zonas más afectadas como Upala y Bagaces para tener un conteo de cada una de las afectaciones en términos cualitativos, pero no cuantitativos respecto a pérdidas económicas.

“Los más afectados fueron centros turísticos dedicados especialmente a las aguas termales, en algunos casos la afectación de infraestructura llegó a ser de un 80%”, indicó el Instituto.

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El Instituto agregó que ha implementado campañas en diferentes medios para motivar al turista nacional a visitar las zonas afectadas por el huracán Otto.

Porcentajes de afectación por sector

Sondeo en los cantones de Upala, Los Chiles, Bagaces, Pococí y Golfito

Sectores

Cantidad de negocios

Porcentajes de afectación

Comercio

387

51,8%

Industria

54

7,2%

Servicios

306

41 %

Total general

747

100 %